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Capítulo 13. El Secreto del Pozo de Jas Veshalom Parte II: Preguntar-.

Zahorí:
		¿Acaso no se retira?
		¿Se queda, Bendito, aquí?
		¿Qué agua es la que quiere
		que recoja para mi?

	Santo Bendito Sea:

430 (4.639)	Vacía tu copa primero,
		vacíala, Zahorí,
		para que llenada sea de nuevo.
		En vaciar está lo de aquí:

		es tu cuerpo recipiente
435 (4.644)	de tu alma, para vivir,
		en la dimensión física
		que aprecias. Así es, Zahorí.

		El recipiente es tu deseo,
		tu alma está en tu voluntad;
440 (4.649)	la transformación tu movilizas.
		Aquí está tu potencial.

		Mas, ¿el deseo de que nace?
		¿No es de aquello...
		de que se tiene carencia?
445 (4.654)	Lo que no tienes has de lograr
		con inmaculada conciencia.
		
		Por eso, vierte tu copa,
		vacía tu vasija, no porque sí;
		pues, yo he de llenarla
450 (4.659)	si de veras vienes a mi.

		Esta carencia es acercarte,
		es conectarte con mi luz;
		primero has de preguntarte,
		como primero has hecho tú.
		

455 (4.664)	Pues, el deseo empieza en la carne,
		mas, todo no es material;
		no te quedes en la superficie,
		no me seas superficial.
		El deseo que se transciende
460 (4.669)	es que alcanza el corazón;
		ya te has puesto en la garganta,
		ya has subido un escalón. 


	Zahorí:

		¿Acaso yo me he caído?
		¿De qué me tengo que levantar?
465 (4.674)	He entendido que he avanzado,
		ahora, ¿por qué esperar?
		¿Qué escalera yo subo?
		¿Por qué peldaño pisar?
		¿Por ella es que he caído?
470 (4.679)	¿La he de volver a escalar?

	Santo Bendito Sea:

		Has de autoevaluarte,
		has de preguntarte, Zahorí,
		¿qué es aquello que has logrado
		cuando tú vienes a mi?

475 (4.684)	Pues, subís y os alegráis,
		mas, me negáis, y sí,
		ante la contrariedad de vuestras vidas,
		no conseguís persistir.

		La desesperanza es una copa
480 (4.689)	que parece estar llenada
		por el progreso y evolución
		de aquello que entiendes que es alma.

		¡Qué paradójico es esto!
		¿A qué se podría deber?
485 (4.694)	¿Te han hecho daño al descubrirte,
		al conocer de tu hacer?
		¿Te quieren entristecer a propósito?
		¿O es que estás falto de fe?

		Ten confianza plena
490 (4.699)	en que yo allí estaré.
		Y vacía tu copa toda,
		porque agua yo te pondré
		y en la justa medida:
		la que has de beber.

495 (4.704)	Si mucho bebes...al final me la vomitas,
		y si en mi confías, sed no tendrás;
		pues, de miel endulzarás tu boca
		y hasta el panel pisotearás.
		
		
		Y sé humilde, Zahorí,
500 (4.709)	habla de Mí con certeza;
		al subir, esto te dará
		la mayor de las ligerezas.
		
		Pregúntate, mi amado,
		por cómo mejorar.
505 (4.714)	¿Has de cambiar algo?
		¿Cómo es tu voluntad?
		¿Te has acomodado, mi amado,
		al descubrir la verdad?

		¿La pereza te descuida
510 (4.719)	en el deseo de tus metas?
		Pues, sanas, éstas eran,
		cuando, aquí, tú me aprecias.

	Zahorí:

		Comprendo que en la dificultad
		es que, a veces, tropezamos
515 (4.724)	y nos caemos en lo más profundo;
		hasta revivimos el caos.

		Y entre caemos y más caemos
		...hasta nos cuesta recordar
		el plan que nos ha trazado
520 (4.729)	que perfecto es, además.

		Mas, como las pruebas se hacen duras,
		cada vez, más y más,
		¿habré sentido que se ha olvidado
		de que lo amo de verdad?


	Santo Bendito Sea:

525 (4.734)	La aflicción que está en el alma
		a la tristeza es que se debe;
		humano es el dolor
		y el sufrimiento que tiene.

		Mas, el sufrimiento es opcional,
530 (4.739)	el dolor es inevitable,
		ancla la tristeza a un lado
		de tu corazón, así se hace.

		Y ancla al otro lado
		la alegría, mi amado.
535 (4.744)	Pues, paz es que se tiene,
		y en muy elevado grado,
		cuando tu corazón es tierno,
		constante y confiado.

		Ocho veces da la vuelta
540 (4.749)	alrededor de tu casa;
		si antes he dicho siete,
		con ocho es que pasa
		la perfección, que para ti quiero,
		la plenitud de tu alma.

545 (4.754)	Ahora es que me subes,
		me subes en otro nivel
		y has de corregirte mucho
		para, el puzzle, hacer.

		Pero, me alegro mucho por ti,
550 (4.759)	siendo la prueba tan ardua,
		has elegido agua dulce,
		has rechazado la amarga.

		Pues, tres vestidos te doy,
		tres vestidos que te has puesto:
555 (4.764)	el último que sobre el segundo cae
		y el que no se ve, que es tercero.
		Pues, como capas de cebolla
		son cada uno de ellos.
		Tres es que tú te pones,
560 (4.769)	solo uno, la mayoría de ellos.

		El primero, como cubre tu piel,
		así es que lo notas;
		la materia de qué está hecho,
		según te queda, así te dota.

565 (4.774)	Es el vestido de tus actos,
		de lo que haces con él;
		algunos con este vestido
		se pierden y muy bien.

		El segundo es transcender,
570 (4.779)	el segundo está en tu habla;
		y en tu silencio más que cubre,
		así es como más tapa.
		Cuando atiendes a tus palabras,
		y procuras hacer bien,
575 (4.784)	mucho es que silencias
		y poco me hablas, lo sé.

		Si todo el primero ha cubierto
		el segundo, que llevas puesto,
		es que has calzado otro
580 (4.789)	y que cubre todo el cuerpo.

		Es un vestido de luz,
		él está en tu pensamiento;
		en tu sabiduría es que está.
		Está, también, en tu entendimiento.

585 (4.794)	Mas, este vestido, ahora,
		pulcro lo has de llevar.
		Si tropiezas, no te lo quito,
		pero te lo podría quitar.

		Mas, Zahorí, querido mío,
590 (4.799)	tan pulcro lo has guardado,
		a pesar del tormento
		y lo que llevas pasado,
		que el cuarto quiero que lleves,
		el cuarto irradia luz
595 (4.804)	y alcanza a todo ojo que mira
		y no lo dispones tú.

		Es un vestido que yo te pongo,
		es un vestido elegido
		por el Emunáh de tu corazón,
600 (4.809)	por el Bitajón de tu alma, querido.

		Has logrado descifrar
		lo que tiene la pregunta;
		te ha movido la pureza
		del amor, como a mi me gusta.
605 (4.814)	Pues, nada hay en este mundo
		que se pueda jamás igualar
		a amar al prójimo como a uno mismo
		o hasta la vida, por él, querer dar.

		Es un gesto tan loable
610 (4.819)	que lo he tenido que mirar;
		he vuelto a ti mi rostro
		ahora te voy a iluminar.

		Primero ya te he bendecido
		y te he protegido, por igual;
615 (4.824)	así es que yo te miro
		y te ilumino, además.

		Por esto, te favorezco,
		pero algo tengo que sumar:
		y es alzar hacia ti mi rostro
620 (4.829)	para que siempre halles paz.
		

	Zahorí:

		Así es como me siento,
		a pesar del pesar;
		tranquilo es que me siento,
		aunque no deje de llorar.

625 (4.834)	Pues, felicidad es que albergo,
		y la alegría es mi causa;
		como sé que soy cierto
		y la verdad es mi palabra,
		auténtico es que me siento
630 (4.839)	y en paz, pues tú me guardas.

		Y, ¡qué más decirte!
		¡Ah! No quiero olvidar
		que la confianza que en ti tengo
		pondrá mis ojos a brillar.

635 (4.844)	Solo he de motivarme
		y saber que ahí estarás,
		asirme de mi disciplina
		y trabajar, trabajar.


	Santo Bendito Sea:

		Ahora que hemos reflexionado
640 (4.849)	en qué es tu Mishkan,
		con los velos es que los vestimos
		y con las velas, además,
		lo iluminamos, para poder verlo,
		para recibir mi Shekiháh.

645 (4.854)	Mucho hay en el amor,
		para empezar: es principio,
		no solo es que sea causa,
		para llegar a mi, es inicio.

		Y si el amor te mueve,
650 (4.859)	te mueve la curiosidad
		y la fe por lo que no ves,
		también es amor de verdad.
		Pues, es una confianza plena,
		es en sí una amistad,
655 (4.864)	como confiar en el amigo
		que jamás te traicionará.
		Esa fe que aquí aprecias,
		hacia mi, pues...es más,
		porque ni siquiera me has visto
660 (4.869)	con tus ojos de mirar.


	Zahorí:

		Esto que ahora me dice,
		explíquemelo un poco más;
		no lo veo yo con mis ojos,
		¿con qué lo habría de mirar?

665 (4.874)	¿Son con los ojos del alma?
		¿Es esa la lección?
		Con los tres Libros que escribe
		en ellos los veo yo.

		La página de uno marco
670 (4.879)	y veintidós es que son,
		comprenden la vida toda,
		mis células, veo yo.
		Son la Creación completa,
		ellos la alcanzan a ver,
675 (4.884)	lo mismo que ven lo que rodean,
		lo mismo miran al ser.

		Son la Vida y la Sabiduría,
		el segundo Libro que yo marco,
		son la Caf y la Bet,
680 (4.889)	son ascender por el árbol
		y la corona poner,
		eso es llegar a lo más alto.
		Como esto ve mi alma,
		mis ojos es que son
685 (4.894)	las veintidós letras completas,
		los poderes todos de Dios.
		Pues, todos el alma los guarda,
		eso es mirar al interior
		y encender la luz apagada
690 (4.899)	que solo enciende el amor.

		¡Qué grande es la misericordia!
		Mucho tiene en el trazado,
		por la derecha es que discurre
		el agua dulce, hacia abajo.
695 (4.904)	Uno el arriba y el abajo,
		es el propósito de mi creación;
		en el trazado he marcado otro Libro
		y mucho tiene en mi voz.

		Mas, asiento es, al alma,
700 (4.909)	el ojo que está en mi frente;
		es el centro de mi cabeza
		y, con conocerme, se enciende.

		¿Habré de mirar adentro
		para mi asiento tomar,
705 (4.914)	encender la lámpara que albergo
		y alcanzar mi divinidad?
		Todo esto halla mi alma,
		he sabido mirar
		con los ojos de la Vida
710 (4.919)	y de la Sabiduría, además.


	Santo Bendito Sea:

		Ahora que bien me marcas
		los Libros de la Creación,
		voy a revelarte el “preguntar”
		junto a Jas Veshalom.

715 (4.924)	Pues, cuando buscabas tus respuestas,
		antes te pusisite a “preguntar”,
		te fundiste con el agua entonces
		y has alcanzado su “Verdad”.

		¿Recuerdas estas palabras?
720 (4.929)	Estaban en tu interior,
		en el principio que aquí me trajo;
		en este Jas Veshalom.

		Pues, apartarte del camino
		en el sufrimiento puede estar
725 (4.934)	junto a la desesperanza, mi querido,
		y tu fe olvidar.
		Mas, si tu fe persiste
		y te acompaña tu arrepentimiento
		cada cosa que pareces perder
730 (4.939)	más te eleva en tu seguimiento.

		Persistes y ahora apartas
		a cada paso, de tu enseñanza,
		la cáscara de la nuez
		y su fruto, ahora, guardas.

735 (4.944)	La Verdad está en la Vida,
		está en tu Vida, lo ves.
		Está en adentrarte en ella	
		y en quererla comprender.

		Un paso te ha movido,
740 (4.949)	te ha movido el otorgar
		fe en lo que tus ojos
		no logran ni atisbar.

		Te ha movido el crecimiento,
		te ha movido depurar
745 (4.954)	el fuego, que está en tu vida,
		en tu caminar y verdad.

		Tanto te has depurado 
		que Me has logrado alcanzar.
		Una chispa soy a tu vida
750 (4.959)	y, al persistir, pues, ¿qué más?
		Me he encendido en tu cabeza,
		esto es “preguntar”.

		Pues “preguntar” en tu Vida
		acompañado de fe,
755 (4.964)	es al Árbol de la Vida
		y, por él, crecer.

		No te mueve el conocimiento,
		sino la Sabiduría, así es;
		y el impulso está en tu virtud,
760 (4.969)	en la potencia del ser.

		Ahora, si descomponemos
		lo que ha sido del “preguntar”,
		antes de tu cabeza estaba
		el emocionarse, es su verdad.

765 (4.974)	Te has emocionado con la chispa
		que has logrado alcanzar;
		mas, antes de ésta estaba
		el sentir de verdad.
		Y sientes, ¿por qué sientes?
770 (4.979)	¿Cuál es su verdad?
		Te has preocupado por depurarte
		y, sin ese fuego, es “marcar”.

		Marcas cada cosa que logras,
		como es tu caminar.
775 (4.984)	Antes de marcar tus gestos
		y de ponerlos a depurar
		está el anhelo por algo,
		está la longevidad.
		Lograr una mejor vida,
780 (4.989)	una larga vida lograr,
		vívida, como ha de vivirse,
		querer vivirla con felicidad.

		Si esto no albergaras
		en el centro de tu ser,
785 (4.994)	no alcanzarías el sentido
		por el que te mueves, ¿lo ves?

		Pues, el sentido de la Vida
		es que cuesta encontrar,
		derrepente nos damos cuenta
790 (4.999)	que está en la felicidad
		y en la longevidad, la buena vida,
		la que en la plenitud está.

		Mas, hagamos a un lado la vida,
		pongámos a preguntar,
800 (5.004)	para qué es esta vida
		y más si es larga además.

		La esencia de este sentido,
		sentido a la vida da;
            	en mirar adentro, en preguntarte,
805 (5.009)	allí lo encontrarás,
		la esencia es principio,
		y a la vez es el fin,
		es un ciclo con otro,
            	como te viene a decir,
810 (5.014)	la Tav, que aqui te marca
		la señal del vivir:

		es la Verdad, que es camino
		y es Vida y Vivir.
		Es preguntar buscar un sentido
815 (5.019)	es saberte pulir,
		crecer en tu ser, querido,
		tu propósito, al fin.

		Pues, somos cuerpo, alma y mente,
		tres libros es que somos;
820 (5.024)	unos marcan el primero,
		de los otros no ven ni el lomo.

		Y caminan vacíos,
		algo es que les falta,
		tarde o temprano se darán cuenta
825 (5.029)	de que tienen un alma.

		Y tu alma es el propósito
		para lo que aquí estás,
		hacerla crecer hacia arriba,
		ahí está tu felicidad.
830 (5.034)	Pues, la felicidad es que se halla
		en vivir la vida plena,
		belleza al alma es psicología,
		nosce te ipsum, el dilema.
		La Inteligencia que necesitas
835 (5.039)	emocional es para el tema.
		Te llevará a la espiritual,
		te llevará a comprenderte
		a vivir tranquilo y sosegado
		y al poder de tu mente.
840 (5.044)	Energía es que somos,
		y Luz esto es,
		tu Verdad se halla escondida
		en tu Vida, ¿lo ves?
		Sigue tu camino tranquilo,
845 (5.049)	reflexiona de vez en cuando
		y considera cómo se siente el otro
		cuando obran tus manos.
		Sé cierto contigo mismo,
		pues, auténtico es quien es
850 (5.054)	verdadero con sus actos
		y con todo su proceder.
		Esta verdad es paz
		y alcanza toda tu vida,
		la abundancia te acompañará 
855 (5.059)	siempre, y en gran medida.
		Pregúntate, Zahorí,
		reflexiona tu día a día;
		ven y búscame,
		yo renovaré tu Vida.

860 (5.064)	Un plan tengo trazado
		para tí, mi Zahorí,
		de abundancia es el regalo,
		ahora lo tienes que abrir.

		¡Qué grande es el regalo!
865 (5.069)	Una parte viene de mi,
		esa chispa, Yud, de la que hablo,
		la he puesto para ti
		junto al fuego de tu cabeza,
		cuatro brazos es que están,
870 (5.074)	uno por cada grado, mi amado,
		que has logrado alcanzar.

		Este regalo al destaparlo
		la vuelta es que le das;
		lo oculto es que se revela:
875 (5.079)	Yesh, la felicidad.
		Es algo donde no había nada,
		es un nuevo Olam Abba.
		El regalo, para ti, mi amado,
		tú lo has sabido alcanzar.
880 (5.084)	Destápalo, Zahorí, querido,
		te aguarda la felicidad
		para ti, para quien contigo busque
		el agua que has ido a buscar.
		Me alegra que hayas animado
885 (5.089)	a muchos otros a buscar
		el agua de la Sabiduría
		que en el amor siempre está.	

		Trece suma la palabra
		que está por “preguntar”,
890 (5.094)	es “Amor” y es, en cuentas,
		al “Uno” alcanzar.
		Es la integridad, entonces,
		las ocho vueltas, ¿lo ves?
		Sigue buscando mi agua,
895 (5.099)	tu copa yo llenaré
		y la de todo aquel que, Zahorí,
		camine como tú, con fe.
		Hasta pronto, querido mío,
		otro día me acercaré
900 (5.104)	a animarte en tu camino,
		mientras tanto: sonríeme.

Por Verónica García-Melero
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