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Sócrates en la Escuela

M I S I Ó N : i n v e s t i g a c i ó n + p r o y e c t o s
Entrada publicada el 14 de Noviembre de 2021 que refrescamos tres años después y con ánimo de continuar con la sección ¿t-llevo?

Sólo sé que no sé nada, y al saber que no sé nada, algo sé; porque sé que no sé nada.

Sócrates 470-399 a. C.

A. Introducción: ¿Por qué aplicar la Mayeútica en nuestra Educación?

En la Biblioteca Clásica Loeb, encontramos, según la traducción de Tredennick (1968), que, originariamente, fue Sócrates (470-399 a.C.) el precursor de la mayéutica, técnica conocida como método socrático; aunque, es importante señalar que se alude al mismo también como mayéutica platónica, dado que Platón, a través de sus diálogos platónicos, transmitió esta manera de conocer y aprender socrática, utilizando, para ello, el personaje de Sócrates (el maestro) en sus debates.

De acuerdo a la traducción de Platón de Tredennick (1968), la mayéutica consiste en una relación entre maestro y discípulo basada en el diálogo, que tiene por objeto alcanzar la verdadera esencia de las cosas. Este diálogo, por su parte, puede establecerse desde una idea errática o ignorada, denominada ironía socrática.

A través del diálogo reiterado se llega al conocimiento de las cosas, ya sea rechazando la ironía propuesta, ya sea alcanzando el conocimiento de lo que se ignoraba. Si bien, esta técnica puede ser considerada en torno al diálogo y debate de alguna idea o concepto, aislada de la ironía. Luego, la mayéutica pretende dar a luz el conocimiento de las cosas desde el conocimiento que ya posee el discípulo.

De acuerdo a Sánchez et al. (2012), el método socrático es muy diferente a la “clase magistral”, constituye una metodología de aprendizaje activo, basada en la metacognición, que focaliza al alumno como protagonista de su propio aprendizaje, fomentando en el discente la creación de una actitud crítica.

Luego, se hace importante definir el término metacognición con objeto de comprender la asociación de este calificativo a la mayéutica. Flavell, en su obra,  lo define como el:

conocimiento o conciencia que uno tiene sobre sus propios procesos y productos cognitivos […] hace referencia, entre otras cosas, a la supervisión activa y la consecuente regulación y orquestación de estos procesos en relación con los objetivos o datos cognitivos sobre los cuales actúan (Flavell, 1976, p. 232)

Una vez comprendido este concepto, y siguiendo esta línea, Shoenfeld (1992) remarca la importancia del uso de metodologías de enseñanza basadas en la metacognición para mejorar en los alumnos el aprendizaje de las matemáticas. Por su parte, Rigo (2011) defiende la implementación de técnicas metacognitivas en las aulas, subrayando a la mayéutica socrática como técnica de enseñanza-aprendizaje que propicia en el alumno un aprendizaje a partir del autorreconocimiento de su ignorancia en tres fases: momento de construcción, momento de de-construcción y momento de re-construcción. Igualmente, este autor señala que el uso de esta técnica reporta numerosos beneficios en el campo de la investigación y la matemática, lo que se hace necesaria la transferencia de la misma a otras esferas educativas, provocando, así, que las prácticas metacognitivas que representan la quintaesencia de la mayéutica socrática, tengan una presencia incuestionable en las agendas educativas de distintos países.

No obstante, podemos apreciar que la mayéutica se presenta como una relación entre maestro y discípulo, que a través del diálogo, permite conectar con los conocimientos previos y que, a través de la  de-construcción y re-construcción, el alumno va a adquirir un aprendizaje, a la vez que va a tener conciencia sobre sus propios procesos y productos cognitivos. Son observables en esta técnica los elementos necesarios que han de coincidir para producir un aprendizaje significativo (ver Ausubel, Novak, Gowin y Vigotsky).

Con todo, podemos ampliar la conexión de la mayéutica con los procesos cognitivos de Piaget y la exploración y descubrimiento rememorativo de Bruner, ya que en su conjunto, comprenden, por ejemplo, la base metodológica del Programa de Inteligencia de Harvard.

B. La Mayéutica en el Proyecto de Inteligencia de Harvard.

El Proyecto de Inteligencia de Harvard  (desde ahora PIH), desarrollado a finales de la década de los setenta, fue concebido, de acuerdo a Mejía et al. (1992), para mejorar las destrezas y habilidades de pensamiento en adolescentes de familias socialmente deprimidas. Para ello, mediante la intervención sistemática, se facilitó el incremento de las habilidades consideradas típicamente constitutivas de la inteligencia.

Así, los contenidos de estas intervenciones se enfocaron en las siguientes habilidades: clasificar patrones, razonar inductivamente, razonar deductivamente, desarrollar y usar modelos conceptuales, comprender y modificar la conducta adaptativa.

Las bases metodológicas de este programa se encuentran en la mayéutica, los procesos cognitivos de Piaget y la exploración y descubrimiento rememorativo de Bruner, siendo su objetivo:

desarrollar habilidades cognitivas útiles en sí que faciliten la adquisición de otros conocimientos extensibles a situaciones y contextos de la vida personal, familiar y laboral.

Por otra parte, con respecto al informe que emana de la institución que llevó a cabo el proyecto, Harvard University (1983) revela que tanto los estudiantes experimentales como los de control presentaron una mejoría en las puntuaciones de los test a lo largo del año de experimento. Siendo, por otra parte, el progreso del grupo experimental, mayor que el del grupo control en la mayoría de los casos propuestos. Arrojando unas diferencias estadísticamente significativas, lo que hace del proyecto un programa prometedor.

El éxito de este programa ha encontrado cabida en la puesta en práctica del mismo en numerosos países a escala global. De entre uno de sus ensayos, Ramos (2014) estudió a través de su metodología como el PIH influye en el CI, así como las implicaciones en el desarrollo organizativo y profesional de los docentes. El estudio le ocupó cuatro años, concluyendo que:

la incidencia del PIH en el CI es muy positiva, produciendo mejoras cognitivas en los alumnos, medidas a través del test de inteligencia “g” de Cattell. Con respecto a la organización y desarrollo profesional, influye positivamente en la autonomía de la actividad docente, el compromiso con su práctica pedagógica, así como la autocrítica necesaria para evaluarla constantemente, generando propuestas pedagógicas flexibles mediante la autorreflexión. La comunicación de esta experiencia influye positivamente, tanto en la comunidad escolar, como en la comunidad local, estimulándoles a participar en proyectos educativos orientados a mejorar la calidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje y de la educación” (Ramos, 2014, pp. 1-2)

Por otra parte, Ramos (2014) propone que el aprendizaje activo supone un mayor grado de implicación en el aprendizaje en cuanto conlleva  aparejado una continua búsqueda de respuestas y formulación de hipótesis. Considerando al aprendizaje activo como un proceso interpretativo que permite comprender la realidad, confiriéndole el carácter de  actividad constructiva.

C. La Mayéutica en el Método Harvard para Escuelas de Negocios.

Christopher Langdell, desarrolló en 1870 el método de casos más antiguo conocido. De acuerdo a Donham (1922), por aquel año Langdell era el nuevo decano de la Harvard Law School (HLS) y procedió a abordar su clase desde el método socrático debatiendo un caso que sus alumnos posteriormente deberían producir y dar solución. Su éxito fue tal, que en 1920 la escuela de negocios, Harvard Business School (HBS) introdujo en la asignatura de marketing el método del caso en 1920. Posteriormente, se fueron sucediendo otras de sus escuelas.

Donham (1922), en su trabajo, explica que el objetivo principal es que los estudiantes aprendan por sí mismos, a través de procesos de pensamiento independiente, desarrollando la capacidad de usar sus conocimientos y habilidades, construyendo nuevos significados desde aprendizajes anteriores. Ya que, según este autor, los conocimientos sin la capacidad de ponerlos en práctica no son útiles, además de que la habilidad no alentada continuamente por nuevos conocimientos convierte en rutina a cualquier actividad. Algo que, de acuerdo a Ausubel (1976) es definido como aprendizaje mecánico, el otro extremo de un continuo con respecto al aprendizaje significativo. Y es que, para este autor, Ausubel, el aprendizaje significativo ha de observarse no solo como un proceso, sino como un producto. En este sentido, la atribución de significados que se construye con la nueva información es el resultado de la interacción entre subdimisores claros, ya presentes en la estructura cognitiva y la nueva información.

Por otra parte, Donham (1922) subraya que para alentar la actividad, el profesor actúa de guía y catalizador, propiciando el diálogo y debate, permitiendo que los estudiantes descubran las ideas significativas por sí mismos, siempre dentro de un marco lógico.

En este sentido, la teoría de los modelos mentales de Johnson-Laird viene a complementar la que postula Ausubel. De acuerdo a Johnson-Laird (1983), los modelos mentales son aquellas representaciones que dotan de poder predictivo y explicativo a los individuos, dado que se caracterizan por su funcionalidad. De no poseer estar cualidades los modelos mentales, es muy difícil que se atribuya significado al contenido. Razón por la cual, un aprendizaje será tanto más significativo cuanto mayor sea la capacidad de los individuos de generar modelos mentales relacionados con la materia objeto de estudio. Por lo que la información o contenido ofrecido ha de ser considerado sustancial de manera que favorezca la construcción de dichos modelos mentales, algo que requiere de la significatividad lógica.

D. Conclusión.

En resumen, podemos concluir que la mayéutica, además de ayudar a construir modelos mentales funcionales dotados de poder predictivo y explicativo que ayudan a la construcción de aprendizajes significativos; como metodología activa, involucra un proceso interpretativo que permite comprender la realidad, confiriéndole el carácter de  actividad constructiva.

Igualmente, favorece la relación interpersonal entre maestro y discípulo, así como con el grupo, lo que permite una mayor socialización, además de conferir el efecto catalizador que procura la emoción en el aprendizaje.

Sin olvidar que esta metodología metacognitiva ayuda a desarrollar la reflexión, el pensamiento deductivo e inductivo, la solución de problemas, el planteamiento de hipótesis, entre otros,  lo que deriva en una mayor actividad cerebral, que como ha sido probado, procura su mayor desarrollo y favorece la inteligencia.

NOTA FINAL:

Este artículo es un fragmento del Marco Teórico de mi Trabajo Fin de Máster del Profesorado, finalizado en Junio de 2018 por la Universidad Isabel I. Su esencia es la mayeútica, con lo que, por igual, hace un guiño a Platón.

En concreto, la introducción y reflexión primera en el proyecto es la frase del azucarillo de la foto de más abajo. Un azucarillo que guardé de un café en una de esas veces que subía a ver a mi padre al Hospital San Cecilio cuando le amputaron su segunda pierna (hospital en el que también yo nací). Él siempre me animó a ir más allá, a que desatara mi capacidad, a que me puliera. Y, en fin, también el hacer el camino es algo muy emocional. Mi padre se despidió sin poder caminar, y yo he caminado intentando ir más allá gracias a su inspiración y teniendo como himno la canción que me dedicó en mi 35 cumpleaños, 24 de marzo de 2013. Es tan especial que también fue, para su momento, la del día de mi boda.

Recordándolo hoy, y sintiendo que siempre es, junto a mi hijo, mi inspiración para pensar, trabajar y llegar más allá; dejo este pequeño artículo sobre la mayéutica con el deseo de que también inspire a otras personas en la educación. Especialmente, a aquellos profesionales que apuestan por una Educación Positiva, Holística e Inclusiva de verdad.

Con amor, a YHVH, a mi hijo y a mi padre: he llegado al muro, lo he escalado y lo he echado abajo – ahora están todos despiertos -.

por Verónica García-Melero

¿ t – llevo ? : índice

Ausubel, D. (1976). Psicología educativa. Un punto de vista cognoscitivo. México: Ed. Trillas.

Ausubel, D., Novak, J. y Hanesian, H. (1983). Psicología educativa: un punto de vista cognoscitivo. México: Trillas

Ausubel, D. (2002). Adquisición y retención del conocimiento. Una perspectiva cognitiva. Barcelona: Paidós.

Donham, W. (1922). Business Teaching by the Case System. The American Economic Review, 12, 53–65.

Flavell, J. (1976). Metacognitive aspects of problema solving. En L.B. Resnik (Ed.), The nature of intelligence (pp. 231-235). Hillsdade, N.J.: Lawrance Erlbaum Associates.

Gowin, D. (1981). Educating. New York: Cornell University Press

Harvard University (1983). Proyecto Inteligencia. Informe final. Ministerio para el desarrollo de la Inteligencia Humana, Venezuela.

Johnson-Laird, P. (1983). Mental Models. Toward a cognitive science of language, inference and consciousness, Cambridge: Harvard University Press

Kurfiss, J. (1988). Critical thinking:theory, research, practice and posibilities. Washington, Association for the studiy of higher education. Asheeric Higher Education, 2.

Megía M. et al. (1992). El proyecto de Inteligencia de Harvard. Madrid: CEPE

Pérez, M. (marzo, 2013). Comunicación y oratoria con programaión neurolingüística e inteligencia emocional. Conferencia llevada a cabo en la universidad de Navarra. Navarra.

Ramos, M. (2014). Influencia del Proyecto Inteligencia Harvard en el desarrollo cognitivo de los alumnos de educación primaria. Implicaciones en el desarrollo organizativo y profesional en el segundo y tercer ciclo de educación primaria. Avances en supervisión educativa,  22. Recuperado de: https://avances.adide.org/index.php/ase/article/download/48/…/ase_22_25_ramos.pdf

Rigo, M. (2011). La Mayéutica y su aplicación a un cuestionario dirigido a docentes. En Educación Matemática XV (pp. 523-532), Ciudad Real, España:SEIEM, Universidad de Castilla-La Mancha.

Sánchez et al. (2012). Metodología de aprendizaje activo a través de la mayéutica platónica. Departamento de Metafísica y Corrientes Actuales de la Filosofía, ética y Filosofía Política. Universidad de Sevilla.

Shoenfeld, A. (1992). Learning to think mathematecally: Problem solving, metacognition, and sense-making in mathematics. En D. A. Grows (Ed.), Handbook of research on mathematics teaching and learning (pp. 334-370). New York: Mc Millan

Vigotsky, L.S. (1987). Pensamento e linguagem. São Paulo: Martins Fontes.

VV.AA. (2017a). Ud2: Procesos de aprendizaje. Universidad Isabel I. Apuntes de Aprendizaje y desarrollo de la personalidad.

Hoy somos….¡CRÍTICOS!

La educación es la llave para abrir la puerta de oro de la libertad.

George Washington Carver

Para comprender el alcance de este artículo, el cual versa sobre: (a) el pensamiento crítico y su reflejo o no en la educación pública, (b) los intereses en promover este pensamiento y contraponerlos con nuestra realidad e historia, (c) observar aquellos valores que se transmiten en la Educación y (d) hacer observable el distanciamiento en la Educación desde la estratificación social o «clasismo»; importante se hace valernos de una fértil herramienta para su ejercicio y desarrollo: la poesía.

La poesía, en tanto cobra sentido en su interpretación y entendimiento, va a resultar ser un enriquecedor vehículo para conducirnos en el cuestionamiento reiterado y, de esta manera, traer a la superficie aquello que, simbólicamente, queda oculto en el texto. Algo que, de contraponerlo con la realidad que nos ocupa y rodea, por analogía nos devolverá la hermenéutica del mundo en que vivimos.

En este sentido, alcanzaremos a preguntarnos: ¿procurará silenciar nuestro Sistema, hoy día, a aquellas personas que promueven el sentido crítico de las cosas, afloran la disonancia entre la normatividad y deseabilidad del sistema y las realidades social, económica y ambiental? o, por el contrario, ¿serían personas a las que, dada su contribución ética y moral – además de económica y social – , les concedería el Sistema un trato digno, justo y rayano con lo especial? Promoviéndose tanta participación y democracia…¿terminarán siendo ambas un mero espejismo?

Buceando en el mar de la vida revelaremos el conocimiento de aquello que queda sumergido y oculto bajo la expectativa de una afirmativa respuesta. Esto no es sino traer a la luz conocimiento, y está en la luz de nuestro pensamiento: en nuestra claridad mental. ¿Cuál será el súper poder del pensamiento crítico?, ¿cómo se logrará?

Vamos a parir el conocimiento del mismo y lo vamos a hacer conducidos desde el ejercicio práctico de la interpretación y análisis de la poesía. Para ello, vamos a abordar este crucero explorando una anécdota de infancia y un ejercicio universitario propio. Siendo de un calado tan emocional y personal todo el trabajo que se acerca, y habiendo sido la poesía tan importante y crucial en mi vida, ello resulta curioso y efectivo para dilucidar ese poder crítico con que la poesía nos dota.

Por el momento, vayamos al turrón: he aquí una anécdota de infancia para una hermenéutica agudizada al término de este artículo. Luego, de ser agua, bébeme hasta el final – te diría el mismo-.

A. Una anécdota de infancia.

 VIII. EL REINO PERDIDO (en otras versiones clasificado como Poema I) 

Las huestes de Don Rodrigo
desmayaban y huían
cuando en la octava batalla
sus enemigos vencían.

Rodrigo deja las tiendas (05)
y del real se salía,
solo va el desventurado,
sin ninguna compañía;
el caballo de cansado
ya moverse no podía, (10)
camina por donde quiere
sin que él le estorbe la vía.

El rey va tan desmayado
que sentido no tenía;
muerto va de sed y hambre, (15)
de verle era gran mancilla;
iba tan tinto de sangre
que una brasa parecía.

Las armas lleva abolladas,
que eran de gran pedrería; (20)
la espada lleva hecha sierra
de los golpes que tenía;
el almete de abollado
en la cabeza se hundía;
la cara llevaba hinchada (25)
del trabajo que sufría.

Subiose encima de un cerro
el más alto que veía
desde allí mira sus banderas,
y estandartes que tenía, (30)
cómo están todos pisados
que la tierra los cubría;
mira por los capitanes
que ninguno parescía.

Mira el campo tinto en sangre (35)
la cual arroyos corría.
El triste de ver acuesto
que gran mancilla en si tenía,
llorando de los sus ojos
de esta manera decía: (40)

"Ayer era Rey de España,
hoy no lo soy de una vía,
ayer tenía criados
y gente que me servía;
hoy no tengo ni una almena (45)
que pueda decir que es mía.
¡Desdichada fue la hora,
desdichado fue aquel día
en que nací y heredé
tan grande señoría; (50)
pues lo había de perder
todo junto y en día!
¡Oh, muerte!
¿por qué no vienes
y te llevas este alma mía? (55)
Pues, este cuerpo mezquino
te lo agradecería".

Romancero Viejo (o Romancero Español o Romancero Viejo Español)

Fui muy torpe en hablar, según me han dicho mis padres, pensaban que era «muarra» porque no lograba decir una palabra entendible para los tres años. Sin embargo, para esa edad, viendo a mi hermana mayor con sus tareas de párvulos, me fascinó eso de sentarme en una silla sobre otra para lograr alcanzar la mesa y, así, ponerme a hacer el copiado de todo aquello que veía.

Me fascinó eso de aprender. Entretanto me enseñaba mi madre a leer, aprendía, a la vez, la grafía de las letras. En poco tiempo, terminé leyendo, escribiendo y hablando. ¡Todo un hito personal! Pero como para no terminar siendo un hito, mi padre al repasar nuestras tareas se irritaba con los atranques y al final «me cundió más que quemar broza».

Para ese momento, me fascinaba una cartilla, escribir, leer y todo aquello que advirtiera relacionado. Según mis padres, solía despertarme muy temprano – sobre las cinco de la mañana o antes – y, en mi emoción e inquietud, me iba al salón de mi casa. Encendía la luz y empezaba a abrir y cerrar cajones buscando el material – no era consciente de que ocasionaba molestias – ; de esta manera, despertaba a mis padres.

Tengo el vago recuerdo de ver a mi madre aparecer de repente en el pasillo, claro que ella revive la escena y me vivifica el diálogo y el panorama: «¡Vero!, ¿qué estás haciendo?» – con la cara adormecida -, «¡venga, chiquilla, acuéstate ya, anda!» A lo que me negaba sin palabras, dando un paso atrás…y miraba con tanta ternura y encanto que terminaba mi madre diciéndome, algo así como: «bueno, pero no hagas más ruido, no abras más cajones…¿no ves que nos vas a despertar a todos?»

De mayor, cuando se ha recordado esta anécdota tan usual en mis costumbres de infancia, me han hecho saber que, al volver a su dormitorio, se reían de las cosas que tenía.

Por aquel entonces, para cuando tenía cuatro años, iba con mi madre al bar de mi abuelo Pepe. Ella se encargaba de ayudar en limpiar y dejarlo todo preparado en la cocina para el día siguiente. Unas tareas que hacía en las ausencias de mi abuela María y mi tía Paquita, quienes subían a pasar alguna pequeña temporada invernal en Asturias – región donde vive gran parte de mi familia paterna, hoy día- .

Entretanto acondionaba mi madre todo, me fue enseñando a mejorar mi lectura y a aprender a recitar poemas del Viejo Romancero. El primero de ellos fue «Fontefrida, Fontefrida»; sin embargo, terminó resultándome corto. Así que, nos aventuramos a aprender el Poema VIII, el de «El Reino Perdido». Al menos, así es como aparece clasificado en el libro de casa.

Desde ese entonces, he sentido siempre fascinación por la poesía y la literatura. En EGB, recuerdo que en séptimo curso apareció un nuevo proyecto educativo: «Poetas en el Aula», al que nos unió Doña Rosa Baena, nuestra profesora de lengua, tutora y directora del Centro – la mejor maestra que he tenido jamás: maravillosa y muy humana – . Eso de los certámenes, me encantó; y sacar a flote la capacidad expresiva del lenguaje lírico, me enamoró. Ponerme yo a escribir poemas es algo que he vivenciado en la música; también he sido cantante y no he podido evitar hacer mis propias letras y canciones. Es algo que me encanta.

Para cuando redacté este artículo, quise recordar ese poema que me enseñó mi madre, el cual recitamos ocasionalmente. Supongo que hacerlo juntas nos ayuda en las pequeñas lagunas de versos que podamos tener; de hecho, al procurar escribirlo de memoria he olvidado algunos versos, los cuales he ido a buscar.

Revivir este poema es revivir, además de mi infancia y recuerdos, la importancia de la poesía en nuestra Educación. Generalmente, a la poesía se la asocia con cierta debilidad y sensiblería, catalogándola, peyorativamente, de algo que «para nada sirve«. Cuando, precisamente, es la cuna, no solo de la más elevada destreza lingüística y expresiva, sino de la interpretación de figuras y recursos estilísticos portadores de todo un intenso simbolismo que nos ayudan a agudizar el ingenio, a ser sagaces y, consecuentemente, a madurar nuestro pensamiento crítico.

De considerar la capacidad interpretativa que nos proporciona la literatura y, en especial, la poesía, un acierto sería acercar el análisis de un video y canción para la intención, en parte, de este artículo: analizar la evolución de nuestro sistema educativo, su conexión con nuestro presente y aquellos valores que verdaderamente se promueven para el crecimiento y avance social y económico de nuestros días. ¿Se incluirá la poesía?

B. Una expresión práctica de las destrezas lingüísticas y literarias.

Siguiendo esta línea, volver la mirada a mi pasado reciente puede proveerme una expresión práctica de aquello que vengo a afirmar. De esta manera:

«Another brick in the wall» es una canción que va más allá de la crítica al sistema educativo de los años 50, los que correspondieron a su compositor, Roger Waters. Concretamente, su autor evoca el trauma de niñez que sufrió tras la muerte de su padre; momento que sintetiza como «un ladrillo en la pared». Su primer gran trauma.

Con cada una de sus experiencias traumáticas crea un muro, un muro que lo proteja. Posiblemente, en su propia visión de protección o burbuja que hace, utiliza un muro, como los muros de guerra donde murió su padre (Segunda Guerra Mundial).

Estos «ladrillos« (traumas) también representan a cada uno de los alumnos y los contextualiza en la escuela, donde reciben: oscuro sarcasmo – como menciona la letra de esta canción -, la pretensión del control moral y ético del sistema y una disciplina draconiana. Y donde conviven con profesores preocupados sólo en adoctrinar e insuflar más que obediencia. Características propias del paradigma tradicional, cuyo objetivo último es transmitir un conocimiento reglado, dentro de un sistema severo que no deja espacio para la creatividad, la autorrealización o la autonomía. Un sistema que opaca la motivación y el entusiasmo. Todo esto queda sintetizado en el minuto 1:48 de esta otra versión de la canción (…), donde escuchamos: «Repeat after me:..» (repite después de mí), después de haber ridiculizado al alumno por escribir poesía.

Vemos los niños desfilar como zombies a la trituradora: adoctrinados a los que se les castra la imaginación y la creatividad, y se les amolda a las directrices de un sistema controlador que, tomando la cadena de valor de Porter (1985) como referencia, nos hace productos «commodities»no diferenciados dentro de una cadena de producción.

Por eso: «¡Hey! ¡Profesores! ¡Dejad a los niños en paz!» . Como viene a decir Perez, (1999), dejad que aprendan a vivir y a ser. No solo a conocer y hacer (Delors et al., 1996) – en este sentido, cabe preguntarnos cómo se conoce y sabe en España, país a la cabeza en abandono escolar en la Unión Europea como más tarde analizaremos -.

Y, ¿qué sucede con el muro? Lamentablemente, entre todos van configurando ese muro que no les deja ver más allá, el muro del conformismo. Un muro que los separa de la autorrealización. Que los separa del «puding«.

Esta hermenéutica no es sino la interpretación de la canción y video de Pink Floyd: «Another brick in the wall» (¿veis que fascinante es el análisis propio de la «literatura» de la letra y video de esta reconocida canción?). Fue un trabajo realizado para una asignatura del primer trimestre, «Sociedad y Familia», del Máster del Profesorado que cursé en el año académico 2017-2018. Un trabajo, como podemos apreciar, que se enfoca en el pensamiento crítico y la hermenéutica y bien nos puede valer para hacer una crítica objetiva tanto a nuestro actual sistema como a esta nueva normalidad que se nos presenta para la Educación.

¿Qué quiere dar solución este análisis crítico? ¿Qué es aquello que nos transmite Pink Floyd en su canción y vídeo?, ¿qué quieren decir su letra y cada una de las secuencias del video? ¿Cuál es la transcendencia de su temática para la fecha en que fue compuesto y grabado este tema así como para la actual? ¿Por qué habrá sido una canción tomada como bandera para promover una educación integral, equitativa y transcendental para la vida de las personas? ¿Por qué la educación, según Nelson Mandela, será la mejor de las armas para cambiar el mundo?

Volviendo al sentido del análisis propuesto para «Another Brick in the Wall», se hace observable la importancia de la literatura y su temática lírica. Los recursos estilísticos utilizados en el lenguaje poético se transmutan en apreciaciones simbólicas en las imágenes del vídeo y, desde el entendimiento que nos proporciona esa plasticidad literaria del poema, podemos alcanzar un conocimiento más profundo de aquello que se nos presenta ante los ojos. Éste sería el sentido crítico que nos proporciona la métrica y el análisis literario para transmutarlo en la simbología del propio vídeo.

Ridiculizar al alumno por escribir poesía va más allá de ensordecer la sensibilidad de hacer sonar, con ritmo, las palabras; como podemos apreciar. Si la métrica, los recursos y la hermenéutica que lleva envuelta la poesía nos transmiten la enseñanza de ser un vehículo para ese «sentido crítico» que, en apariencia, espera de nosotros nuestro actual sistema educativo, ¿opacar esta sensibilidad y capacidad lingüística desde el desmerecimiento y humillación tendrá por fin último alejarnos de la agudeza, ingenio y sagacidad que le son inherentes? ¿Será esto cierto hoy día? ¿Estamos en un sistema educativo que se inclina, como en antaño, hacia la élite? ¿Interesará a la élite que la población goce de ese sentido crítico que contrapone la experiencia vivida con la normatividad y deseo de aquello que se promueve?

¿Contrastar nuestra realidad con la deseabilidad del sistema nos puede conducir a apreciar la relatividad de nuestra vida dentro de esa «ley general de aparente progreso«?

C. ¿Qué es el pensamiento crítico?

El sentido crítico, como vengo definiendo desde las habilidades que lo ponen de manifiesto (agudeza del ingenio, sagacidad, contraste de información e interpretación de datos y símbolos), consiste en aquel pensamiento que, desde el proceso que involucra, tiene como objetivos: analizar, entender y evaluar la manera en la que se organizan aquellos conocimientos que se pretenden interpretar y representar en el mundo; y, en particular, las opiniones o afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas (ver Kahneman, Slovic y Tversky (Eds.), 1982).

Esta última definición contrapone, en adición, el método científico delimitado dentro del campo de las heurísticas con la heurística en psicología; esto es, el atajo mental.

Con todo, un mayor entendimiento nos lo proporciona el definir de manera generalizada el concepto de «Heurística». En concreto, su definición atiende a los términos «hallar» y «descubrir». La heurística se refiere a aquellas ciencias, artes o disciplinas del descubrimiento; encaminadas, por consiguiente, en la aplicación de un método científico. En este sentido por «heurística» se entiende aquellos procedimientos, estrategias, esquematizaciones, silogismos, leyes o conclusiones sobre el conocimiento que se pretende hallar o descubrir de cualquier cosa (Wikipedia, 2021).

D. ¿Ha sido el pensamiento crítico de la ciudadanía amenazado a lo largo de nuestra historia?

Alcanzado el entendimiento de lo que el pensamiento crítico es, y habiéndonos cuestionado la importancia de la poesía – además de su ridiculización en el ejemplo propuesto – como instrumento para aflorar las destrezas de este pensamiento, bien se hace importante hacernos otras preguntas para abordar su contestación desde un pequeño marco teórico que las enmarca y arroja luz.

En este sentido, ¿seguirá nuestro sistema silenciando, hoy día, a aquellas personas que promueven el sentido crítico de las cosas, afloran la disonancia entre la normatividad y deseabilidad del sistema y las realidades social, económica y ambiental? o, por el contrario, ¿serían personas a las que, dada su contribución ética y moral – además de económica y social – , se les concedería un trato digno, justo y rayano con lo especial?

El pensamiento contracorriente no es rebelde, por el contrario, sigue su curso de pensamiento en otro sentido; aunque, acogiéndose a la propia norma, derecho y deseabilidad del Sistema establecido para todos. Por estas fundamentales razones es a contracorriente, normativo y opuesto a la rebeldía. Esto último, el pensamiento rebelde, sería la corrupción: se opone a la norma, viola el derecho, se aleja de la deseabilidad que promueve el Sistema y lo corrompe.

D.1. Jesús de Nazareth: el Salvador del mundo humillado en la Cruz.

Preguntar «si seguirá» nuestro sistema silenciando, degradando o humillando a personas que presentan un desafío al sistema, aún acogiéndose a derecho y norma y haciéndolos prevalecer – algo totalmente opuesto a la rebeldía, en tanto es sucinto a derecho – , encuentra más de un grave y transcendental antecedente: Jesucristo y Sócrates, por ejemplo.

Hablar del paso de Jesucristo por la historia se considera axiomático. Él, a quien consideramos la encarnación del Verbo en figura humana – predicha desde remotas edades -, aparece cuando la humanidad había alcanzado tal punto de materialización que no podría ser salvada a menos que el Espíritu Divino lograra manifestarse en el mundo físico. De esta manera, esa «Luz» que no había terminado de tangibilizarse en la Tierra, consigue encarnarse en Jesús de Nazareth y convertirse, así, en el Eje de la Evolución Humana (Schure, 1990, p. 9).

Con Jesús de Nazareth alcanzamos una revolución interior de valor incalculable; pues, logra cambiar la faz del mundo entero. Con Él surge una transformación de la mentalidad; una mentalidad que cabalga en una dialéctica entre: la sensibilidad y la inteligencia, la intuición y la razón. Importante se hace subrayar que, para aquel momento, prevalecía la videncia sobre la intuición y, la razón, estaba supeditada a un papel secundario: la Ciencia no era más que una hija de la Religión (Schure, 1990, p. 9).

Jesús de Nazareth es un antes y un después, su paso por la historia es tal que marca toda una «taxonomía» para la cronología de nuestros acontecimientos, de nuestra historia per se: antes de Cristo y después de Cristo.

Con Jesucristo concebimos a la Sabiduría primordial como una continuación armoniosa de esta dialéctica a la que obedece esta transformación de mentalidad. Desde este momento, el dominio del mundo material se convertirá en el objetivo de la humanidad; la razón empieza a predominar sobre el sentimiento (Schure, 1990, p. 9).

Luego, cabe preguntarnos si su presencia en la Tierra es la de enseñarnos esa transformación mental desde el equilibrio, la que nos conduce a nuestra «Luz», a nuestra «Verdad». ¿Cómo es que el ejercicio del poder, del dominio y del sometimiento de las gentes han venido creciendo, predominando la razón y alejando a las clases sociales?, ¿existe algún conocimiento que va más allá de aquello que promueven, a grandes rasgos, nuestras actuales religiones y que, sin embargo, no nos han venido a educar en él?, ¿existe un conocimiento oculto y esotérico en las enseñanzas del cual nos han alejado desde el aborregamiento?, ¿no fue dado este conocimiento para todos?, ¿es posible que si nuestra civilización hubiera crecido armónicamente, equilibrando nuestra sensibilidad (inteligencia emocional) e inteligencia, nuestra intuición y razón; nuestra civilización actual fuese verdaderamente civilizada, humana y justa?, ¿sería nuestra civilización, hoy día, armoniosa, solidaria, empática, pacífica?, ¿hubiera progresado nuestra civilización, de considerar tal equilibrio, de otra manera?

Definitivamente, ¿terminó Jesús de Nazareth por lograr aquel objetivo fundamental del que nos habla Schure? De no ser así, no haber alcanzado la humanidad tal evolución, ¿a qué podría deberse?

Desde luego que el conocimiento que nos transmite Jesús de Nazareth – cada una de sus enseñanzas a lo largo de los Evangelios- nos conduce al entendimiento de cómo autorregular nuestra conducta, cómo buscar ese equilibrio entre sensibilidad e inteligencia, intuición y razón; necesarios para conocer nuestra «Verdad», conocer que somos «Luz». Esto es, lo que en otras culturas y fes – cuestionado que también fueran conocidas por Jesucristo – se conoce como iluminación o despertar de la conciencia, entre otros (ver Schure, 1990; Tolle, 2001).

¿Podemos apreciar que fue silenciado? ¡Silenciado no!, podemos apreciar, de leer los Evangelios, que fue injustamente torturado y le propiciaron la más humillante de las muertes a condenados en su tiempo: la crucificción.

D.2. Sócrates: el error, la mayeútica y el despertar de la conciencia.

El paso de Sócrates por la historia es tal que supone un cero absoluto en el eje de cartesianas de la filosofía occidental. Es la figura filosófica que marca un antes y un después en el pensamiento «griego«. Precisamente se debe a concebir el pensamiento filosófico desde el prisma de la moral; además de su método, el cuál es la esencia del pensamiento crítico y su método científico. Este método es una heurística que nos conduce a contraponer ideas – incluso las ignoradas o el error-, cuestionarlas reiteradamente y, así, alcanzar a dar a luz el conocimiento de las cosas (ver Segura (Ed.), 2017).

Preguntarnos si la poesía habrá sido importante en el pensamiento de Sócrates, posiblemente nos conduzca a una respuesta afirmativa. Pues, Sócrates era capaz de recitar al completo toda la obra en verso de Esopo, un gran fabulista de la Antigua Grecia, semilegendario, caracterizado por su agudeza, brillantez y sagacidad; habilidades con que impregnaba cada una de las reflexiones y enseñanzas que transmitía en sus fábulas (ver Segura (Ed.), 2017, Wikipedia 2020A). Una muy interesante, precursora de la disonancia cognitiva, la encontramos en la Zorra y las uvas.

La transcendencia de la sagacidad, el ingenio y la agudeza que transmite el lenguaje lírico es fácilmente apreciable en las destrezas hermenéuticas y su conexión con la realidad. Son habilidades propias que conducen y, a su vez, son vehículo del cuestionamiento de las cosas. De esta forma, presentándose tan axiomático que cada uno de nosotros no puede saltar fuera de su propia sombra, fácil es comprender que somos una parte de aquello que encontramos en nuestro camino. Luego, ¿sería importante la instrucción previa recibida en Sócrates para el desarrollo de su método? Obviamente, sí.

Por su parte, la importancia de su método reside en la aplicación práctica que nos ofrece desde su pensamiento moral (ver Segura (Ed.), 2017). Como podemos apreciar, este alcance es análogo al de la intención de la obra de Esopo: fábulas para el sentido de la moral y de la justicia, fábulas para hacer pensar (Wikipedia, 2020A).

Siguiendo esta línea, en el ejercicio del método socrático pretendemos el conocimiento, no solo de cualquier cosa, sino fundamentalmente de uno mismo, junto al autodominio que lleva aparejado la autoexploración y el autoconocimiento, nos permiten restaurar la relación entre el ser humano (microcosmos en filosofía oriental) y la naturaleza (medio ambiente, espiritual – macrocosmos en filosofía oriental-). Luego, su método dialéctico y su mayéutica están encaminados en esta nueva cosmovisión: el razonamiento moral. Aquel razonamiento que, a través de su método, nos devuelve una ciencia que busca el interior del ser humano (ver Segura (Ed.), 2017).

nosce te ipsum (conócete a tí mismo y conocerás el Universo y a los dioses – el despertar de la conciencia – ).

Inscripción del frontispicio del Templo de Apolo – Delfos -.

Pues bien, siendo un hombre de bien que promocionaba el desarrollo de la virtud de la persona: su misericordia, bondad, belleza, fortaleza y sentidos de la justicia y de la moral; fue silenciado por el Sistema con una condena de muerte.

Sócrates murió envenenado con cicuta porque «corrompía» a la juventud con su pensamiento. Esto es, los conducía a tener pensamiento crítico, a ser reflexivos, a autoexplorarse, tener autodominio y ser personas con valores éticos y con sentidos de la justicia y de la moral. Pero, esto no interesaba a la élite, con lo que se lavaron las manos – como precursores de Pilatos – subrayándose en que se oponía a la doctrina y creencias de culto a los dioses atenienses: Sócrates cuestionaba la verdad de su mito como conocimiento sobre el que erigir toda una Creación y promocionar una forma de vida ética y con sentidos de la justicia y de la moral (ver Segura (Ed.), 2017; Wikipedia, 2020).

veritas filia temporis

Aforismo latino

Dicen que la verdad es hija del tiempo. En este sentido, el tiempo nos ha devuelto, en la figura de Sócrates, un pensador prominente, totalmente contracorriente, que se acoge a la norma y la lleva más allá: al bienestar de las gentes desde el desarrollo y cultivo de su virtud, de su moral.

El tiempo nos ha sacado a flote una gran verdad: el Sistema económico y social del momento de Sócrates silenció la posibilidad de diseminar una manera con la que hacer, a la ciudadanía, personas con sentido crítico. Personas que observan las cosas, su expresión práctica y se cuestionan si verdaderamente son dadoras de la certeza que promueven o, por el contrario, la corrompen.

E. El Método Socrático.

E.1. Sócrates en la Escuela.

No menos importante es acercar la visión educativa de este método. Desde las perspectivas de la psicología cognitiva y de la pedagogía, en el método socrático – idea ignorada o error y/o mayéutica – encontramos toda una metodología didáctica con la que hacer alcanzable, no solo ese pensamiento crítico que se promueve en nuestra actual legislación educativa, sino también: «ayudar a construir modelos mentales funcionales dotados de poder predictivo y explicativo que ayudan a la construcción de aprendizajes significativos; como metodología activa, involucra un proceso interpretativo que permite comprender la realidad, confiriéndole el carácter de  actividad constructiva. Igualmente, favorece la relación interpersonal entre maestro y discípulo, así como con el grupo, lo que permite una mayor socialización, además de conferir el efecto catalizador que procura la emoción en el aprendizaje. Sin olvidar que esta metodología metacognitiva ayuda a desarrollar la reflexión, el pensamiento deductivo e inductivo, la solución de problemas, el planteamiento de hipótesis, entre otros,  lo que deriva en una mayor actividad cerebral, que como ha sido probado, procura su mayor desarrollo y favorece la inteligencia». (García-Melero, 2018).

E.2. La Mayeútica: la quintaesencia de la Universidad de Harvard.

De preguntarnos por su aplicación práctica en nuestra actual educación, en primer lugar cabe señalar la educación elitista; como lo es la Universidad de Harvard – la primera posicionada en el mundo en el ranking de Shanghái 2019 para la calidad y excelencia educativa -. (El País, (Ed.), 2019). En esta Universidad el método socrático ocupa un lugar preeminente, siendo la quintaesencia de su sistema pedagógico (ver Donham, 1922, citado por García-Melero, 2018).

De considerar un apunte histórico sobre la aplicación del método científico desde el que aflorar la importancia del método socrático en esta Universidad, Donham (1922) bucea en las anécdotas e intenciones educativas de la Universidad de Harvard y nos acerca que «Christopher Langdell, desarrolló en 1870 el método de casos más antiguo conocido. De acuerdo a este mismo autor, por aquel año Langdell era el nuevo decano de la Harvard Law School (HLS) y procedió a abordar su clase desde el método socrático debatiendo un caso que sus alumnos posteriormente deberían producir y dar solución. Su éxito fue tal, que en 1920 la escuela de negocios, Harvard Business School (HBS) introdujo en la asignatura de marketing el método del caso en 1920. Posteriormente, se fueron sucediendo otras de sus escuelas» (García-Melero, 2018).

En adición, Donham, en su trabajo, explica que el objetivo principal es que los estudiantes aprendan por sí mismos, a través de procesos de pensamiento independiente, desarrollando la capacidad de usar sus conocimientos y habilidades, construyendo nuevos significados desde aprendizajes anteriores. Ya que, según este autor, los conocimientos sin la capacidad de ponerlos en práctica no son útiles, además de que la habilidad no alentada continuamente por nuevos conocimientos convierte en rutina a cualquier actividad (García-Melero, 2018).

E.3. Posibilidades del Método Socrático.

Como podemos apreciar, el Método Socrático en su conjunto – así como aquella intención moral para la que lo trajo a luz Sócrates: la de conducirnos a nuestra realización, al despertar de nuestra conciencia – , es todo un método didáctico y también pedagógico que cumple, más que sobradamente, tanto las intenciones educativas de nuestra legislación, como las recomendaciones de instituciones y organizaciones internacionales para tal fin y para el progreso científico que promueven. Considerando como tales:

(a) la ruptura del distanciamiento entre profesor y alumno, (b) la promoción de la socialización en clase, (c) la focalización de la atención en el alumno, (d) la capacidad de procurar la emoción como catalizadora del aprendizaje, (e) la facilidad para trabajar la cooperación y el trabajo en pares, (f) la posibilidad que brinda para promover metodologías metacognitivas que, por igual, ayuden a: (g) desarrollar la reflexión, (h) el pensamiento deductivo e inductivo, (i) la solución de problemas, (j) el planteamiento de hipótesis, (k) la creatividad; esto es, aquello que comporta el desarrollo de nuestro pensamiento crítico desde la aplicación de (l) las heurísticas como mediadoras para potenciar las destrezas lógico-matemáticas transferidas desde el desarrollo de las destrezas lingüísticas; (m) la construcción de aprendizajes significativos (ver Chickering y Gamson, 1987; Dumont, Instance y Benavides, (OCDE Eds.) 2010; Libro Verde de la Comisión, 2003; LOMCE, 2013; Real Decreto 1105 Currículo básico de ESO y Bachillerato, 2014; Resolución del Parlamento Europeo y del Consejo, 2006; todos citados por García-Melero, 2018).

F. El Pensamiento Crítico en la Ciudadanía: ¿nuestra Educación lo promueve o lo castra?

Locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes

Albert Einstein

Existe una diferencia formal y profunda entre los modelos pedagógicos que, en esencia, dilucida nuestra Comunidad Educativa para el progreso y mejora de nuestra educación, y aquellos otros modelos que, en existencia, prevalecen en el aula. En este sentido, existe una disonancia entre lo que las recomendaciones y orientaciones del grueso de nuestra actual legislación y Comunidad Científica proponen para la mejora de la calidad de nuestra educación y aquello que verdaderamente cobra vida en las aulas.

De considerar el reflejo de la calidad de la educación en la ciudadanía: el Informe de la UNESCO, visto como la fuerza de empuje de los propósitos educativos de la educación mundial, direcciona la intención educativa hacia la autonomía del aprendizaje, hacia el aprender a aprender, intensificando el sentido de la responsabilidad y de la solidaridad (Delors et al., 1996). Sin embargo, nuestro sistema educativo es parco en dar a luz una ciudadanía emprendedora y activa. En este sentido, Domínguez y Molina (2012) advierten de la necesidad de contar con una población crítica, informada y cualificada, que sea capaz de emprender proyectos y gestionarlos; lo que requiere de una implicación coherente de las autoridades educativas.

Por otra parte, en relación al perfil del trabajador que demanda el mercado laboral, Robins (1996) recuerda la necesidad de acercar los contenidos y competencias clave en que son instruidas las personas a la realidad empresarial. Como subraya este autor, y no pudiendo olvidar en última instancia que el aprendizaje adquirido en los centros ha de perfilar al futuro trabajador y/o emprendedor, el grado de competencias y habilidades del perfil del alumno se presenta muy alejado de lo que empresas y organizaciones demandan en sus trabajadores. 

Si la intención de nuestra Educación es la de formarnos para nuestro futuro mercado laboral, ¿cómo de bien lo está haciendo la Educación Española? Lamentablemente, contamos con la Educación más triste de la Comunidad Europea, «nos hayamos considerablemente alejados de las previsiones políticas educativas europeas, en tanto nuestro país se presenta como aquel con mayores tasas de abandono escolar, así como un nivel de formación superior medio en la población bastante suficiente, además de alejado del de aquellos países vecinos más desarrollados – en contraposición a la mitificación de la creencia popular de la sobrecualificación de la población española –» (ver OCDE (Ed.), 2018).

En este sentido – profundicemos un poco más – , cuatro años después de la apreciación de Robins, esto es, en el 2000: «el Consejo Europeo fijó en Lisboa la estrategia educativa europea: «Convertir Europa en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con más cohesión social» (Marina 2018).

Sin embargo, ¿qué es lo que ha sucedido? Descaradamente apreciamos una doble moral en el Sistema, si bien el Informe de la UNESCO direcciona las intenciones de políticas educativas hacia la autonomía del aprendizaje, hacia el aprender a aprender, intensificando el sentido de la responsabilidad y de la solidaridad (Delors et al., 1996); y, por otra parte, el compromiso Europeo se pronuncia con una economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con más cohesión social» (Marina, 2018) – algo a lo que ayudaría enormemente el Método Socrático como hemos podido comprobar, quintaesencia de la educación de la élite -; definitivamente esa normatividad y deseabilidad es totalmente ignorada desde el propio ejercicio práctico de la legislación y organización del sistema educativo europeo.

Para que comprendan mejor la intención manifiesta del Sistema Educativo; si bien desde la LOMCE nos especifican siete competencias como las que siguen: 1. Competencia en comunicación lingüística. 2. Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología. 3. Competencia digital. 4. Aprender a aprender. 5. Competencias sociales y cívicas. 6. Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor. 7. Conciencia y expresiones culturales – preciosas en apariencia -, también nos castran la manera en la que conseguirlas. En este sentido, «la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaria, preocupada por el influjo de las ‘fake news’ y de las redes sociales, ha pedido a educadores, padres y gobernantes que fomenten el pensamiento crítico de los jóvenes para ayudarles a tomar decisiones informadas» (Marina, 2018). Pero, ¿qué es lo que nos encontramos? Nos encontramos que «la única asignatura que tiene como objetivo específico desarrollar esa competencia, que es la Filosofía, ha sido eliminada de la Enseñanza Secundaria Obligatoria, y reducida en el Bachillerato» (Marina, 2018).

Podemos apreciar con nitidez que la implicación coherente de las instituciones educativas con los propósitos educativos en los que ha de instruir al futuro trabajador y en los que ha de acomodar su acción, difiere de lo que se espera desde la normatividad y recomendación institucional, así como de lo que dilucida la ciencia.

De considerar un repaso al pensamiento crítico, aquello que nos ha traído hoy aquí, ya hemos podido apreciar la importancia y «transcendencia» del Método Socrático y de las enseñanzas de Jesús de Nazareth. No solo nos ayudan a desarrollar nuestra inteligencia emocional, autorregular nuestra conducta y, por supuesto, el pensamiento crítico; sino que, adicionalmente, el Método Socrático es la quintaesencia de la Universidad mejor posicionada internacionalmente y sobre la figura de Jesús de Nazareth se ha edificado todo un imperio de religiones «cristianas». ¿Habrá alguna intención manifiesta de «silenciar» la promoción del pensamiento crítico en nuestra ciudadanía?, ¿sería ésta la razón definitiva por la que «silenciaron» a Sócrates y a Jesús de Nazareth? ¿Me querrían silenciar a mi por promover el pensamiento crítico, por ejemplo?

Para este hoy, 2018, tenemos a la vicepresidenta del Gobierno abogando por maneras con las que fomentar el pensamiento crítico, maneras con las que no «aborregarnos«, aunque simplemente sea para discernir qué es «fake» de lo que no lo es. De buscar más y más información, de irnos a 2010, por ejemplo, tenemos a Pedro Rascón, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), quien nos subraya rotundamente que «el cambio social de nuestra era aún no ha sido trasladado a la escuela» (Rius, 2010).

¿Hemos de seguir buscando más apuntes al respecto? Personalmente, no concibo nada más interesante para poner la guindilla a este artículo – tan emocional para mí – que ponerme en las palabras de Leonardo da Jandra. Un filósofo excepcional al que espero leer mucho.

G. Leonardo da Jandra: la opinión de un gran filósofo sobre cómo nuestro Sistema castra el pensamiento crítico.

Los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo, lo que hace falta es cambiarlo.

Leonardo Da Jandra, escritor y filósofo mejicano.

Hoy día, estoy convencida de que, en tanto se promueve la contribución personal de la ciudadanía en aquellos objetivos económicos y sociales para el desarrollo sostenible que se espera y, por otra parte, los Organismos e Instituciones Educativas – nacionales y supranacionales – insisten en la necesidad de contar con una población autónoma en su aprendizaje y con un elevado sentido crítico y de la responsabilidad; estas personas que afloran las vicisitudes del sistema, promoviendo cambios desde nuevas apreciaciones y/o fórmulas, han de contar con el propio respaldo y apoyo de las gentes y gobiernos. ¿Tendría sentido, entonces, promover una cosa para luego castigarla? No creo, a no ser que todo sea un espejismo, ¿verdad?

Al menos, considero que es un gesto loable, inteligente y, por igual, participativo y solidario con la sociedad, eso de promover el sentido crítico constructivo. Porque, malhablar es algo carente de honra y madurez; mas, alinearte con la deseabilidad, principios y normas del sistema político, económico, social y educativo global para promover críticas constructivas – basadas en el método científico – desde las que sacar a flote vicisitudes y, a su vez, promover alternativas, es algo honroso.

En este sentido, importante se hace subrayar el pensamiento cosmocentrista que promueve el profesor y filósofo Leonardo da Jandra, quien viene a cuestionar aquella intención educativa de nuestro sistema actual.

En «Lecturas Sumergidas», Emma Rodríguez (2014) nos acerca un trabajo fascinante: «Leonardo da Jandra: “La ética, no la libertad, debe ser lo primero”». La riqueza de este trabajo es tal que, sobradamente, traspasa las expectativas de la intención primera que buscaba para aflorar el pensamiento de da Jandra. Así, a continuación se hace una selección de aquellas partes de su ensayo que traen a la luz aquellas vicisitudes que éste filósofo y escritor ha explorado y encontrado en nuestro actual Sistema – más allá de lo educativo – social, político, económico y ambiental.

De acuerdo a Rodríguez (2014) Leonardo da Jandra es un escritor y filósofo mexicano de esos «contracorriente», de esos que transmiten un mensaje con fuerza y se hace eco; muy a pesar de los «outsiders» y medios oficiales, quienes, generalmente, se muestran ajenos a aquel pensamiento que no es copia de lo que promueve «la tendencia». Este escritor y filósofo se aleja de «la tendencia», tanto, que hasta decide mudarse, junto a su mujer, lejos del mundanal ruído. Con todo, su obra, «Filosofía para desencantados», nos acerca una visión amplia de nuestro paradigma actual y la necesidad que surge de ir transmutándolo hacia nuevas formas.

Si en palabras de Kuhn (1972) la efectividad de la investigación bajo un paradigma se perpetua en tanto éste se retroalimenta, desde el ejercicio del método, en la experiencia que lo conduce a ir reciclándose con nuevos cambios, da Jandra nos va a acercar esa necesidad de cambio que descansa, fundamentalmente, en el sentido de la ética en la ciudadanía.

En este sentido, ¿abremos de dar un salto «cuántico» per se? Esto es, ¿habremos de volver a plantearnos un paradigma más primitivo y cosmocentrista de manera tal que nos permita aunar nuestra razón y lógica con nuestra intuición, emoción y sensibilidad humanas?, ¿habrá de prevalecer en nuestra sociedad un hemisferio sobre otro, o habrán de venir, otra vez, en su versión primigenia: unidos y de la mano?, ¿aquel equilibrio entre sensibilidad e inteligencia, entre intuición y razón que nos acerca Jesús de Nazareth para alcanzar nuestra «Luz», nuestra «Verdad», será el verdadero propósito, no solo para la realización del ser humano, sino para la realización de una vida focalizada en el aprendizaje y la evolución y en armonía con nuestra naturaleza ambiental?, ¿será la proposición de Jesús de Nazareth similar a aquella que, en Occidente, promovió Sócrates cuatro siglos antes?, ¿serán las proposiciones de Jesús de Nazareth y de Sócrates aquellas que promueven vetustas filosofías orientales, centradas en el respeto de la naturaleza y en el equilibrio del ser?, ¿será de extrañar que la vida contemplativa de los monjes de Shaolín sea un mundo aparte, en el «Universo» Tibet?

Actualmente, considerando la nueva situación que se nos presenta – ese nuevo cambio de vida que se vaticina- bien puede valernos para apreciar cómo es que, aún hoy, nuestros sistema parece devolver más que ladrillos para un muro que nos separa de nuestra realización, que nos doblega en el conformismo infeliz.

De acuerdo a la información que nos revela Rodríguez (2014), «hoy, en la sociedad del consumo y de la tecnología, habitar en medio de la naturaleza salvaje, funciona como un estímulo para ir a la obra, para abrir las páginas de una entrega que nos atrapa con su carga de crítica a las sociedades actuales, una crítica que para nada se queda ahí, en el mero grito, en el descontento, sino que funciona como punto de partida para plantear el ideal de un mundo que “sin dejar de ser racional y pragmático sea al mismo tiempo moral y espiritual.”

Podemos apreciar como se funde esa intención que se promueve desde este artículo: la de la necesidad de trabajar nuestro pensamiento crítico y la de poner al alcance de la ciudadanía métodos filosóficos que nos ayuden a reflexionar y hacer críticas constructivas; amén de toda su contribución positiva en el buen desempeño de nuestras «competencias clave».

Siguiendo esta línea, el plantear el ideal de un mundo que «sin dejar de ser racional y pragmático sea al mismo tiempo moral y espiritual« es «un objetivo inconcebible sin la mediación de la filosofía, filosofía que debe volver a los espacios públicos y que debe atreverse, una y otra vez, a “poner el pensamiento cabeza abajo (Rodríguez, 2014).

Sin embargo, vivimos en un tiempo donde se empuja la filosofía de manera, tal, que ya es solo una asignatura amoldada en «comentarios de texto estructurados» para Bachillerato – también alejada del propio ejercicio del pensamiento y reflexión desde su ejecución práctica -.

¿Por qué hasta para la asignatura de filosofía de Bachillerato se castra el pensamiento crítico y se conduce al alumno a organizar la vida y obra de un filósofo dentro de una estructura que no deja espacio más que para hacer coincidir aquella información que – dado lo que he podido trabajar con mis alumnos – viene ya orientada a cada epígrafe del comentario?, ¿no sería más reflexivo trabajar, junto al comentario de texto, la elaboración de ensayos o contraponer en un ensayo pensamientos de diferentes filósofos? Desde luego que, de considerar aquellas habilidades y destrezas, así como preferencias, que la nueva generación de Zers presenta, la elaboración y redacción de historias y ensayos es la que más fascina entre ellos. De acuerdo al análisis de investigaciones llevadas a cabo por las instituciones y organizaciones que abajo se detallan en la imagen (sobradamente más de 10.000 observaciones a escala global), el 26% de la población mundial de esta nueva Generación Z siente especial atracción hacia esta metodología.

De continuar un poco con este apunte de mi experiencia profesional, todos sabemos que ese epígrafe del comentario de texto destinado a contraponer las características del pensamiento no deja espacio, prácticamente, para la creatividad, originalidad y el desarrollo del pensamiento crítico.

Adicionalmente, todavía me estoy preguntando cómo es que los profesores de filosofía – al menos de los centros de los alumnos con los que he trabajado – no le acercan comentarios de texto redactados por ellos mismos como guía. La verdad es que es la primera vez que hacen un trabajo académico de tal madurez, habiéndose castrado la asignatura de filosofía y limitarse al bachillerato, ¿no creen que la capacidad reflexiva y madurez de los alumnos la están castrando hasta para el propio comentario que les ofrecen?

Y si considero: «¿habláis en clase de las cosas?», «¿os piden que cuestionéis lo que os explican, qué lo conectéis con el mundo exterior?»...La respuesta es el silencio y que escuchan o leen los apuntes que, con respecto a cada filósofo, les provee el profesor. ¿Estamos también en filosofía con el grave problema de la clase magistral, desplazando el propio método filosófico por alguna razón? Porque, la verdad, a mi me fascina la filosofía, si fuera licenciada de esta «maravilla», para su asignatura, y siendo quien proveyera la instrucción práctica de esta disciplina, ¡lo flipaba sola haciendo pensar a mis niños! Que por poner a pensar, pongo a pensar y a reflexionar desde las matemáticas. Algo que me ha garantizado transformaciones en mis alumnos: de muy deficientes a matriculas de honor.

Ahora, recordando a da Jandra: «¿Por qué vivimos en tiempos tan anti filosóficos?»

De acuerdo a Rodríguez (2014), estamos atravesando unos tiempos en los que «se entra en decadencia y se potencia la oralidad y la genitalidad sobre la reflexión crítica. El tiempo actual es un tiempo generalmente anti filosófico porque se busca la gratificación por encima de todo. Y aquí he de citar a los señores que yo llamo neo-fenicios, quienes tienen en sus manos el poder económico, que es ante el que ahora está supeditado el poder político».

Siguiendo este argumento, como ya venimos señalando con respecto al pensamiento crítico y la filosofía: se promueve, pero a la vez se desplaza con «sutileza» o, lo que es peor, se reduce y limita la presencia de la filosofía tan sólo a bachillerato. En este sentido, Rodríguez (2014) se pone en palabras de da Jandra y nos dice así: «Estos señores hacen un énfasis muy específico en sacar a la filosofía y a la ética de la enseñanza, porque una juventud consciente, reflexiva, crítica, es muy difícil de domesticar. Está claro que la filosofía representa el mayor obstáculo para quienes manejan todo el aparato a nivel global y, por eso mismo, para mí representa toda una garantía contra la domesticación de la conciencia».

H. Adelanto de una idea.

Alcanzado este punto, creo que ha sido más que suficiente para sacar a flote esa pretensión del Sistema con querer hacer de nosotros, los ciudadanos, meros ladrillos de un muro que nos separa del verdadero conocimiento de nuestro potencial y riqueza como humanos y como sociedad.

De considerar el pensamiento crítico per se, otro día trabajaremos las posibilidades tan grandes que brinda la enseñanza de Ciencias de Empresa y Economía para agudizar el ingenio, la creatividad, promover el desarrollo del espíritu de empresa y el sentido de la iniciativa, ser críticos y, de entre muchas otras cosas, promover el desarrollo de habilidades orientadas en la solidaridad, el liderazgo, la cooperación, el trabajo en equipo…

Importante se hace hoy recordar que es una asignatura OBLIGATORIA en aquellos países que cuentan con mejores sistemas educativos, con mejores resultado es pruebas estandarizadas de control de calidad y excelencia educativa y, por supuesto, con las economías más desarrolladas del planeta ¿por qué será?

Ahora, volviendo a la trasliteración de los términos que nos proporciona la Cadena de Valor de Michael Porter (1987), si consideramos nuestro resultado como «futuros Trabajadores» que nos devuelve a la sociedad la Cadena de Valor de nuestro actual Sistema Educativo, podemos apreciar que: como estrategia entre agentes dentro de una cadena productiva que persigue la comunicación abierta y el beneficio mutuo, creando una ventaja competitiva, definitivamente, no encaja con el «producto» de nuestra educación actual. Razón por la cual considero que sí somos fruto de una mera cadena de producción, no de la de valor.

Por último, y volviendo a la ventaja competitiva de la cadena de valor, según Bueno (1996) se genera por medio de competencias distintivas o claves, las cuales generan una «rentabilidad relativa» sobre los «rivales».

¿Por qué no la buscamos de verdad?, porque establecidas ya están.

Recordad siempre las experiencias de Sócrates y Jesús de Nazareth. Sus miradas críticas fueron tan críticas, que le cerraron los ojos. Con todo, esto es signo de que aquello que se miraba era muy verdadero.

Preferible es ser silenciados por derribar un muro para la mejor visión y alcance de todos, que guardar nuestro propio silencio ante aquello que se presenta inaceptable.

Aquí os dejo mi mirada crítica y el mensaje de que no hay nada más grande que el amor. El amor está en dar, más que en recibir. El amor es, así, libre y nace, por tanto, en el verdadero altruismo; sin esperar nada a cambio. Porque si das amor de acuerdo a aquel que recibes, entonces no es amor, es la condescendencia de la correspondencia.

Si saludáis sólo a aquellos que os saludan, ¿dónde está vuestro mérito? – vendría a decir Jesús de Nazareth -. Lao-Tsé nos diría que aquel que es abundante (grande en misericordia y virtud) es abundante con quien lo es con él y con quien no lo es. Eso es el Te de la abundancia. Igual que el de la confianza, deposita confianza en quien es de confianza contigo y en quien no lo es.

¿Creéis que, por ser crítica desde mi pensamiento, harían lo posible por apagarme la sonrisa y arrugarme la mirada?
Un beso

De esta manera, ¿es apasionado y puro el amor por promover tus ideales y pensamiento? Yo creo que sí, procura una fuerza inefable, es abundante, es de confianza y saluda a todos, sin distinciones.

Con mucho amor y Qi, a todas aquellas personas que encuentran inspiración en alguna de mis palabras.

por Verónica García-Melero

Índice

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Maíz y Ajedrez-.

Artículo reeditado. Publicado originariamente en Abril de 2020.

Cuando se pesca es mejor echar más a los peces, echar en abundancia; porque cuanto más das, más terminas recogiendo; como todo en la vida.

Juan J. García Barros – mi padre-

1. Introducción: el maíz en el Ajedrez.

Habiéndome especializado en Dirección Estratégica Internacional, como tal, no puedo negar que siento fascinación por las raíces de esta disciplina. Unas raíces que se encuentran ni más ni menos que en el mundo militar y sus estrategias y tácticas de guerra y ocupación. Con todo, no menos importante es ese juego de estrategia militar ancestral – todo un deporte olímpico hoy día -, es decir: el ajedrez.

El Ajedrez es un juego que me ha acompañado toda la vida. Desde muy pequeña recuerdo a mi abuelo Pepe – una vez terminada la «bulla» del mediodía – sentarse en la mesa del fondo con algún cliente extranjero. Unas veces lo era francés, otras veces italiano, alemán, inglés… Claro que con los franceses tendría más afinidad, él estuvo viviendo unos años en París y, la verdad, aprendió bastante bien la lengua. Así, de competir con algún contrincante francés, además de contar con el tiempo perfecto para comentarios – más de los justos – en otra lengua, también ganar podría apreciarse como un momento de superioridad sobre el otro pueblo – esto suele pasar, trascendemos la «realidad» de las cosas en las experiencias místicas, como lo es jugar contra un oponente de otra nacionalidad – .

Tanto el juego, como el hacer dadora a la finura que se espera de quien conoce otra cultura y sabe expresarse en la misma, son tácticas con las que mi abuelo – y posteriormente mi padre -, rendían gentileza al saber estar francés, italiano o alemán – por poner un ejemplo -. Esto les procuro una ventaja en lo que era su negocio hostelero, uno de los pioneros en la playa de Granada. Aunque también lo era el de mi abuelo Antonio – mi abuelo materno – en la Playa de la Rijana. También aficionado al ajedrez, aunque, sobre todas las cosas, a la pesca. De hecho, casualmente, conoció a mi padre pescando, mucho antes de ser novio de su hija – para ese entonces, ya había fallecido – .

Es curioso que esta simpatía por la restauración, y de manera aventurera, sea compartida por parte y parte; no os extrañe que haya dado yo el paso de traerlo a la nube, junto al suelo ajedrezado del Café Alquimia.

Con todo, volviendo a esta reminiscencia familiar, fue toda una tradición en nuestra casa la del Ajedrez. Mi abuelo Pepe enseñó a mi padre – Juan – a jugar. Mi padre, que es grandioso cuando algo le fascina, terminó siendo campeón de Andalucía y Subcampeón de España, creo recordar. La cuestión es que era buenísimo, le encantaba y terminó enseñándonos a todos sus hijos a jugar. Disfrutaba una barbaridad enseñándonos y, con los años, debatiéndose en duelo. Nos enseñó muchas tácticas, ataques y defensas. Y, también, nos enseñó filosofía, si sabes apreciar la hermeneútica de su dictado. Por ejemplo, recuerdo que me decía: «¿has visto cómo me ha ganado hoy el francés? Pues, a veces, no solo hay que saber perder, si no saber dejarse ganar». Entonces, nos mirábamos mutuamente y sabía que lo había entendido; sonriendo le decía: «¡qué bien echas el engoo!» Esto sería el maíz de este ajedrez. El dinero es un estiércol estupendo como abono, lo malo es que muchos lo toman por la cosecha.

Joseph Joubert (1754 – 1824).

«¡Qué bien echas el engoo!» ya era materia para otra enseñanza. «Cuando se pesca es mejor echar más a los peces, echar en abundancia, porque cuanto más das, más terminas recogiendo; como todo en la vida», venía a decirme mi padre. Esto, hoy día, es toda una clase magistral de economía: la de incrementar la capacidad económica de las economías domésticas (los peces del mar – que somos todos- ), para mejorar el rendimiento y beneficio de la comunidad/país/planeta (el de todos). El efecto expansivo económico debido al incremento en las rentas de las «unidades» de «consumo e inversión«.

Habría aquí materia para revisar el postulado de Keynes, hacernos nuevas preguntas, tal vez rediseñar los mercados de valores y enfocarlos en la «certeza», en su perfección, podría ser un comienzo, una nueva cosmovisión. ¡Vayámos a por ello!

2. El Jaque Pastor: algo más que una jugada.

De entre las enseñanzas que me transmitió mi padre en el Ajedrez está la que viene asociada al «Jaque Pastor». Para los no conocedores de este maravilloso deporte mental, la historia de esta jugada es ancestral y, a la vez, muy reveladora del comportamiento humano. Tan antigua es que, aunque podría variar en el lujo de detalles que se ofrece, siempre es la misma.

La que yo conozco pone en el tablero, no solo a dos contrarios, si no a dos opuestos de la sociedad: a un noble y a un pastor de ovejas. El Ajedrez, un juego asociado a la realeza y nobleza, aquella cúspide de la sociedad que se pensaba merecedora de éste juego, ya que implicaba grandes destrezas mentales – las que se esperan de personas muy inteligentes como se hacían éstos a sus propios ojos – no era merecedor de la plebe, del campesinado. A las clases plebeyas se le ofreció distancia en su participación y capacidad para el juego, lo que no quita que lo jugaran por igual.

En esta ocasión, caminaba el noble por sus tierras cuando advirtió a un joven pastor jugando al ajedrez. No le simpatizó en absoluto, con lo que, al hacerse como éste el pastor – en inteligencia y capacidad -, el noble lo retó a una partida en la que, como premio, se debatía la propiedad del rebaño o su multiplicación. Así, el noble retó al pastor con: deshacerse de su rebaño en caso de perder; sustraer una cabeza de ganado por cada movimiento que lo hubiera conducido a su fracaso de hacerse un igual, aún en tablas; y, por el contrario, el noble multiplicaría su ganado por el número de movimientos que lo condujeran a su éxito.

A pesar de que la propuesta no se presentaba equilibrada, el pastor había de acceder forzosamente. De esta manera, al pastor no le quedó otra que rogar al Dios del Cielo por su iluminación; de quedarse sin ganado, no tendría sustento para su familia.

Se dispuso el tablero y sus elementos y, en solo cuatro movimientos, el pastor derrotó al noble. El noble, irritado por tal hazaña, en su soberbia le preguntó, con ánimo de amedrentar al pastor: «¿cómo puedes ser tan éstupido, de tener esta capacidad para el juego, cómo no has realizado más jugadas, tu rebaño sería aún mayor?» A lo que contestó el pastor:

		"Tenía 100 cabezas, 
		ahora tengo 400, 
		mas, cabida, mi Señor,
		no encontraré ni para éstas.  

	05	Habré de sacrificar unas pocas, 
		llevarlas a matadero;  
		otras de las que me sobran 
		las regalaré a compañeros. 

		Mas, en  cuatro movimientos, 
	10	como por obra del Cielo,
		le he dejado una enseñanza
		que recordará siempre, creo".

Preguntarnos por la enseñanza de esta jugada, rápido nos puede conducir a la primera regla del oro del ajedrez: no subestimar a tu adversario. Una enseñanza propia de la milicia y de las artes marciales. Mas, la transcendencia de esta partida alcanza: (a) los estratos sociales, (b) el desequilibrio al que se somete a la clase obrera desde el acceso al poder, (c) programar al pueblo en la incapacidad para acometer asuntos de gran envergadura ya que requieren de conocimiento, (d) frenar el acceso al conocimiento a la clase obrera y (e) ofrecer una desventaja tanto en los resultados económicos a conseguir como en las condiciones de acceso al juego – pensar que se puede perder todo o casi todo, es una conducta que hostiga al contrario, infiriendo temor – .

3. Un Nuevo Escenario: Jaque Pastor al Deep Estate.

A. Comprendiendo el porqué de una nueva receta para la cocina de la «casa».

¿Podríamos decir que, hoy día, nuestro ente político, institucional, gubernamental, de derecho – nacional e internacional – se acerca a la posición de este noble en el tablero de juego?, ¿nos acercamos nosotros a la figura del pastor?

Esta apreciación puede valer como una parábola desde la que plantearnos muy diversas cuestiones. No obstante, para el momento y en relación con la intención de proponer una cosmovisión y revisión al postulado del keynesianismo, bien puede valer la celeridad de esta jugada y su simpleza para proponer una gran observación que puede transformar toda una Economía y, consecuentemente, su sociedad y bienestar.

De esta manera, a continuación se propone un nuevo escenario económico junto a prácticas económicas totalmente viables que hacen plausible la propuesta desde la simpleza. Esto es, sin entrar en materia científica de manera dilatada. Pues, en este sentido se esperan acercar otros artículos desde los que ir comprendiendo cómo un nuevo escenario transforma la economía, a la vez que deviene en un nuevo paradigma social y económico. Se espera alentar la mente y corazón del ciudadano con observaciones, análisis y propuestas que hagan alcanzable el entendimiento de lo que a continuación se empieza a esbozar. Recordad siempre que es la idea fundamental sobre la que ir trabajando progresivamente. «No pongáis las tinajas antes de los olivos», dice el refrán popular.

No olvidar nunca que son muy plurales los profesionales eruditos en economía que defienden que no necesariamente el librecomercio es la mejor opción para el reparto eficaz y eficiente de los recursos de una economía y, con ello, alcanzar la optimización en productividad. De hecho, demuestra que no es así, es algo axiomático, ¿no cree?

Por otra parte, tampoco es que estemos hablando de economías autárquicas o cerradas, ni mucho menos se haga a un lado el librecomercio; hablamos de fórmulas mixtas que procuran la asignación eficaz y eficiente en los recursos de una economía desde adentro hacia afuera. Esto es un camino que nos conduce a la asignación eficaz y eficiente de los recursos de una economía y, con ello, es vehículo del pleno empleo nacional y, por extensión, mundial.

Siguiendo esta línea, el repaso matemático y teórico es complejo y se han de aunar muy diversos prismas para hacer comprensible qué se entiende simplemente por optimización de una economía. Más se dilata el asunto si consideramos el panorama actual, donde caminamos ya hacia una cuarta Revolución Industrial y, de la mano, hacia la construcción de una verdadera economía de cuatro sectores diferenciados.

¿Estribará muchas de nuestras deficiencias actuales en no saber desarrollar y tangibilizar «normas» para esa cuarta planta de la «casa«? En tanto la etimología de la palabra economía se deriva del concepto de «normas de la casa«, entendamos por «normas«: métodos, maneras, orientaciones, know-how, observación de resultados…Esto es, seamos positivos y normativos, a la vez. Seamos eclécticos y abracemos el liberalismo, pero con inteligencia y equilibrio. Siempre buscando el bien social y el desarrollo del verdadero Welfare. Algo que requiere de medidas sociales, de desarollo del Estado y, por supuesto, del librecomercio. Con todo, una apuesta breve para su comprensión está en echar la vista atrás y revisar con detenimiento nuestra memoria histórica económica. Los extremos en política económica y social no son la solución.

Siguiendo esta línea, la incertidumbre en la inversión de esa otra función que añade, Keynes, al dinero – la de ser un instrumento de inversión / incertidumbre desde la perspectiva del interés y el tipo de cambio de la divisa – y la hace dadora de toda una nueva visión de la Economía, bien en si misma traza un nuevo punto en el eje de coordenadas de nuestra economía, bien es también merecedora de volver a revisarse.

Esto es, de la misma manera que en su momento el pensamiento de Keynes irrumpió como una nueva cosmovisión que hizo posible los mercados financieros actuales, bien, hoy día, es merecedora de nuevas cuestiones que nos acerquen una realidad más profunda de su alcance y repercusión en el Bienestar de la Sociedad, en el reparto equitativo de la renta y, por supuesto, es merecedora de una nueva revisión desde la que considerar todo aquello que no fue cuestionado, observado y/o concebido en su momento, por ser simple.

De esta manera, ¿existe otra función del dinero relacionada con la incidencia que la inversión en I+D tiene sobre la formación y rendimiento del capital bruto y neto y empleo de recursos humanos y físicos? ¿Incrementará la eficacia y eficiencia de los recursos humanos y físicos disponibles si se destina más capital a este sector económico floreciente? ¿Posibilitará la intensificación de inversión de capitales en I+D nuevas fórmulas y empresas con las que generar un flujo constante y creciente de construcción de empresa y empleo? ¿Estribará en esta nueva función del dinero la observación del crecimiento social y humano y sus valores? ¿Posibilitarán nuevas fórmulas y empresas el desarrollo del Estado de Bienestar? ¿Se producirá un rendimiento por unidad monetaria invertida en I+D más que proporcional a dicha inversión? Esto es, ¿producirá economías de escala? Es más, ¿nos conducirá a una verdadera Economía y Sociedad del Aprendizaje? En tanto la Economía de Aprendizaje descansa sobre la mejora continua y asignación eficaz y eficiente de los factores productivos, ¿nos conducirá esta nueva función del dinero en inversión en I+D a la sostenibilidad de esta nueva casa de cuatro plantas?

Y si volvemos a cuestionarnos la perfección de los mercados y sus posibilidades, ¿es posible que el rediseño de la inversión de capitales dentro de mercados perfectos, con valores de renta fija, eviten las incidencias intencionadas por agentes externos con una basta capacidad económica? Esto es, ¿es posible que si trabajamos con más instrumentos de mercados de valores perfectos, no dejados al amparo de la «autorregulación» de capitales – ya que la mayoría se concentran en pocas manos -, se evite el desequilibrio inusitado de crisis financieras que aparecen repentinemente y, consecuentemente, se evite que se deprima la economía de aquellas zonas que no alcanzan a reponerse por falta de capacidad «monetaria» para la inversión propia? ¿Ayudaría a contrarrestar este efecto una «cuarta planta» más desarrollada?

Trabajar con la función de inversión a que se presta el dinero, desde la certidumbre (el conocimiento certero de aquello que se espera recibir), por una parte, elimina loobies y agentes que operan a gran escala y posiciones favorecidas desde el control/acceso de/a la información privilegiada; por otra parte, permite un reparto más equidistributivo de las plusvalías que ocasiona el trabajo (rendimiento) de los agentes económicos envueltos (consideremos los de todos los sectores y el propio Gobierno) y, con ello, permite un crecimiento sostenible, tanto económico como social, de todos los agentes y recursos involucrados en el ciclo de generación de plusvalías.

De esta manera, apuntamos hacía la mejora continua, la Economía del Aprendizaje, el desarrollo social y económico, la soberanía del pueblo y, consecuentemente, no se deja al arbitrio de unos pocos el ciclo económico y sus consecuencias sobre toda la población mundial.

Si se preguntan cómo se haría esto, las respuestas son extraordinariamente simples. Hoy vamos a trabajar las más fundamentales y, en especial, nos vamos a detener en una propuesta que ayuda a ir transformando nuestro paradigma actual. De hecho, el instrumento ya existe, los conocimientos económico y estadístico también, sin embargo, no ha sido explorado en su extensión.

B. El incremento progresivo de empréstitos en detrimento de la emisión de acciones.

Para empezar, supongamos que se incrementa progresivamente la emisión de empréstitos por empresas privadas para el acceso a capital y con un presupuesto de precios fijos para los mercados de bienes que se prestan a la especulación.

En lo que respecta a la emisión del empréstito en sustitución de la emisión de acciones, se abre la posibilidad del abanico de rendimientos – unas empresas podrán ofrecer mayores intereses que otros y dentro de uno u otro horizonte temporal -, claro que limita el arbitrio de fuerzas económicas exógenas en ese «libre comercio» y, por otra parte, dota a la empresa de mayor control económico, social y financiero. Esto es, se preserva la autonomía del cuerpo ejecutivo y de operaciones.

Esta simple medida, llevada a cabo de manera progresiva, ayuda a ir transformando el mercado. Eso es, transformarlo, no hacerlo desaparecer. Además, entre tanto el proceso es gradual, se presta a nuevas fórmulas e instrumentos.

Con todo, si os parece descabellado, sigamos leyendo. Y, recordemos, también, que en su momento Keynes y su cosmovisión fueron, además de concebidas en una fuerte depresión, ridiculizadas por muchos profesionales de este campo. Incluso recordemos a Schumpeter, quien vaticinó el acabamiento del capitalismo en detrimento de la intensificación del I+D y el desarrollo de la cultura organizacional como vehículo para construir identidades – desde las más singulares hasta las nacionales-. Hoy día son muy diversos los profesionales que dan crédito a Schumpeter y apuestan en este sentido. Otro día trabajaremos esta temática que resulta fundamental para construir la «cuarta planta«.

C. Las Criptomonedas Nacionales.

Siguiendo con la información inmediatamente anterior, basta con echar un vistazo a nuestras actuales criptomonedas. Nada más profundizar en su constitución, forma y «hermetismo», nos conduce a hacer observable que desde la opacidad de los «mineros» – estos pueden ser consorcios de inversionistas con gran poder – se pueden inducir alteraciones grandes en los mercados financieros.

Así que, consecuentemente, nos conduce a la necesidad de la presencia, en dicho mercado, de criptomonedas de nuestros propios Bancos Centrales – instituciones gubernamentales -. Las deficiencias de las regulaciones monetarias y fiscales en torno a estas monedas – que aún está por definirse – ocasionan bastante ruido fiscal y, consecuentemente, social y económico. Para que me entienda bien, me parecen un instrumento inteligente, práctico, útil, pero sus deficiencias son tales que requieren de la intervención del Estado desde la regulación que posibilita la sola presencia de un Activo Nacional. Éste puede procurar solvencia y seguridad al tráfico, para empezar; y una fuente de recursos para el Estado y nosotros los ciudadanos, para terminar y hacer la moneda más atracticva.

D. Desarrollo de Mercados Financieros Perfectos en el Sector Primario.

Por otra parte, con respecto al desarrollo de Mercados Fiancieros Perfectos en el Sector Primario, el establecimiento de precios fijos, como lo pudieran ser los de los productos agropecuarios, eliminaría el ruido que ocasiona la intermediación en la comercialización; no dejando inflar los precios debido a unas comisiones tan exageradamente elevadas que vienen, en ocasiones, a triplicar el beneficio del agricultor. Algo extraordinariamente injusto.

Una medida como ésta es transcendental para nuestra Economía. Además de no dejar al arbitrio de especulaciones el precio de nuestra cesta de consumo, estabiliza los precios y, por igual, es vehículo para un verdadero reparto equitativo y justo de la renta.

Pero, es más, no detraer la capacidad económica de los agricultores – por ejemplo – desde el ofrecimiento de precios ínfimos, conduce a éstos, desde una mayor renta, a promover el mismo sentido equitativo y justo en la contratación laboral. Lo que conduce a salir de esa precariedad laboral en que se encuentra gran parte de la población que trabaja como peón agrícola. Por igual, ayudaría a incrementar la contribución social de los mismos y, por ende, sacar a flote gran parte de la economía sumergida.

Con todo, esta medida no solo es de transcendencia económica y social, también lo es para el desarrollo sostenible y la cohesión social que se espera en nuestros Sistemas actuales. Comporta una mejora de las condiciones laborales, el disfrute de una mejor calidad de vida, una renta equidistribuida más alta, se orienta en la igualdad social, en el bienestar social y en el sentido de la justicia – por ser breves – .

E. La consecuencia de este Jaque Pastor.

Estos cuatro ejemplos de medidas combinadas devuelven en gran medida la hegemonía del control monetario y, por extensión, económico y social, a los gobiernos y/o sus monarcas. Son medidas que devuelven la soberanía del pueblo a sus pueblos. Porque, de navegar en una Economía totalmente desequilibrada, donde empresas privadas y grandes magnates, desde su presión, inciden en políticas gubernamentales que afectan al bienestar de sus gentes – que yo sepa – es poner la soberanía de los pueblos en las manos de quien más dinero tiene.

En este sentido, de ser muy pocos, ¿es merecedora la humanidad de que navegue en un mar con oleaje inducido, por ejemplo, por grandes movimientos de capitales de unos pocos o es merecedora de que sus gobiernos y monarcas procuren aguas tranquilas y pacíficas en las que navegar, no permitiendo que se caigan del barco? ¿Habrá que construir otro barco? Porque otro barco es fácil de construir siempre que cuente con el apoyo de nosotros, los ciudadanos. ¿Estará la transformación social, económica y política en salir de la zona de confort y abrirnos a nuevos horizontes?

4. Revisando la Teoría y proponiendo práctica.

A. Una mirada a la Teoría de la Competencia Perfecta.

En lo que ahora respecta, el solo hecho de considerar mercados perfectos, bien se merece poner al alcance algo de conocimiento económico. En este sentido, la comprensión de los mercados perfectos se puede hacer observable de considerar los fallos de mercado.

Siguiendo esta línea, la asignación no eficiente de los recursos disponibles en el mercado es lo que ocasiona aquello que denominamos «fallos de mercado». Es muy probable que halla oído hablar de ellos o, al menos, sea más de una la ocasión con la que se ha encontrado esta expresión. Una expresión que dice bastante por sí sola, aunque implica ciertos matices.

Para comprender los fallos de mercado podemos decir que esta asignación no eficiente de rescursos disponibles hace de los propios mercados, mercados imperfectos, en tanto no se puede obtener una situación óptima para la sociedad con respecto a dichos recursos comprometidos. En una situación de fallo de mercado, por tanto, se produce la intervención del Estado con ánimo de corregirlo. No obstante, la experiencia demuestra que la intervención ayuda a apaliar, contener o suavizar el problema que ocasiona dicho fallo, no llegando a eliminarlo (ver Mankiw, 2002).

Paradójicamente, cuando consideramos estas situaciones de fallo de mercado, estas imperfecciones, es porque concebimos a priori una teoría económica de Competencia Perfecta. Siguiendo esta línea, para ilustrar con más claridad cómo una situación que roza lo utópico (si existen algunos mercados perfectos, aunque los menos) termina por manifestar asignaciones no eficientes y eficaces de los recursos, podemos considerar el mercado de competencia perfecta, así como las caracterísitcas que lo definen.

En este sentido, de acuerdo a VV.AA. (2017), asistimos a un mercado de competencia perfecta cuando:

  • Existen muchos oferentes y demandantes, siendo el mercado Libre: no existe ninguna intervención de la autoridad.
  • Transparente: existe información perfecta.
  • Perfecto: no existe diferenciación en el producto.
  • Normal: el precio es independiente de la actuación individual de cada sujeto.Luego, es un mercado ajeno a las externalidades y a los fallos de mercado.

Sin embargo, parece ser que no es más que la definición de un mercado ideal que se utiliza en economía para determinar el equilibrio entre oferta y demanda, como se ha venido a mencionar con anterioridad. Un mercado en el que el Coste Marginal se equipara al Ingreso Marginal y éste al precio. De ahí, la razón de llamarse: precio aceptante.

Siguiendo esta línea, la economía de mercado demuestra que ante una situación perfecta, en muy corto plazo, los productores tienden a desarrollar estrategias de diferenciación del producto que las conducen a elevar su cuota de mercado y, así, erigirse como líderes que, a su vez, imponen un nuevo precio. Esto conduce a concebir el mercado como forzado, con lo que, de seguir siendo libre, transparente y orquestado por numerosos oferentes y demandantes, asistiríamos, ahora, a una organización de mercado de competencia monopolística. Este hecho es un fallo de mercado que justifica la ulterior intervención de la autoridad.

Sin embargo, si hablo de competencia perfecta y se originan estos «fallos», ¿cómo sería posible la propuesta?

A pesar de esta realidad, Mankiw (2002) nos recuerda que sí es posible asistir a mercados de competencia perfecta en la actualidad, especialmente los podemos encontrar en mercados de ciertos productos agropecuarios y en el de algunos títulos-valores. Donde contamos con muchos oferentes y demandantes, el mercado es libre, transparente, perfecto – sin diferenciación en el producto – y, lo mejor de todo, independiente de la actuación individual de cada sujeto; lo que se categoriza como normal.

Así, en las Bolsas de valores, los valores de los títulos se determinan de acuerdo a las leyes de oferta y demanda, existe información perfecta y, para determinados valores, el mercado es libre y normal. Podríamos hablar, en este caso, de determinados valores de renta fija.

De esta manera tenemos que si sustituimos la inversión en capitales de valores de renta variable ( acciones ) por valores de renta fija ( fracciones de deuda – obligaciones para la empresa – ), contamos con una asignación eficiente de recursos y necesidades – éste es un concepto arcaico de la Economía que descansa en adecuar los recursos a las verdaderas necesidades – . De esta manera, no se produce el «fallo de mercado» que, para estos instrumentos financieros, viene de la mano de la especulación, el control de información y el poder de participación de pequeños grupos. Esos ciclos de libre comercio quedarían restringidos al libre comercio, per se, de capitales, aunque con una esperanza cierta en la inversión; lo que conduce al autoajuste de recursos y necesidades reales y mantiene el mercado perfecto.

B. Una visualización de la propuesta: pensemos en todos.

De considerar el argumento propuesto, por su parte, los precios fijos para productos agropecuarios, eliman el ruido que ocasiona la especulación y, adicionalmente, son numerosas las contribuciones de esta medida para la expansión económica, el desarrollo sostenible y la cohesión social.

Si se preguntan ¿cómo hacer para que el espíritu de igualdad y justicia de esta medida sea extensible a agricultores y ganaderos, por ejemplo? Es decir, ¿cómo hacer para que agricultores y ganaderos se comprometan a una contratación digna de su personal y ayude a desterrar la precariedad laboral si se les ofrece un precio digno y dentro de un reparto equitativo y justo del beneficio que involucra su propio mercado? Basta con agilizar una medida instrumental que posibilite un control certero diario de la contratación. En este sentido, una app para firmar diariamente la jornada laboral sería una medida práctica y acertada.

Con todo, son muchas zonas agrícolas las que se encuentran comprometidas con sus trabajadores y procuran desterrar este sometimiento tan precario del jornalero. Para ello, se valen de la contratación mensual, como es el caso de la contratación en gran parte de las serranías.

Reflexionar sobre esta situación requiere de la reflexión de todos. Por una parte, tenemos agricultores y ganadores – por ejemplo -, con explotaciones pequeñas, tanto, que no alcanzan a cubrir los sueldos y salarios cuando los precios son tales que incluso hay que poner endeudamiento encima. Una ruína.

Por otra parte, tenemos autónomos, como un vendedor al por menor de verduras y hortalizas – por ejemplo -, éste, en su pequeño comercio, posiblemente necesite de un empleado. Este pequeño empleado, nada más que en media jornada, requiere de un seguro social de alrededor de 400 euros. Considerando que la contratación mensual de un jornalero no alcanza los 300, podemos apreciar lo injusto que le puede parecer a este pequeño empresario la posición del pequeño agricultor que mantiene en precariedad a su trabajador.

En adición al precio fijo para productos agropecuarios – por ejemplo -, ¿sería necesario crear nuevas fórmulas de contribución social económicas que afloren economía sumergida, por una parte; y, por otra, permitan una participación más justa y equilibrada de todos? En este sentido, disponer de más renta, fomenta el consumo y la inversión; algo, nuevamente, expansivo para la economía. Un ajuste, de ser necesario, podría apreciarse en tramos de renta y tipos y coeficientes, aunque también, puede no ser necesario de venir aparejado de un rebajamiento en los impuestos indirectos; los de consumo.

Si caminas solo, irás más rápido. Si caminas acompañado, llegarás más lejos.

Confucio

¿Qué sucedería? Sucedería que, si en vez de pagar unos 300 euros como autónomo, existiera una tarifa plana para todos de unos 80, ¿habría muchos más autonomos en España de esos millones que arroja la estadística?

Por otra parte, rebajar la contribución social general, también promocionaría la contratación por empresas o, lo que es más, la construcción de un tejido empresarial, cada vez, menos simple; cuna de la diversificación, diversidad, especialización, nuevas fórmulas, nuevas oportunidades, nuevas visiones, nuevas ideas. La unión hace la fuerza y caminar, lo que es caminar, se llega más lejos acompañado. Se llega más lejos desde la cooperación que brinda el propio centro de trabajo.

Porque, actualmente, de considerar nuevas fórmulas con las que empoderar a pequeños empresarios y autónomos en la contratación, está la figura del autónomo dependiente: aquel cuyo ingreso depende en al menos un 75% de un único «cliente» – creo recordar -. Esto es, es posible que si usted tiene un pequeño comercio de frutas y hortalizas y se siente agobiado con los seguros sociales, se sienta más aliviado si se plantea esta figura «contractual», la del autónomo dependiente. Transfiere la cantidad de su seguro como «mayor venta» en su autónomo dependiente y, por otra parte, se ha ahorrado un buen pico por cada trabajador. En adición, la «independencia» del trabajador puede fomentar la contratación de servicios de personal de despacho de ventas por otros empresarios con necesidades de recursos humanos puntuales. Una nueva manera con la que fomentar la cooperación entre pequeños empresarios y círculos que vendrían a configurarse como gremios.

En resumen, hablar de esta medida requiere de una involucración social de todos y de un espíritu del sentido de la justicia. ¿Se han parado a pensar muchos de aquellos que contratan a jornaleros y solo añaden unas pocas jornadas a sus trabajadores, tales, que requieren éstos de cinco o más campañas para poder acceder a una prestación de desempleo?

De esta manera, cuando se promueven nuevas medidas y dentro de un sector tan básico como lo es la agricultura, ganadería y pesca – por ejemplo – , requieren que vengan acompañadas de proyectos estatales que, bien los despleguen completamente, bien se envistan de concesiones administrativas u otras fórmulas, ayuden a crear nuevos empleos desde la creación de nuevas actividades o renovación de las mismas.

(En el artículo de opinión «La Alquimia del pastel y fiasco» promuevo algunas ideas que pueden ayudar al crecimiento y transformación de este sector).

Una ayuda con la que retroalimentar el sistema desde la creación de nuevas empresas sería la de fomentar el propio consumo interior de aquello que se produce. Otra, lo sería la de explotar aquellos recursos que se hacen dadores de nuevas fórmulas y, siempre, procurar alinearlos con los objetivos de desarrollo sostenible.

5. La unión hace la fuerza.

Como podemos apreciar, la observación detenida del comportamiento y norma de aquellas Organizaciones e Instituciones de las que emana nuestra puesta en funcionamiento, nos posibilita: un mejor entendimiento de aquellos factores que requieren una nueva visión que los haga merecedores de esa soberanía popular que promueven; la retroalimentación del proceso junto a sus puntos críticos o débiles; la apertura a nuevos modelos económicos y empresariales con los que conducir a la humanidad hacia el Bienestar y la paz; maneras con las que reinventar el proceso económico y contagiar a nuestros líderes, gobiernos y monarcas con el afán de superación y la mejora contínua.

Volviendo al Ajedrez, podría decir que la táctica y la estrategia son algo que he vivido desde muy pequeña. En la facultad logré ponerle nombre a esa perpectiva empresarial; sin embargo, más te aventuras a profundizar en la misma y en sus posibilidades, más aprecias lo susceptible que es cualquier doctrina, ciencia o entramado de relaciones, de ser objeto de un plan estratégico y táctico.

Si consideramos el Ajedrez, además de contar con la peculiaridad de ser cuestionado como un legado alienígena – junto al maíz -, es la cuna del «Arte de la Guerra» más vívida.

El Ajedrez descansa sobre pequeñas tácticas de juego que se concatenan desde la primera acción y la defensa posterior ante la primera respuesta del adversario. Según has abierto el juego, así te has abierto a distintas tácticas. Y, según observas la pluralidad de alternativas en ambos, el adversario y tu mismo, así es que puedes doblegar la ventaja en tu interés. Como podemos apreciar, es un juego donde la visión espacial, la lógica y la creatividad convergen. En este sentido, es una pena apreciar comentarios de algunos hombres que menosprecian las habilidades de las mujeres para este juego; como si ser bueno con la lógica o visión espacial fuera algo exclusivamente masculino y, en adición, sobre lo único en lo que descansara la táctica.

Con esta valoración podemos apreciar que aquella intención en la que se educa a la humanidad, la de hacer prevalecer el lóbulo izquierdo (el de las mates y lógica – por ser simple -) sobre el derecho ( el de la creatividad, el arte, la empatía y el pensamiento divergente), es la intención que guía a la humanidad. Cada vez más alejada de sus verdaderas raíces, de su verdadera esencia.

Hoy día todo apunta a una reconciliación de mente y espíritu; aquella que permite el sentido de la igualdad, la integridad y la tolerancia, porque simplemente descansa en nuestra inteligencia emocional, en nuestro corazón, en el amor. Ahí es donde se echa la templanza, nuestra mayor virtud. Esto es decir que hemos de ser equilibrados, tranquilos, ecuánimes y moldeados en nuestras decisiones. Y, por supuesto, rectificar siempre que eso nos devuelva la experiencia. Rectificar es de sabios, continuar encabezonados con algo que nos devuelve un fracaso tras otro, no es ser simplemente obstinados, sino estúpidos también. Luego, seamos sabios, es gratis.

En otra ocasión hablaremos de «El Cóndor y el Águila», para hoy, recordad que solo hay un camino para el verdadero avance, para el avance de todos y para la verdadera abundancia: la que nos trae el respeto, la paz y el amor. Este es el principio de la unión y el amor. Esto es templanza y es autodominio. Esto es pensar en todos y para todos. Esto es tener y poner corazón.


Con la ilusión de que mi hijo crezca en un mundo más justo y pacífico y líderes, con mucho Ai, me sientan en la distancia y le pongan garganta a este pensamiento que es todo corazón.

Agradeciendo a Dios que me ilumina el pensamiento; a mi padre, su inspiración; y a mi hijo, su verdadero amor.

A mis Ai, un beso.

  • Mankiw, N. Gregory (2002). Principios de Economía. Madrid: S.A. McGraw-Hill / Interamericana de España.
  • V.AA. (2017). Bloque de Economía para la Oposición al Cuerpo Técnico de Hacienda del Estado. Madrid: CEF