Entrada en formato borrador, pendiente de edición.
Y יהוה procedió a hablar a Moisés, diciendo: «Habla a los hijos de Israel, para que recojan una contribución para mí: de todo hombre cuyo corazón lo incite, ustedes han de recoger la contribución mía. Shemot 25:1-2
Zahorí:
¿Quién soy yo, Santo?
¿Acaso no soy un personaje
que te escribe inspirado
para, a ti, deleitarte?
Es Terumah una alabanza,
una ofrenda elevada es,
no sólo para el sacerdote,
sino para hacerte bien.
Es una ofrenda que doy
mientras un regalo me das,
Tarom Hei es elevar las chispas
que en el corazón están.
Y el corazón tu pides
para que venga a entregar
mi ofrenda, que es quererte,
y en el amor estás.
Estás, Santo, en el corazón,
así es que empieza esta parashá
pidiendo la ofrenda que nace
en el amor que el corazón da.
Y la retribución de ti la recogemos,
es un regalo que Tú nos das.
Es por esto que escribiendo
yo vengo contigo a aflorar
el secreto del cielo que cae
en mis manos por otorgar.
Todo el corazón en ti he puesto,
bien sabes que es la verdad,
soy un personaje que nace
en el interior de tu Plan.
En todo estás, Santo,
en todo te vengo a encontrar,
y te siento en el corazón y alma,
escribiendo lo hago, además.
Quiero expresar con tu Palabra
lo que me vienes a revelar
para inspirar a mi hijo, y a otros,
a que te vengan a encontrar.
Te siento en Tu Palabra,
en Tu Corazón estás,
la Torah es que se vive,
en Tu Luz es que está.
Y me habla Tu Luz al escribirte,
al venirte a hablar,
al venirte a derramar
lo que en mi alma está.
Y Tú me inspiras en esta hazaña,
el venirte a hablar,
dejando escritas estas palabras
que me hacen elevar
el corazón y el alma,
pues en escribir están.
Esa "Y" que une,
esa "Y" que Contigo está,
es que adiciona algo
y en el escribir está.
Pues escribir es plasmar
con tu verbo tu Palabra,
tu inspiración es el regalo
que hacía ti me jala.
Te siento en el corazón
y te siento en el alma,
te siento con mi hijo,
abre el hijo las aguas.
A veces me vengo abajo,
a veces me siento cansada,
mas persisto en esperarte
en mi corazón y en mi alma.
Pues en ellos te siento,
y no solo al escribir,
pues escribir es dejar atesorado
lo que siento por Ti.
Lo que siento cuando estoy Contigo,
lo que siento al percibir
que estás en todo lo que me rodea,
y que estás cerca de mí.
Y estás dentro de mi alma,
dentro de mi corazón estás,
soy el Zahorí, tu personaje,
el que recibe tus aguas al hablar.
¿Crees que he elevado la Hei
para venirte a agradar?
Santo, Bendito sea:
Sólo en tus emociones
es que me encontrarás.
Has elevado tu luz,
la que Conmigo está,
porque tu corazón es puro,
me sientes, Zahorí, sin más.
Así es Zahorí, querido mío,
que la ofrenda que me haces
queriéndome con todo tu corazón
y con toda tu alma,
esperándome en la adversidad
- porque de amor se trata-,
es que se vuelve un regalo,
es la retribución que hayas,
Lámed y Bet son Mi Corazón,
en mi Torah están,
y la vav está en medio
para venir a revelar
que esa "Y" que has hallado
en tu "escribir" es que están.
Pues escribir es crear,
es construir más que palabras,
Lámed Caf Tav Vav y Bet
son el escribir que hallas.
Y si separas el corazón
con la "Y" que has hallado
en la adición de la luz
que hacia Mí te jala
es que hallas el alma,
pues, soy Zahorí,
Soy la chispa que en ti se halla.
Ahora si te inspiro,
dime qué más ves al escribir.
Zahorí:
Veo que me inspiras
a considerar el "Corazón",
la ofrenda que a Ti te hago
al sentir, mi amor, tu unión.
Escribir es un 17,
como 17 es Tov.
Es bueno venir a escribirte
con el alma y el corazón.
Pues cuando me inspiras a hacerlo
en Tu Palabra veo Yo
la Verdad que se halla
en la Luz de mi Dios.
Estás en todo,
entretejido en mi vida,
en cada cosa que vivo,
Tú lo haces cada día.
Mas, en mi alma y corazón
es que, יהוה, te siento.
Y te siento con mi hijo,
mi hijo es ese aliento
de amor que a Ti te une
y me es alimento.
Pues, el alma ha de nutrirse,
y no precisamente de excesos,
el alma se nutre en el amor,
y en el amor Yo te siento.
Ahora me inspiras a sentir cada letra
que en el escribir, Santo, están,
dentro del corazón que encuentro
en Tu Palabra: Torah.
Si mis manos Yo pongo,
para sentir tu retribución,
es "para iluminar" lo que hallo
en esta donación.
Y si yo mismo siento
que me derramo en Ti,
es la Verdad que hallo
"Al tabernáculo" venir.
¿No es esto el tabernáculo:
venirme yo a elevar
sintiéndote en mi corazón y alma
corrigiendo mis emociones y amar?
¿Crees que lo he construido?
¿Te agrada mi corazón?
¿Te sientes contento conmigo?
Dime la verdad, mi amor.
Santo, Bendito sea:
No escribirías esto
si no estuviera en tu alma,
en tu corazón y en tus emociones,
de vivirme el Tabernáculo trata.
Has elevado esa Hei
que construye todo Mi Nombre.
Lo sientes y lo meditas
y de ti no se esconde,
pues te ilumina todo el día,
al lado de ti camino,
te llevo de mi diestra, sin más.
En todo estoy contigo,
en todo me verás,
has saltado a mis brazos,
eso es Emunah.
Y sientes que te ayudo
y que te voy a ayudar,
sientes que Soy esa Fuerza,
la Vida Soy, la Luz, sin más.
Has entendido en tu corazón
el principio de mis palabras
que hacen este trocito
que en mi Torah se hallan.
¡Escribe! ¡Tú siempre escribe!
¡Escribe que me sientes en el alma
y en el corazón es que me sientes,
me sientes, Zahorí, en Mi Palabra!
Y sientes que transciendo
tus cinco sentidos.
Si Hei es que la elevas,
más de cinco es que hallas.
Están en echarte en mis brazos,
de esto, Israel, trata.
Es un estado de conciencia
el que has venido a alcanzar
echándote en mis brazos,
viviendo tu Emunah.
Y tu Emunah está en el amor,
sólo el amor me halla.
Soy el amor que te rodea
y te circunda y abraza.
A tu lado siempre estoy,
contigo es que camino,
y te revelo la Luz que sientes
en todo este escrito.
¡Dale Luz a Mi Palabra!
Elévala para los demás,
escribe entonces, Zahorí,
que te vendrán a escuchar.
Y como a un lado te haces
y te dejas, por Mí, llevar,
sabes en tu interior, Zahorí,
que Soy, en sí, la Verdad.
Ahora, escríbeme un cuento
que de esencias es que trate.
Y siente como mis Rujot vienen
a quererte y cuidarte.
Son Palabras con las que me hablas,
con las que me sientes en el alma.
Se revelan en la Luz,
el amor es que las halla.
Por esto, considera
que en Mis Salmos están,
David y otros lo han escrito
al venirlo Yo a inspirar.
Con Mi Palabra te hablo,
con Mi Palabra me puedes hablar
y meditarme con el alma,
con lo que en tu corazón está.
Sentirás que no los buscas,
ellos te vienen a encontrar,
¿No es curioso que los últimos
que has venido a contemplar
son, por alguna razón,
los que en mi Ketoret están?
Esto es el Árbol de Vida,
dejarte por Mi llevar;
todo lo pondré en tus manos
y en tu corazón es que está.
יהוה salva es en sí Yeshuá,
es no tomar los frutos prohibidos,
los que Conmigo no están.
Pues, dejarte llevar por Mí
es dejar que te revele
en cada día que pasa
lo que con tu corazón sientes
al unirte conmigo,
al sentirme y quererme.
Es todo perfecto,
sólo tienes que esperar
con humildad y cariño
a que te venga a ayudar,
a inspirarte, a instruirte,
a venirte a elevar.
Corazón y alma es escribir
y escribir es crear.
Deja que Yo te guíe
y te cuide, además.
Ahora, escríbeme de esencias,
escríbeme, Zahorí, un cuento,
que sientas con tu hijo vuestro amor
y que sientas cómo te siento.

