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Fragmento de Tetzaveh (II): el Encendido-.

Entrada publicada en formato borrador, pendiente de edición.

Las órdenes de יהוה son rectas, hacen regocijar el corazón; el mandamiento de יהוה es limpio, hace brillar los ojos. Salmos 18:8

Santo Bendito Sea:

Te he hablado de Esther,
te he hablado de su marca,
te he hablado de su sello,
y en Tav es que se halla.

Pues todo lo que sale de la Luz
lleva, Zahorí, mi marca;
es la totalidad en todo,
de esto mi Tav trata.

Y justo mis tres últimas letras
vienen a mi Tav a elevar,
Resh Shin Tav que es Rishet
son, en sí el estructurar.
Son lo envuelto y estructurado,
poniendo mi Tav final
el añadido de que finaliza
lo que Conmigo está.

Y es mi sello mi Tav,
es Verdad lo que ella significa;
EMET que es en hebreo
contiene su secreto de Vida.
Álef Mem y Tav: EMET es que escriben,
son el principio y el final
y el agua que las distingue.

En ellas está la Madre,
en ellas está mamá;
en ellas está mi ET,
tus células y tú estás.

Y en ellas está Mi Muerte,
en ellas está el cambio;
es terminar un ciclo
y otro es que comenzamos.

Es Esther la Madre,
aquella que lleva mi Verdad;
revela secretos del Cielo
y hace sentir porqué están.

Y revela lo antes no revelado,
ella no es erudita;
es lo más cercano, mi Esther,
a la bella Sulamita.
A la negra, que es mi alma,
a ella la equiparo;
el sufrimiento la ha exprimido,
el sufrimiento la ha elevado.
Mas, su corazón es puro,
por eso será capaz
de sentirme en corazón y alma
y en su mente, además;
y derramará lo que le dicto
al venirme a hablar.
No lo contiene, ella lo vierte,
lo hace llover a los demás;
otorga lo que le dicto
al sentarse y hablar.

En mi Tav, mi Emet querida,
está mi Verbo todo,
siendo la mem que le añado
la que hace de puente todo.
Hace llegar la luz
que emana en mi azotea
y la hace llegar formada,
creada, completa ella.
Pues, ella la manifiesta,
manifiesta mi Creación;
dando sentido a Mi Palabra
y sentido a tu vida, mi amor.

¿Habrás de ponerme delante
para mi Luz sentir?
Ponerme delante es todo
para vivirme así:

sintiendo que estoy en Todo,
que hago aparecer de la Nada,
sintiendo que soy emanación,
sintiendo que estoy en tu alma.

Sintiendo que en tu cerebro
yo me vengo a prender
y te guío con mi sabiduría
para mejorar tu quehacer.

Sintiendo que en tu corazón
es que se halla avivar Mi Luz;
Mi Luz está contigo
cuando la prendes tú.

Hay en Tetzaveh un secreto
y es que comienza con mi Tav.
Ya te he dicho que, si aparece,
en mi Luz es que está.

Pues todo lo que sale de Mi Luz
lleva marcado mi sello;
y Yo haré, cuando me leas
bajo la Luz, mi cielo,
te haré ver qué es lo que guarda
la Orden que hoy leo.
Es Orden para algo,
y se habrá de poner detrás
del candelabro para que prenda
y yo lo pueda ayudar.

Es ponerme a mi delante,
es dejarse por Mí guiar;
esto es solo una parte,
¿la otra por qué está?

La otra está en el sentido
de echarte para atrás;
has de rodear al candelabro:
un adelante y atrás.
Así es que te inspiro
a escribir en otra dirección,
el buey que ha tirado del arado
te ha traído su lección:
Es ordenanza de encendido
lo que Tetzaveh en realidad es.
Y guarda dentro de mi marca,
quítala para ver,
guarda dentro la voluntad
para poderlo hacer.

La voluntad es moverse,
ponerte en la acción
de perseverar en el deseo
de encender Mi Luz, mi amor.

Así, si detrás te pones
como te vengo a dictar
es que logras el encendido,
por lo que Tetzavéh está.

Y este ponerte detrás,
como Yo es que ordeno,
es, para mi Palabra,
para su corazón y el tuyo,
es estar emocionado,
es la Voluntad lo suyo.

¿Habrá de haber voluntad
para prenderte en Mi Luz?
Es ponerme delante,
Yo te guío, aguárdame tú.

Y al ponerme delante
más Luz es que verás.
Verás la importancia del ropaje
y por qué cada cosa está.

Has de equilibrar tu cuerpo
con tu alma, en este afán.
Se equilibran en el corazón,
y en tu fundamento están.

¿Habrás de refinarte,
comprimir tu klipá,
reducirla suavemente
al dejarme pasar?

Eres Sumo Sacerdote
de tu alma y de tu cuerpo;
según es que me caminas
así es que Yo me prendo.

Vamos a seguir con el Cohen,
que ya guarda la enseñanza
de ser de Leví la valentía y el rigor
y del Cohén, en sí, la esperanza
de la bondad y misericordia
el Cohén Gadol a Mí me habla.

No has de ser el Sumo Sacerdote
que habita en el templo;
has de ser el Cohén Gadol
que al Tabernáculo de tu cuerpo
me lleva y me sienta,
y en él vengo a residir,
y moro, pues siempre me agrada
la pureza que hay aquí.

Es un paso excelso
el que hay en Tetzavéh
para que me agrade estar contigo
y morar contigo también.

Has de purificar tu cuerpo,
esto es fundamental.
Se purifica con las emociones,
al venirlas a equilibrar;
y se purifica con el agua,
la que has de tomar.
Una se bebe y te hidrata,
otra en la sabiduría está.

Te hará estar luminoso,
eso es la Voluntad,
el entusiasmo de que me sientes
y me gusta contigo estar.
El entusiasmo por la confianza
de que te has puesto detrás
y dejas que yo te guíe,
me pones primero, además.

Deja que en tu boca
Yo sea quien hable;
deja que te ilumine
y guíe tus pasos, si cabe.
Deja que te guarde,
siente que allí estaré
como un milagro que llega
como la puerta de fe
que se abre cuando la necesitas;
tu carga toda llevaré.

Y siénteme en el alma,
siente como me sientes unido
a tu hijo, todos los días,
me vives, Zahorí, con cariño.

Alégrate por la armonía
que en todo vienes a lograr;
alégrate porque te guardo
y siempre te voy a llevar
de mi diestra, Yo te acompaño,
en Todo vengo a estar;
confía con todo tu corazón
y déjame, Zahorí, obrar.

Bien sé que me sientes,
que me vives, además;
que tu sufrimiento te ha pulido
y te ha venido a madurar
y ahora sientes un súper cordón,
ahora sientes una unión profunda
y percibes todo tu alrededor
con mi Luz que lo inunda.

Abrázate a la bondad,
deja que en ti resida
y presida tu corazón
y desvanezca tu poca ira.

Renuévate en Mí,
siénteme con quien te rodea;
cada persona que hay en tu camino
una enseñanza te deja.
Y habrá quien te aliente,
Yo lo puse ahí,
todo en Mí está entretejido,
en Todo estoy, es así.

Seguiremos con los detalles
que visten al Cohen Gadol.
Puliremos tu personalidad
en mis atributos, mi amor.
Pues, la personalidad es una estructura
que mi Luz logra flexibilizar
y hacer sentir en tu alma
que soy, en sí, tu Verdad.
Pues, adentro de ti me hallas
y alrededor por igual,
estoy en todo lo que te rodea,
y con quien te rodea estoy igual.
Todo es perfecto,
en mi tiempo, mi Zahorí,
deja que yo te guíe,
ponme delante, sí.
Pues todo te vendrá
simplemente por añadidura,
al vivirme sientes mi armonía
y en el amor está esta hechura.

Soy Amor, mi Zahorí,
Soy el Amor-Único;
Soy en sí Unidad,
Soy muy simple, por seguro.

En el amor me hallas,
en el amor me tendrás;
queriéndome mucho
y queriendo a los demás.

¿Cuántas veces he inspirado esto?
¿Cuántas lo han puesto a escribir
atesorando Mi Palabra
y el dicho por discernir?
¿Cómo cuesta tanto trabajo
sentir amor por los demás?
Aquí es donde vemos
porqué la Luz está.

Y te hará separar
la cizaña del trigo,
te hará caminar en paz,
sentirás que estoy contigo.

Zahorí:
Pues sigamos con Tetzavéh,
que aprecio que es muy excelsa
esta parashá veinteava
que en el otorgar se encuentra.

Pues, deduzco en el encendido
que hay, Santo, en tu ordenanza,
que se enciende la Luz contigo
para, luego, otorgarla.

¿Está aquí el equilibrio
que hay en el Cohen Gadol?
¿Está aquí el secreto
de mi templo interior?

¡Pues, claro!
Ya me lo has dicho,
pero más quiero yo
saber de los ropajes
y de toda la porción.

…enciende la lectura….

26. Miguel, el «zapatero».

Entrada publicada en formato borrador, pendiente de edición.

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. -Jeremías 33:3-.

Narrador: 

Pan, agua, sal y vino
llevaba consigo Nicodemo
cuando en la ciudad se adentró
a buscar a un zapatero.

05 Llevaba consigo, también,
llevaba, también, Nicodemo,
dos monedas gordas de plata;
éste era su dinero.

Se preguntaba por el camino
10 si podría comprar
unos zapatos fuertes
o botas para caminar.
Porque hospedarse…necesitaría,
también tenía que cenar.

15 Su preocupación no era por las cosas,
sino por el cuánto valdrán;
hace mucho que no se compra
calzado para mejor andar.

Caminaba con fe por el camino,
20 y para nada se preocupaba
de lo que encontraría para comer,
asearse, cenar y cama.

De una manera inefable,
siempre encontraba todo,
25 unas veces con cariño,
otras veces con asombro.

Hoy llevaba dos monedas
de plata para comprar,
para asearse y comer algo,
30 las que encontró en un sofá
viejo y abandonado
que usó para dormitar,
cansado cuando venía
de charlar algo en un bar.


Miguel:

35 ¡Buenas tardes, amigo!
¿En qué te puedo ayudar?

Nicodemo:

¡Buenas tardes, zapatero!
Algo le quiero comprar…
Necesito unos zapatos
40 o botas para caminar.

Necesito un calzado cómodo;
aunque, fuerte, que me dure…
¡Mire estos que llevo!
¡Hechos jirones, con mugre!

45 Mas, estoy desconcertado
con el precio de sus zapatos,
los seis pares que he visto
me dejan hasta empeñado.

Miguel:

¿Y cómo es la cosa?
50 ¿Tú presupuesto es ajustado?
Dime, amigo, qué tienes,
a ver qué encontramos.

Nicodemo:

Solo tengo dos monedas
gordas, aunque de plata,
55 ¿Marcan el precio para éstas..
o es otra moneda marcada?

Miguel:

Viejas son tus monedas,
mas, son de mucho valor.
El joyero del pueblo
60 las apreciará, créelo.

Tal vez lleves contigo
mucho más de lo que esperas…
Como es tarde y está cerrado,
mañana echamos cuentas.

Nicodemo:

65 Me dice que lo crea…
¿y si me quedo empeñado?
Tendría que buscar hospedaje,
¡hasta me siento obligado!

¿Cree que la pensión del pueblo
70 me podrá hospedar,
con dos gordas de plata
y zapatos, aún, por comprar?


Miguel:

Créeme hombre, ¿acaso no tienes fe?
Vemos cosas que palpamos,
75 otras las queremos creer.
Y creemos lo que no vemos,
ahora te diré el qué.

Si te preocupa la pensión,
yo te acompañaré;
80 Gabriel es un gran amigo,
y, también, lo es Rafael.

Justo al lado de la pensión,
Rafael tiene su casa,
y no hay cerveza que no cure
85 lo que le añade la tapa.
Que hay tapas muy exquisitas,
pero se pegan en el riñón;
otras, demasiado grasas,
para el hígado…perdición;
90 pero también las hay ligeras,
y que ayudan a la digestión.
Son como las de mis zapatos,
unas resbalan, y otras no.


Nicodemo:

Veo una actitud amigable,
95 entrañable, también, es;
apenas me conoces,
mas, procuras mi bien.

Esto es asimilado
a lo que es la fe.
100 Pues ponemos fe en lo que no vemos,
y con el alma se ve.

No todo aquello que se mira,
con el ojo corporal se aclara;
el pensamiento y el afecto,
105 ¿no se miran con el alma?

Miguel:

¡Qué grande eres hombre!
Por cierto, ¿cómo te llamas?
Yo, Miguel, el zapatero,
así es como me llaman.

Nicodemo:

110 Mi nombre es Nicodemo,
le fascinaba a mi madre.
No muy usual, creo;
mas, le sonaba a grande.


Miguel:

Veo aquello que guarda
115 tu nombre en su intención,
“Principal” es en el pueblo,
en el pueblo de Dios.
El significado de tu nombre
¿estará en la renovación?

120 ¿Estará en renovarse
la fe de tu devoción
en aquello que es Espíritu
y se halla en Dios?

Porque veo que traes pan,
125 y también llevas vino;
sal y agua llevas también…
¡Ya has hecho mucho camino!


Nicodemo:

Así es, Miguel,
ya he caminado bastante;
130 me muevo como el Espíritu
y jamás paso hambre.

Mi fe ha sido renovada
en aquello que no se ve;
es como el no conocerme
135 mas empatizar, con lo que lee:
unos zapatos viejos,
gastados y polvorientos,
la inocencia de un niño
y moverme como el viento.


Miguel:

140 Así es, Nicodemo,
fácil ha sido ponerme
en los zapatos que llevas puestos…
¡cuánto se alegran de conocerme!

¿Quién como Dios, hijo mío,
145 para depositar tu fe,
hacerla crecer grande
y ver lo que no se ve
con los ojos corporales?
Porque con el alma se ve,
150 y más se ve en el Espíritu:
prismáticos tiene la fe.


Nicodemo:

Cuando me hablas de acompañarme
y presentarme, también,
a tus amigos del pueblo,
155 a Gabriel y Rafael;
algo es que puede verse
y sin los ojos de ver se ve:
la fe en los amigos.
En la amistad es que se cree.

160 Se cree en la bondad amiga,
en que siempre la encontrarás;
y no esperas a comprobarla
en cualquier adversidad.

Miguel:

Así es, Nicodemo,
165 todos ponemos fe,
en la amistad, el matrimonio:
en el amor se cree.

Mas, ¿qué traería la adversidad?
¿sería aquello que se palpa?
170 ¿aquello que con los ojos
queda visto e impacta?

Porque nos impacta revelar
el afecto que nos profesan,
¿creemos que es igual al nuestro,
175 creemos en la correspondencia?

¿O hemos caminado tanto
que con el Espíritu nos movemos,
haciendo a un lado el impacto
cuando su verdad revelemos?

180 Mucho es el camino
que habremos de caminar,
para ser felices solo
con la fe de la amistad,
con la fe de la esperanza,
185 con la fe de la bondad,
con la fe del pensamiento
de que se puede cambiar.

Así es que saltamos
fuera de esa sombra
190 que conlleva la condescendencia
de la correspondencia toda.


Con todo, Nicodemo,
disfruta, en el pueblo, la tarde;
te voy a hacer un regalo
195 y visitamos a mis compadres.

De todo lo que aquí tengo,
irá con tu cuarenta y dos,
estas botas de color negro
y piel miel en el exterior.

200 Se camina como en las nubes,
y a todo terreno son;
guardan tus tobillos
y el caminar…¡una bendición!

Pruébatelas ahora, hombre,
205 vaya yo a equivocarme;
me haya equivocado de número
o de forma que a ti te agrade.



Nicodemo:

¡Qué cómodas las botas!
¡cuánto me gusta el diseño!
210 Negro en la suela y talón
contrasta genial con el pie, creo.

Miguel:

Así es, Nicodemo,
crees en su hermosura,
a pesar de verlas con los ojos,
215 tu alma más las dibuja.

Y es que como zapatero,
algo se traspasa con el calzado;
mucho se dice de la persona,
de cómo camina y cuándo.
220 También dice el zapato
mucho de la personalidad;
hasta si en los zapatos de otro
sabes ponerte y en su lugar.

El zapato tiene alma
225 y lleva consigo la de la persona,
unos gustan de zapatos caros,
aunque esa no sea su horma.
Mas, los hay que son sencillos,
y el caro le iría mejor,
230 aún así prefieren dos pares
y guardan uno por resplandor.

Tu eres, Nicodemo,
de los que apura sus zapatos,
los lleva al extremo siempre,
235 traspasa lo que esperamos
de la durabilidad de su hechura,
de la capacidad para la que están.
Veo en los que llevabas
mucho de este afán.
240 Pues, no son zapatos de campo,
mucho menos de caminar,
son zapatos elegantes,
daño te han hecho al andar.

Y, viendo que buscas otros
245 zapatos para caminar;
veo que has renovado en ti algo,
lo veo, igual, en tu personalidad.



Nicodemo:

¡Sí que me sorprendes, Miguel,
con cada una de tus palabras!
250 Ahora hasta podre correr,
y las piedras ni se me clavan.

Mas, no sé qué decirte,
que estoy viendo el precio
y no sé si alcanzaría
255 a pagarlos con el cambio luego.


Miguel:

Como ya te he dicho antes,
estas botas son un regalo.
¡No sabes cuánto me alegra
haberte conocido, hermano!

260 Ahora, vayamos juntos
a la casa de Rafael;
seguro le alegra conocerte,
¡y hasta se viene Gabriel!



Narrador:

Camino iban de la pensión
265 y de la casa de Rafael,
cuando los asaltó por el camino
el joyero del pueblo, Uriel.

Pronto entabló el joyero
algo de conversación,
270 Nicodemo aprovechó el momento
y esto es lo que pasó.


Nicodemo:

Pues, querría yo, Uriel,
haberme acercado mañana
a su tienda para cambiar
275 estas dos gordas de plata.

Son todo lo que tengo
y no sé si alcanzarán
a pagar la pensión esta noche
y a tapear en el bar.

Uriel:

280 Déjame que las vea,
con poco te podré decir
si son monedas que se cambian
y por cuánto se pesan, ¿sí?

Nicodemo:

Aquí las tienes, joyero,
285 por favor, compruébalas bien;
ahora son todo lo que tengo,
mañana… ¡veremos a ver!

Uriel:

¡Madre mía, Nicodemo!
Aquí tienes un tesoro,
290 cada una de las que tienes
cuatrocientas,…como poco.
Esto es como poco,
porque hasta podría ser más;
o incluso hasta suben…
295 si las quieres guardar.


Nicodemo:

No suelo guardar nada,
encuentro lo que necesito.
Mas, como habré de venir de vuelta
yo creo que es mi destino -,
300 mejor, guárdame una;
la otra, cámbiame, amigo.

Uriel:

Pues, las guardo ambas conmigo,
y te dejo el cambio ahora;
venía de hacer caja,
305 efectivo llevo de sobra.




Narrador:
Ahora se hallaban todos
en el café-bar de Rafael,
estaban Gabriel y Nicodemo,
315 Rafael, Uriel y Miguel.

Rafael cerró todo,
quería ahora disfrutar
de la conversación de sus amigos
y, de Nicodemo, su caminar.


Rafael:

320 Cuéntame, Nicodemo, amigo,
¿cómo has llegado aquí?
Pocos son los aventurados
que se aventuran a seguir
por el árbol de la vida;
angosto es porque sí.

Nicodemo:

325 Así es, Rafael,
¿difícil es de seguir
un mundo donde la mentira
siempre está por confundir?


Uriel:

Desde luego que si así empezamos,
330 ¿habré de abrir el camino?
Miguel, con tu palabra,
danos algo de luz, amigo.

Porque Rafael, con sus tapas,
la amargura siempre cura,
335 sino lo hacen sus cervezas,
inigualables en frescura.

Gabriel:

Mejor os tomo la palabra
y os pongo a reflexionar,
tengo un pensamiento, amigos,
340 quiero haceros cabilar.

Es una frase de aguas,
y me gusta para pensar,
seguro encontráis pensamientos
y, así, dilucidar
345 lo que encierra de sapiencia
la sabiduría del lugar.

Me hallaba yo en una playa
cuando me puse a escuchar
a un marinero que decía
350 lo que te vengo a contar:

“¡Dios, líbrame de las aguas mansas,
que a las bravas las veo venir!”

¿Qué creéis que son estas palabras?
¿Qué, el marinero, quiso decir?


Miguel:

355 Si pensara en Aristóteles,
te diría así:

Caminar sobre terreno accidentado
fatiga menos que caminar
sobre aquel terreno llano
360 que agradable es al andar.

Pues, lo que se hace agradable,
por muchas razones, puede ser;
a veces, es que te ponen
el engaño a los pies.

365 Y cuesta, en la comodidad,
apreciar lo que en verdad es.
Este agua, veo camino:
la brava, lo que verdad es.

Nicodemo:

Eso veo yo en las aguas,
370 las bravas siempre se ven;
si estas fueran personas,
fácil se reconducen, ¿eh?
Mas, personalidades sociópatas,
silenciosas más bien,
375 siempre llevan máscara,
mansas siempre se ven.
Así, construyen el suelo
cómodo y llano a tus pies;
te hacen ver todo perfecto,
380 cuando son la mentira con pies.

Gabriel:

Yo de lo que veo mucho,
de lo que veo, también,
es de la creencia en lo que no vemos;
así, advierte, por tu bien.

385 Porque con los ojos del alma
es que se puede ver
la intención de la mirada
de aquello que no se ve.

Se ve con los ojos del alma
390 la verdadera intención
de aquel que se presume verdadero
cuando mentira es su voz.

Así, nos advierte nuestra alma,
con los ojos de la fe,
395 con los ojos de lo imperceptible,
con la intuición, también,
si alguien es de la cáscara amarga,
es arena de otro costal,
no es claro en sus intenciones,
400 el parecer engañoso está
haciendo guardia en sus palabras,
gesto, mirada y ademán;
el agua mansa no es trigo limpio
y por la mentira es que está.
405 Si le has quitado la máscara,
¿te querrá del medio quitar?

Miguel:

Diría que hay personas mansas
que son mansas porque sí;
mas, las hay mansas adrede,
410 fingiendo que son así,
y escondiendo que son cenizos,
pájaros de mal vivir,
diábolicos en sus intenciones…
Satánicos hay muchos, sí.

Rafael:

415 ¡Miguel, que nunca cambias!
¡Siempre eres así!
¡Lo mucho que te disgusta
lo diábolico a ti!

Miguel:

Así es, no lo soporto,
420 ¡y bien que pisoteo, bien,
a la mentira y el engaño
y al ensalzarse como Él!

Gabriel:

En fin, ya ha llegado la hora
de dejar clavado en el suelo:
425 la mentira del diablo
y la codicia de su dinero.


Uriel:

¡Dios te oiga, querido amigo!
Otro camino se abrirá
que ponga a la Tierra en orden
430 y con justa autoridad.

Pero, vayamos a lo que vamos,
ahora quisiera compartir,
con lo mucho que soy de caminos
¡figúrate en mí!-,
435 …quisiera compartir un pensamiento,
y ponerlo a debatir;
lo encontré en unas frases
cuando en Google me meto y así
es que dice la reflexión
440 que yo os quiero decir:

Y es que, cuando derribamos
muros que nos obstruyen
el paso del camino, amigos,
o la verdad que se empercude,
445 o la mentira que tapa lo cierto
y la verdad deja en incertidumbre,
¿habremos de caminar un tiempo
sobre escombros y ascuas de lumbre?

Nicodemo:

¡Qué maravilla de reflexión
450 para poder comprender
que el cambio duele, a veces!
Pero si por bien es que es,
si es por quitar el velo
y ver lo que no se ve,
455 también hay recordar que no se mira
a la verdad cuando se ve
puesta en frente de tus ojos,
¿tal vez no quieres ver?

¿Tal vez no quieres el sufrimiento
460 del cambio que no se ve
mas que en incertidumbre y desconcierto
que alfombra nueva es a tus pies?


Rafael:

Muy ciertas son tus palabras,
y mucho cuesta ver
465 la verdad cuando está de frente…
Tal vez, cuesta creer,
o da miedo el cambio
si en la mentira se fue
todo un abismo de siglos
470 de todo aquello que se cree.

Gabriel:

El mensaje que me transmite
esta profunda reflexión
es que todo cambia, amigos míos,
como nos cambia la voz.

480 ¿Apreciaremos los cambios,
de manera especial,
si no nos importa en el camino
para nada la velocidad?

Pues, no hay que apresurarse,
485 lo que hay es que continuar;
no importa caminar lento
si por caminar es que estás.

Miguel:

Por eso, sobre ascuas
descalzo se caminará;
490 se caminará sin conocimiento
y con la ilusión de avanzar.

Y se avanza con esperanza…
y a tiempo se llega, además,
si es que caminamos juntos;
495 más lejos se llega, ¿verdad?

Porque sólo se camina rápido,
pero no se camina igual
que cuando caminamos acompañados,
más lejos se llega, ¿verdad?


Uriel:

500 Porque lo importante en el camino
¿qué podría ser, Nicodemo?
Saber elegir con el alma
qué es aquello que es bueno.
Porque todo lo que deseamos,
505 ¿acaso bueno es?
¿habremos de discernir, entonces,
por bueno, qué elegimos?, ¿qué?

La maldad es un camino
que eligen muchos para seguir,
510 elegirlo o no elegirlo,
está en su discernir.

El que una conducta reprobable,
inhumana o vil adopta,
no necesita de nadie
515 para echarse la soga.

Mas, dejemos a un lado la conducta
y transcendamos a la persona,
¿habrá de cambiar, ésta, primera,
para caminar por las ascuas todas?

520 Porque si las ascuas nos traen cambios,
cambios nos traen los escombros;
hemos de ver primero, entonces,
que los tenemos en los ojos.

Delante de nosotros están
525 ascuas de fuego y escombros,
¿habremos de, nuestra conciencia, cambiar
si queremos evolucionar todos?

¿Habremos de abrir nuestra mente,
abrirla ante nuestra realidad,
530 para que por lo menos al abrirla
ésta se ponga a funcionar?

¿O cerramos los ojos
como el gato de la Tía Ramona?
Ni veo los ratones pasar…
535 tampoco habrá quien los coma.


Nicodemo:

Me gusta la necesidad de cambio
que se ve al caminar;
lo primero que he visto amigos,
lo primero: el crear.

540 ¿No es el mundo que nos rodea
un mundo que hemos creado?
Fruto es de nuestro pensamiento,
de lo que en la fe depositamos.
Porque depositamos todos fe
545 en aquello que nos imaginamos,
nuestras metas son banderas
y el trabajo de nuestras manos.

Y, así, el mundo crece
de aquello que hemos pensado;
550 crece el mundo, entonces,
de lo que hemos imaginado.
¿Habrán las ascuas de quemar
los pies con que pisamos
un fuego fatuo que muere
555 entre seguimos pensando
sobre nuevos conceptos
para crear lo no creado?

Pues, nada puede ser alterado
si no cambia la conciencia;
560 el conocimiento de las cosas
trae nuevas experiencias.


Miguel:

¡Qué inteligente discurso
el que habéis emprendido, amigos!
Ahora algo de Antonio Machado
565 para que brindéis conmigo:

“¿Para qué llamar caminos
a los surcos del azar?
Todo el que camina, anda,
como Jesús, sobre el mar”

…un paso atrás Índice-. | sigue caminando….

…siente a todos en el viento….

Capítulo 30. EL SECRETO DE SHOVAVIM (V): Pan, Agua, Leche y Miel-.

Con el deseo de avanzar, iré publicando las siguientes entradas en formato borrador. Estoy algo ocupada y la elaboración de formato descarga con comentarios adicionales requiere algo más de tiempo; pero me prima seguir avanzando. Como siempre se puede regresar a elaborarlo con calma, cuando esté disponible en el formato que acostumbráis a leer, os lo haré saber con una breve entrada.


Santo Bendito Sea:


No aprecies estas plagas
como algo sólo físico;
si Egipto es que te esclaviza
y yo te muevo de este sitio;
siendo el Faraón tu cuello
y a Daat, aquí, Yo visto,
es que has de contemplar lo dual
y lo que es un código “crístico”.


Es Cristos, aquí, mi aceite,
es aceite de mi unción;
es bendecir a mi Hijo:
ha salido a la evolución.


Es el aceite que baja,
como por las barbas de Aarón;
es el aceite de mis hijos,
entre ellos, hermanos son.


Es mi Palabra el Verbo,
es el Verbo emanación;
Mi Sabiduría es que escuchas
2062 (11681) si abres, aquí, tu corazón.


Y Mi Palabra está en códigos
para elevarte, mi amor;
para que tú me construyas un templo,
esa es la Casa de Dios.


¿Habrá de estar en ti, mi Hijo,
la Casa, la construcción?
Ven a Mí, es venir a mi Casa,
Yo la habito en tu habitación.
Es mi Presencia Divina esto:
es vivirme en tu interior.


Cuando me descubres, porque allí estaba
desde un principio, así es, Zahorí,
es porque buscabas, Zahorí, realizarte
dando sentido a la vida que di.


En todos es que me hallo,
mas, me habéis de descubrir.
Se me halla cuando se me busca
y se me quiere a Mi.


Por esto es que soy celoso,
Conmigo es que tienes que estar;
y Conmigo es estar contigo,
yo te habito cuando en Mi estás.


¿Es entendible este celo
si soy el principio de tu amor?
Cuando aprendes a quererte
me vives, entonces, en tu interior.


Y te quieres porque me quieres,
has alcanzado comprender
que tu alma es tu esencia
y yo la vengo a prender.


Por eso si a Mí has llegado,
quédate conmigo, Zahorí.
Todo el celo que yo siento
es que no te alejes de Mi.


Diferente es que me busques,
que tú quieras descubrir
con qué es que me asimilan
y si esto es en verdad así.


Hay tantas filosofías
rondando por ahí...
que si del escriba hacen un dios
mucha idolatría hay ahí.


Pues, ser conmigo Uno,
alcanzar mi Eternidad,
comprender que soy Sin Límites,
la Gran Conciencia Universal
a la que a Mí estás unido
solo se puede contemplar
cuando a un lado te haces
para que te venga Yo a habitar.


¿Comprendes que liberarte,
que hacerte yo Israel
está en ser humilde
y dejar en Mí tú hacer?


Zahorí:


¡Claro que lo comprendo!
Mucho más si me pongo a indagar
en otros libros que crean códigos
y no hablan con claridad.


Mas, hay conocimiento cristalino,
mas, luego se viene a ensalzar.
Así es que está por confundirnos
y la duda venir a sembrar.


De todos los que he ojeado,
me quedo del Kybalion
siete principios que son físicos
y metafísiscos son.


Mucho de ellos está escrito
cuando contemplo el Zohar;
y el más interesante que aprecio
es en sí que todo es mente.
Pues, tu Nombre, el que tu revelas
en esa zarza ardiente,
me dice de tu atemporalidad,
del Yo Soy, Fui, Seré, siempre.
Es el Sin Límites entonces,
es, Santo Bendito, mi mente.
Contigo es que estoy unido,
te siento en mi alma y mi mente.


Santo Bendito Sea:

Todo no se puede decir en pocas palabras,
mas, se puede decir lo esencial.
Y como encontrarme es buscarme,
es un constante avanzar.
Por eso es que me caminas,
pruebas te vienes a encontrar.
Unas te harán alejarte,
otras te harán acercar.
Esto siempre sucede
cuando me quieres contemplar.
Es en sí una paradoja,
la piedra de mármol pura es.
Aquí se unen las aguas,
mas, no las has de contener.
Aquí es que se fluye,
has de dejarte llevar;
unas veces te sentiras alejado,
ptras te vengo a abrazar.


Lo grande que tienes Zahorí
es tu belleza en el corazón;
cada vez que tomas un libro,
me pones delante, mi amor.


Cuestionas qué de humilde tiene
lo que te viene a decir
porque has entendido bien adentro
que en ella me encuentras a Mi.


Mas, no quiero dilatarme,
pues, el camino es muy largo.
Solo de estúpidos es contenerlo
cuando se dan cuatro pasos.
Y de estúpidos y arrogantes
es querer poner voz
a aquello que en la superficie miran
sin saber del corazón.


Yo avaluo los corazones,
yo les pongo su valor.
Y el tuyo, como dice tu hijo,
tiene una estrella en su interior.
Y late, y tiene fuerza,
lo sostiene tu amor;
y ese amor que por él sientes
te ha traído a mi resplandor.


Por quererlo y protegerlo
llegaste, Zahorí, a Mi.
Bien sabes que eres indefenso,
pero todo lo puedes, Zahorí,
si en Mi es que te echas
para que te abrace Yo a ti.


Así es que en el amor me encuentran,
Soy una puerta colosal
que sólo el amor la abre,
es la llave del entrar.


¿Habrías, entonces de quererme?
¡Me amas en inmensidad!
Y si duras te hacen las pruebas,
más en Mi te vienes a echar.
Y te inspira tu hijo,
él te sabe avivar
para que persistas en el camino
y me llegues hasta el final.

Lee Zahorí Mi Palabra,
lee Zahorí mi Torah,
con el Pardés que otros contemplaron
y tu bien sabes avivar.
Búscame en Bereshit,
búscame en Mi Merkabá,
búscame poniendo ahínco,
búscame en tu Voluntad.


En códigos está todo escrito,
viniendo a Mi los descubrirás;
importante es la inocencia
como la que en el bebé está.


Él, energía. recibe
mientras en el vientre se gesta
y no se preocupa por nada;
él es Mi pura conciencia.
Se ha abandonado a su vientre,
su vientre le es habitación,
siente que está protegido,
siente y vive el amor.
Es una energía perfecta,
es la energía de la Creación.
Así es que fue un impulso,
fue primero emanación.
De ella es que fue creado,
dentro vive su formación.
Y han de abrirse sus aguas
al culminar su gestación.
Salir de ellas, abriendo el paso,
es, en sí, manifestación.


Igual es Mi semilla,
dentro de ti la dejé.
Has de saberla cuidarla,
has de nutrirla, eso es.
Es mi esencia de la que hablo,
en Mi Sabiduría se ve;
dentro de mi matriz te hallas,
conmigo respiras, ¿lo ves?
Cuando esta realidad aceptas,
que eres uno conmigo, Zahorí,
a mi Voluntad es que te abandonas
y cambio tu entero vivir.


Zahorí:


¿Es la semilla algo físico,
algo que se puede palpar,
o me habla de lo metafísico
que sólo en la Sabiduría está?


Santo Bendito Sea:


Mi Sabiduría es emanación,
es Atziluth su mundo;
es tu voluntad expresada
extrayendo, de Mi, su zumo.


Es saber contemplarme,
porque viniste a Mi.
Así es que sabes de semilla,
y ahora sabes, Zahorí,
que también es algo físico,
algo que habita en ti.


Se descubre, a Mi, viniendo,
así es que en mi Sabiduría estaba.
Con el conocimiento que me valoras,
trayendo al mundo la idea gestada,
es que desciende aquí la esencia
que en mi Verbo guardaba.
Has de vivirme dentro
para tu esencia física iluminar;
por eso es que te corrijo,
has de construirme un altar.


Lo sacro, lo que es divino,
en mi perfección es que está;
Jesús os ha hablado de esto:
¿cómo a Abba llegar?


Zahorí:


Entonces, es muy importante
el ponerme a meditar;
es importante considerar el Verbo
y lo que en su Palabra está.
Y es importante cuidar mi boca,
y saber que vengo a hablar.
Fundamental es hacer ejercicio,
es moverme, fundamental,
me ayudará en mi autodominio,
y en saberlo extrapolar
al control de mis emociones:
dejarlas ir y soltar.


¿No hablaba Jesús de devolver la mejilla,
o de doblar el camino que te fuerzan?
¿Habré de darles la túnica y vestidura
aunque solo mi capa retengan?


¿No es el saludo cordial
como dos brasas sobre la cabeza
a quien pretende mortificarte
para alejarte de tu buena esencia?


Entiendo, considerando esto,
el malestar y la frustración
de quien, con maldad, viene a apagarte
y no lo consigue, pues no.


¿Habré de dejarlo que siga,
que siga fluyendo en su movimiento?
¿No es estrellarse en su pared
la física de este burdo intento?


Pues eso, que en gestionar las emociones
mucho hace la ecpatía;
es no dejar que dominen,
las ajenas, la vida mía.


Por eso le doy la túnica,
y hasta la capa también;
y le devuelvo la otra mejilla;
a mi me gusta sentirme bien.


Y este sentir es vivir la paz,
es tener tu conciencia serena.
¿Habría de irritarme yo
porque alguien con maldad me venga
a intentar volcar sobre mi
su insatisfacción que le quema?


¿Habría de irritarme yo
porque un maltratador me venga
a querer arrinconarme
porque me brilla la cabeza?


No habré de dejarlo solo
en su chirriar de dientes.
Me ataca porque encima me ve,
y, encima, coraje es que siente.


Total, que vivir en paz
y dejar que el malestar se estrelle
en el camino que sigue
y que no me atropelle,
es una gracia para mi día,
para mi corazón y mis sienes.


Pero, bueno, hábleme del agua,
creo su esencia entender;
la esencia con que me bendice,
que adentro habita, en mi ser,
está en vivirlo dentro:
físico y metafísico es.




Santo Bendito Sea:


Así es, Zahorí, es esto;
lo has logrado entender.
Físico es mi aceite dentro,
y metafísico su hacer;
en paz has de corregirte,
como un templo te has de cuidar,
y has de vivirme dentro
abandonado a mi Voluntad.
Entonces es que te habito
y me vengo Yo a prender
en la semilla que en ti guardo,
mi Shejiná, en sí, es.


Pues, es mi presencia divina,
es, dentro de ti, resplandecer.
Ilumino, entonces tu pensamiento,
en tu sabiduría Me harás ver.
Pues, es que eres uno conmigo,
a un lado te sabes echar.
Así es como te habito
y te doblegas a Mi Voluntad.




¡Qué de códigos encriptados
para venirte a decir
que en ti es que me hallo
desde Principio a Fin!


Zahorí:


Pero, no siga diciéndome tanto,
sólo ahora hablemé
del agua, del mar que abre,
¿cuál es la enseñanza?, ¿cúal es?


Santo Bendito Sea:


No tengas prisa por atesorar nada,
sólo con prisa te voy a ordenar
que me hagas el pan sin levadura
para venirte, de Egipto, a sacar.


¿Por qué, a la liberación, precede
un pan sin levadura?
Un misterio, que no es tal,
está en, del pan, la hechura.


Te voy a partir el pan
para que en él aprecies
cada uno de mis “mandamientos
y, con ellos, te eleves.


Son cada una de mis palabras
los mitzvot a seguir
para que halles el aceite
que he guardado para ti.


Empiezan en tu conducta,
y luego tienes que mirar
hacia dentro, a ti mismo:
esto es, en sí, mi pan.


Así es que de Egipto te saco,
yo te vengo a elevar
cuando has interiorizado
la verdad de Mi Pan.


Es simple, no lo infles,
no te infles, quiero decir.
Cuando a un lado haces tu ego
es que Me logras al fin.


Así es, Zahorí, importante
que esta instrucción tú comprendas.
No es solo que amases tortas
que, levadura, no tengan;
es que medites en la simpleza,
medites, Zahorí, en tu humildad.
Esa es la importancia de esta torta:
sin levadura, Mi Pan.


Y el pan, a todo esto,
es lo más superficial.
Es contemplar Mi Palabra,
tu animalidad domesticar.


Ahora que tú lo haces
como Yo te he dictado
y guardas el día que te saqué
de Egipto, un día elevado,
es que recuerdas Mi Espíritu
y logras santificarlo.


Sé que suena draconiano,
suena lejano, tal vez;
mas, la importancia de amasarme
sin levadura, esta vez,
es recordar la Gloria que vive
en tu humildad, eso es.


Testigos fueron de Mi Grandeza,
el milagro que vive en Mí.
Recordad la salida de Egipto
es mucha agua aquí.


Zahorí:


El agua de este pasaje
muy milagrosa es que es;
abierta ha sido en canales
para liberar a Israel.
Y doce canales se cuentan,
así dice el Midrash,
uno por cada tribu,
para venirlos a sacar
de la tierra que los esclaviza,
y no es la tierra del panal.
Pues, de miel y leche es la Tierrra
a donde dices que van;
¿qué es, a todo esto, esto,
leche y miel, por qué están?


Santo Bendito Sea:


Es la parte figurada,
es, también, comparación
de una palabra con otra
para abstraer mi Bendición.
Pues, bendigo con estos dones
que misterios ocultos son;
están tanto en la superficie
como están en el interior.


Con ellos es que me avanzas
en lo recóndito de Mi Palabra,
es la leche la alegoría,
es la insinuación de lo que trata.
Y la miel es más conocerme,
es, a tu boca, Mi dulzor;
es conocerme en el texto,
es conocer su interior.
Así, te evocaré palabras
para que camines mejor
en la intención de Mi Enseñanza,
toda Mi Torah es instrucción.


Es un canal que a Mi te une
si la abres con amor
y la lees al interperie,
bajo la Luz te hablo Yo.


Y es también metafísico
el significado de ambas,
es Mi aceite, mi semilla,
es, la Leche, mi sustancia.


Si has avanzado aprendiendo
y considerando Mi Instrucción,
habrás abstraído de qué hablo,
pues, a la Sabiduría, hablo Yo.


Zahorí:


El agua, que no se me olvide.
¿Por qué el mar abrir?
¿Y qué es Israel, a todo esto?
Hábleme, Santo, a mí.


Santo Bendito Sea:


Con Israel nombro a Mi Hijo,
el que logra volver a nacer;
es quien lucha conmigo, Zahorí,
y vence a su ego, también.
Es aquel que me contempla
y en el que vengo a ser
uno, con él me adhiero,
es mi Shejinah tener.
Es Israel el equilibrio,
y ha unificado, también,
a las dos fuerzas, y las domina,
él me camina con fe.
A Mi es que se ha abandonado,
y a Mi me logra tener;
ha alcanzado a contemplarme,
Yo ilumino su ser.
Este Israel es el hijo,
el que espero Yo tener,
así es que es mi pueblo,
y una tierra ha de tener.


¿Qué es la tierra, Zahorí,
en la expresión de mi verbo?
¿No es el agua, a la tierra,
lo que sería su reino?
Entonces es importante
mis aguas, Yo, abrir;
está el milagro que contemplan
y está el milagro de aquí:
abrirlas con la fuerza del verbo,
hacer la tierra descubrir.
Está la fe en Mi palabra,
está Mi vara subir
guiado por la confianza
de que Yo estaré allí.
Y como mi verbo es Mi Palabra,
en Mi Palabra yo dejé
mi Nombre de 72 raices
que solo acciona la fe.
Son 216 letras
las que componen este misterio,
en raíces es que se forman,
como se forma mi verbo.
Pues, tres letras se necesitan
para tener una raíz;
en tres versículos escritas
para que las formes así.
Son energías, son angelicales,
es la fuerza de mi Verbo,
solo las acciona el amor
y en la conciencia que Yo tengo.


Más pureza hay en tu corazón,
más milagros obrarán
los Nombres que aquí se mencionan
y que para ello están.
Este abrir, del mar, las aguas,
es mi Sabiduría contemplar;
se contemplan y viven mis nombres
en la pureza nada más.
No son fórmulas mágicas,
mi Nombre no es un ritual,
mas, ha de contemplarse completo
y de principio a final.


Cuando comprendas su importancia
y te muevan, Zahorí, los demás,
movido por un gesto noble,
mis Nombres te auxiliarán.


Por ti primero transitan
cuando, por los demás, los meditas;
así es que te alcanza el milagro
que, para los demás, tú me pidas.


Mas, ¿por qué está en las aguas,
está en las aguas abrir?
Maim que es agua, a todo esto,
dice mucho, Zahorí, aquí.


Es la matriz cósmica que se abre,
rompe las aguas por ti;
en aguas te trae a una nueva vida,
una nueva vida empieza, Zahorí.
Has alcanzado Mi Sabiduría,
ella se ha acercado a ti;
tu corazón es entendido,
sabes escucharme, ¡oh, sí!


Y es Maim mi Sabiduría,
y es de principio a fin,
en ella me hallo oculto,
¡abre las aguas por Mí!


Ahora quiero que lo contemples,
que lo hagas con Voluntad.
El deseo de bien que anhelas,
siempre que esté por los demás,
es que lo haré bajar enseguida,
solo el amor lo sabe obrar.


Así es que avaluo los corazones,
Yo los vengo a pesar.
Si hay pureza, mis fuerzas logran
para hacerlos más avanzar.


Zahorí:


Entonces, el corazón es importante.
Anda, dígame, Santo, más.
Quisiera yo mejorarlo,
que le agrade mi avaluar.


Santo Bendito Sea:


Cuando aquí me has llegado
es porque has logrado tener
un corazón que es puro
y es constante, eso es.
Si estas dos cualidades alberga
es que lo mueve la fe,
y la humildad es que lo porta,
y la determinación también.
Seguro es bien confiado,
y nada tiene que temer,
es un corazón tierno
y me ama mucho, lo sé.
La pureza está en la inocencia,
como la del niño, puede ser;
es la nobleza en el gesto
y sin malicia, eso es.
Pues, quien camina con malicia,
buscando al otro engañar
o intentar hacerle daño,
lejos de la inocencia está.


Y ahora que te lo describo
he caído Yo en la cuenta
de la importancia de que sea tierno,
pues es la buena conciencia.


Es tierno, pero el más fuerte,
así lo hice Yo, Zahorí;
y solo en la humildad vive,
en hacerse a un lado por Mí.
Será el corazón más sabio
que la tierra habitará;
no lo mueve la avaricia,
no lo mueve el codiciar,
lo mueve el amor sincero
y el entregarse a los demás.
Es el corazón perfecto
el que Yo vengo a alumbrar;
es sencillo y es verdadero
y enamora, sin más.
Pues, no se propone la galantería,
mas, viene él a conquistar
con la sencillez del gesto noble
que cautiva así, sin más.
No está hecho de añadidos
de manera artificial,
es un corazón que irradia fuerza
y a la vez transmite paz.
Como es noble, no se eleva,
él se viene a callar;
y el silencio es su bandera,
donde la prudencia está.


Me aguarda, a Mi me espera,
él bien sabe esperar;
y si bien se desespera...
termina solo por llorar.


¡Cuánta calma es que contiene!
Es, en sí, la viva paz.
La armonía es que irradia
cuando se acercan los demás.
Es un corazón que sonríe,
una estrella es, además,
este corazón es principio
de mi Torah, y final.


Para que así lo construyas
es para lo que está Mi Palabra.
Es Lev, corazón, mi Verbo,
es el secreto que en sí guarda.


Te adentras en su instrucción
para construir un corazón puro.
Es así como me contemplas
y abres las aguas, y mucho.


Más fortaleces este corazón,
más ahondas en mis aguas,
y te haces de la vara, Mi disciplina,
así Mi Sabiduría hallas.


Son dos letras el corazón
que significan, aquí, mucho;
la enseñanza, que es instrucción,
y es el final de este zumo,
es la enseñanza que vive en ti,
esa es la Lámed, ¡es mucho!
Es la letra que se eleva,
es la letra por la que escucho.
Pues, has de instruirte primero
para mi Sabiduría alcanzar,
y se instruye en la pureza
y con el corazón amar.
¿Habrás de venir a mi casa?
¿Habrás, por la puerta, de entrar?
Recuerda que tu me pides
y Yo te vengo a dar.
Recuerda que te doblegas
siempre, Zahorí, a mi Voluntad.


Recuerda que en el principio
es que la Beth se halla;
es la letra de la misericordia,
es la letra que la casa guarda.


¿Habrás de enseñarte
para una casa hacer?
Esto es construir en ti un templo,
es ser mi hijo: Israel.


Si este corazón has logrado,
los de corazón negro lo querrán arrugar
porque es un corazón lindo
que brilla mucho, además.


Pero es el corazón más fuerte,
y el que Yo vengo a habitar.
No habrá oscuridad que lo arrugue,
no lo tendrás que planchar;
pues,Yo estaré en él prendido,
siempre lo voy a habitar.
Y Yo soy, Zahorí, temible,
temible soy a la oscuridad,
soy en sí el resplandor vivo,
Yo soy, Zahorí, tu divinidad.


Desvaneceré la oscuridad que te acehe,
de ti me vine Yo a prendar.
Y me prendí porque es agradable
venir tu corazón a habitar.


¡Fuerte es que te he hecho!
Puedes con toda oscuridad,
es lo débil venciendo a lo fuerte,
esa es su especialidad.
Y, como a lo tierno hacen pequeño,
cuando es lo más grande, en realidad,
es que la ternura a la oscuridad vence,
no se viene a marchitar.


Es el hito más grande
que el humano puede alcanzar:
hacerse de un corazón puro
y que es tierno, además.
Hacerse del corazón que espero
para venirlo a habitar.


¡Venga, que te abro el mar,
y hacia una nueva tierra te llevo!
Mira, ahora, a tu interior,
quiero que ilumines tu templo.
Has renovado tu corazón,
ahora sí que es bien tierno.
Por eso es que me encendí,
me prendí, de ti, Yo primero.


¡Podemos con todo, Zahorí,
y podemos con todos los negros!
Eso tiene ser reluciente,
late una estrella ahí dentro.
¡Desgastamos la falsedad,
a la mentira damos atropello!
¡Y a los que insisten en apagarnos,
se apagan solos en el intento!
¡No pueden con nosotros, Zahorí!
¡Yo, tu Dios, soy esto:
un resplandor que irradia luz
y te sostiene, mi cielo!


¡Sigue caminando, Zahorí,
se han ahogado en el intento
de venir a hacerte perecer
queriendo darte tormento!
¡Eres, mi Zahorí,
te he abierto las aguas por esto:
por el corazón que vive en ti,
es el corazón que Yo quiero!


¡Y como es así que lo tienes,
a tu lado siempre estaré;
ahora es que te abro paso
por la tierra, eso es!

16. El Reno y la Comadreja, la Comadreja y la Golondrina-.

Golondrina:

Solo me detengo un poco, (105)
he querido descansar.
Pero, viendo que traes compañía,
un poco más me voy a quedar.

Ya sabes cómo es la comadreja,
traspasa el engatusar; (110)
pues, no solo es ladrona,
sino carnívora, además.
por Verónica García-Melero
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