¡Mire, Maestra Sheng!, ¿se ha fijado en el pantano? Obsérvelo usted bien, ¿no le parece extraño? Diría que es un loto místico, un loto color morado. ¿No es inusual esta flor?, ¿cuál viene a ser su significado?
05 (260) De sus libros recuerdo más bien, que encontrarlo es más bien raro. ¿Habra sido casualidad ahora que he de partir? ¿No era el camino Noble, el Octuple, lo que nos viene a decir?
Maestra Sheng:
Querido alumno ya ha llegado la hora, ya ha llegado el tiempo, ¿ves? A veces las cosas aparecen y parecen milagros como este loto es. 10 (265) Bien sabido es que es una rareza, más singular su aparición. Te estoy diciendo, querido, que ha llegado tu iniciación.
¿Será obra del Universo, de una Ley Cósmica, de Dios? Como ves, Juan, lo importante, querido, es creer en tu convicción. En realidad, ¿tú ves importante aquello que guía tu amor? 15 (270) Solemos sucumbir a creencias, a dogmas, doctrinas, a religión. Más reside en nuestra fe incuestionable, movida por el amor, alcanzar esa luz divina, también llamémoslo iluminación.
Hay mucha controversia de una a otra fe, de un dogma a otro, ¿no?
Como apreciarás toda fe se abandera de querer ser la verdad. 20 (275) Y en verdad, verdad solo hay una, y esta es la verdad: seguir la regla de oro y, con amor, a todos lados mirar.
También requiere de un amor profundo a aquello que mueve tu fe, hoy día ya no importa el dogma, la creencia, la palabra, ¡yo que sé!
Hoy día todo está difuso, todo está mezclado, dividido y más. 25 (280) De tal manera que las gentes dudan cuál es la verdadera verdad.
Y la verdad, como ya te he dicho, simplemente está en pensar, en discernir con nuestro entendimiento qué camino es tu verdad. Luego, verás que lo importante, como te acabo de decir, es amar a Dios primero y, con su amor: amar, seguir.
30 (285) Si verdaderamente no crees en Dios pero en el Universo tienes fe, aférrate con todo tu corazón a ello, incuestionable ésta ha de ser. En mi caso, querido alumno, mi Dios es YHVH (yud hei vav hei), también su fuerza activa y llegar a ser hija, como Jesús lo fue.
En el Cristo yo veo un ejemplo de cómo alcanzar esa fe; 35 (290) por igual, de vivir felices, de ser empáticos, resilientes, mucho más. Otros, sin embargo, piensan que Jesus es un profeta más, otros, que ni creen en Dios, ese crédito le dan.
Como verás, querido alumno, no importa si lo aceptan como hijo de Dios, lo importante es que en mi universo único, en mi universo personal, 40 (295) así es como yo lo considero, lo demás, igual me dá.
Porque, como ya te he dicho antes, lo importante es creer; pero creer de manera profunda, de manera incuestionable: solo así es fe.
¿Tendrá sentido entonces atacar la Trinidad? ¿No estamos concibiendo a Dios, su fuerza activa y su deidad? 45 (300) Porque en Jesus, ¿qué es lo que vemos?, ¿no es Dios a través de Él? ¿Será esa chispa divina que otros sincretismos llaman también? ¿O será iluminación en el ateo, aquél que en el Universo cree?
Lo importante, querido alumno, lo importante como ves, es apreciar aquella enseñanza que acompaña cualquier fe. 50 (305) Si te hablara de Jainismo, de Hinduismo, Confucionismo, vamos a ver, también de Zoroastrismo, Islamismo, Judaismo y más fes, ¿no reside en amar al prójimo aquello que llaman ley?
Bien será no hacer al prójimo lo que no queremos recibir, bien será alegrándote de sus logros como si fueran de tí, 55 (310) bien será amar al otro como a uno mismo se ha de sentir, bien será no haciéndole la guerra como no te gusta a tí, bien será tratar al prójimo como te gusta a tí, bien será desear para otro lo que se desea para sí.
Entonces, ¿no te parece bien simple la verdadera ley a seguir? 60 (315) No hay verdad más que ésta para ser inmensamente feliz.
Hoy día la ciencia, querido alumno, ha llegado a la conclusión de delimitar este concepto más allá de la cognición. Como siempre fue desde un principio, el pensar con el corazón, ahora inteligencia emocional lo llaman, regular la emoción.
65 (320) Quiero decir con esto que en regular la conducta está querernos a nosotros mucho, para poder empezar. Porque la verdadera alegría empieza en disfrutar de nuestro amor, como si fueramos niños y, así, empatizar.
Para ello necesitamos un corazón sano, ¿te has dado cuenta, Juan? 70 (325) Un corazón libre de cargas, de rencor y odio y calamidad. Fundamental se hace, entonces, fundamental es perdonar, pero empieza con uno mismo, el judaismo lo llama thesuvá.
En hebreo significa retorno, significa volverte a encontrar, porque si, de nuestras cargas, no nos liberamos al reflexionar, 75 (330) jamás lograremos entender nuestra falta y así poder mejorar.
Es una lástima que busquemos culpables, primero habrá que perdonar. Pero, perdonarse a uno mismo, por todo aquello que hiciste mal. Eso es el arrepentimiento sincero, reconocer tu verdad, porque Dios lo ve todo, o el Todo, o la Ley Universal. 80 (335) Así es que dos veces devuelve a cada uno su pensar, su desear para el otro, así le regresa calamidad. Pero el arrepentimiento sincero, el que empieza en uno, en su verdad, es el que trae la calma al alma, lo regocija de júbilo, lo llena de paz.
Una vez que hayas hecho ésto te reencontrás contigo mismo, ya verás; 85 (340) y podrás apreciar la calma que verdaderamente es perdonar. ¿Has observado el Padre Nuestro, te has detenido en la oración? Para que el Padre nos perdone las faltas, lo hace al igual que las perdonamos, ¿no?
Si es así esto de simple, ¿cómo es que llevas rencor? 90 (345) Eso es muy simple de poner nombre, tú no has perdonado con tu corazón.
Este sentimiento de ira, de impotencia, de frustración, lo arrastrarás contigo entonces y te causará dolor. En realidad todo es bien simple, todo reside en el amor, en reconocer aquello injusto que nos causa este dolor.
95 (350) Pero, primero hazlo contigo mismo, perdonando tu mal afán, entonces apreciarás lo simple que es perdonar de verdad.
Ahora, quiero que consideres, ¿te podrá el Padre perdonar si no has perdonado tus faltas, las del otro, tu verdad? ¡Ves lo importante que es apreciar esto!, esta apreciación. 100 (355) No es concebir el mal hecho como pecado, o concebirlo como traición; es reconocer simplemente conductas que no traen paz al corazón.
Juan:
Maestra Sheng, ¡mil gracias por tu sabiduría!, 105 (360) por hacerme ver en esta reflexión... ¡lo grande que es la alegría, la felicidad para la vida, la dicha del corazón!
Con todo, quisiera, Maestra, que también me explicara usted, 110 (365) que me dijera en lo que llaman Trinidad, ¿qué es lo que usted ve? Sé que es algo que causa distancia, separatismo en la fe...
Unos, a Dios y a su profeta último como guía, aceptan, aceptan, por igual, la fuerza activa de Dios. Otros, sin embargo, un misterio contemplan; 115 (370) como en el Cristianismo, los tres en uno sólo, así llega a ser, ¿no?
Por igual, también contemplan al Padre, su fuerza y el Mesias de Dios...
No sé ya si ha venido o viene dos veces, si la Parusia será cierta o no, pues unos lo ven como segunda venida, 120 (375) otros como ninguna, otros como en la tierra, Dios.
En fin, me parece algo complejo y más me confunde esto a mí, si considero el sincretismo y todas aquellas culturas 125 (380) que, desde antaño, el tres nos trae hasta aquí.
Porque, ¿no me podrá negar, Maestra, que hay una Trinidad en el OM?
Por igual, lo hay en el tres pitagórico, en el tres, seis y nueve, 130 (385) la llave del Universo y a Dios.
Maestra Sheng, me resulta bien extraño venir el tres atravesando los límites de nuestro entendimiento, así lo ha hecho desde antaño.
135 (390) Más extraño aún parece que el misterio siga viviendo. Por ese tres, seis y nueve todavía nos estamos preguntando.
Mas, dejémoslo en el tres, que de los tres es el primo. 140 (395) Y si así mismo lo elevo, Maestra Sheng, obtengo, ¿qué obtengo?, ¡el vórtice del abismo!
Maestra Sheng:
No creo que haya mucho que decir, Juan, te has contestado a tí mismo. Lo demás... discernir sincretismo. 154 (400) ¡Qué bonito ese otro loto!, ¿verdad?
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