Ve’atah Tzechesed

Entrada publicada el 3 de marzo de 2023 que, con motivo de continuar con Shovavim, se recuerda su enseñanza. Será regresada a su fecha próximamente.

33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice יהוה: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

Jeremías 31:33

Quisiera dejaros una pequeña enseñanza entretanto estoy inspirada con mi estudio personal. Así es que, para entender mejor El Libro de Sheng Laoshi, ha sido publicado un breve Libro, «El Retorno«, el cual aflora: la importancia, el porqué, cómo y para qué es que iniciamos esta aventura espiritual que nos transforma en nuestro crecimiento personal.

Siendo «El Retorno» un libro tan extraordinariamente breve, de tan solo dos páginas (א ב), viene a simbolizar cómo en un «segundo» este segundo libro viene a abrir el camino y dar paso al entendimiento de la experiencia espiritual, emocional e intelectual en la que nos irá conduciendo el Libro de Sheng Laoshi.

¿Habéis escuchado alguna vez ese aforismo que dice: «lo bueno si breve, dos veces bueno» ? En este sentido, si sois capaces de escuchar la sabiduría, la sola idea de que es un aforismo os hará reflexionar sobre cómo en la brevedad podemos contener el principio de las cosas, de una manera, especialmente, coherente y recalcitrante – aferrada a dicho principio, pues transciende la causa -. Este «segundo» de lectura para el segundo libro os hará hacer pensar en muchas cosas, para empezar: en el principio…de porqué estamos aquí.

Ahora, retomando el enunciado de esta «entrada«, empecemos por recordar que está para exponer una gran enseñanza que será ampliada en tanto avance El Libro de Sheng Laoshi. Para empezar, contiene un breve poema que aparece al final de este artículo. Éste es un fragmento de Yitro que formará parte de SHOVAVIM, próximamente. Con todo, considero muy apropiada dicha enseñanza para ilustrarnos en el propósito de este trabajo. Es muy posible que nos ayude a abstraer la importancia del mirar adentro para comprender el alcance de «El Retorno«, que no es sino la verdadera Teshuvá: aquella que cobra sentido cuando ponemos nuestros sentidos en aquello que ha de ser sentido para dar sentido a nuestra vida.

Por su parte: Ve’atah Tzechesed, «tú verás con juicio y con misericordia«, son las palabras con las que comienza la parashá de Yitro (Jetro, suegro de Moisés).

Es una parashá fascinante y transcendental para la comprensión y propósito de la Torah. Para empezar, ambas guematrías, las de las palabras Yitro y La Torah (התוֹרָה), son idénticas, esto es: 616. Esto hace detener nuestra mirada de manera especial en el fragmento 17º de La Torah.

Para empezar, es la única porción de La Torah que lleva nombre de persona. Adicionalmente, esta persona – suegro de Moisés – era egipcio. Concretamente, un sacerdote egipcio que se convirtió al judaísmo con los milagros que experimentó y vivió junto al pueblo hebreo.

Moisés y Yitro

Era una persona sabia e instruida, de manera que se acercó a Moisés para ayudarlo en la labor de la organización y administración de los quehaceres sacerdotales y militares. Le instruyó en la mejor manera de organizarse y delegar control y poder, así cómo en saber elegir y discernir. De ahí que empiece esta porción con estas palabras: Ve’atah Tzechesed.

Tzechesed, de por sí, es muy especial; pues, contempla el juicio (Tze) y la misericordia (Chésed) al tiempo de observar y elegir. Luego, hay tremendas enseñanzas detrás de la mirada equilibrada, detrás de saber observar.

Para empezar, atendemos a la expresión física y postural de la persona y, por igual, atendemos a su conciencia, proceder, moralidad, fe (esto contempla Yitro en sus observaciones). Todo ello para dejar la enseñanza de lo importante que es la auto observación, el mirar a ti mismo para cambiarte ti mismo. En otras palabras, nos está guiando en el «nosce te ipsum» que, después de otra cosa, no es sino la mirada introspectiva y reflexiva de la persona en pro de su desarrollo emocional y espiritual. Esto, que es inseparable de apreciar la metafísica de la conciencia, es una expresión de la luz de nuestra conciencia.

La iluminación espiritual es el propósito del desarrollo íntegro del ser y, como es de esperar, éste es el propósito fundamental de La Torah: encender la chispa divina que albergamos todos en el interior, ayudarnos a desarrollar todo nuestro potencial, siempre, de la mano de Él. Algo que se alcanza caminando con virtud. Luego, no es de extrañar el pacto renovado que יהוה revela a Jeremías en 31:33. Su promesa es de una fidelidad eterna con su pueblo, con lo que creo que ya estamos empezando a vivenciarla en nuestros corazones. Algo empieza ya a sentirse; al menos, es mi apreciación personal.

Y algo que puede parecer difícil de explicar, en realidad se puede abstraer desde la simpleza. ¿No son las letras inicial y final de La Torah las mismas que escriben el corazón, לב (Lev)? ¿No es este entendimiento el que nos revela el sentido secreto y recóndito de Su Palabra? Así es que en la búsqueda sincera de Él es que puedes leer, mirando a tu interior, cómo es que está escrita Su Ley en tu corazón. Sería esa enseñanza metafísica y espiritual que te revela La Torah cuando dejas que, de manera natural, te instruya. Es algo que forma parte de nuestro día a día, en tanto le prestamos atención. Es menos doblar la rodilla y orar en vano y sin fe, y más confianza en Él y sentirlo en nuestro corazón.

Sinograma de Dao

Por otra parte, y para los seguidores de esta experiencia, recordemos que Tao Te Ching significa, entre otros, «El Camino de la Virtud» o «El Camino del Poder» – la potencia del ser y no ser -. Y, estrictamente, son enseñanzas filosóficas para la Vida y nuestro desarrollo moral y virtuoso, no son un dogma o religión alguna, como bien deja expresado Lao Tsé. Otra cosa muy diferente es que después hayan hecho hasta religiones de ello – importante es apreciar que, en el Libro de Sheng Laoshi, las enseñanzas de Lao Tsé se abordan de la manera más purista posible, esto es: amando la sabiduría que lega el Anciano Maestro – .

De esta manera, quiero apreciar la importancia de sus enseñanzas para ayudarnos en el desarrollo de nuestro potencial, de nuestra virtud: más allá de la moral, nuestro poder para hacernos crecer a nosotros mismos y a nuestros proyectos personales y de vida virtuosos – de otra manera no encuentra sentido alguno -. Luego, son enseñanzas que te instruyen para extraer la sabiduría de tu vida y de la vida en sí. Fascinantes, por tanto, para ayudarte a comprender la instrucción y sabiduría de La Torah. Estamos hablando de poner el alma en lo que haces. De esta manera es que apreciamos que la verdadera fuerza reside en nuestro espíritu y es el Espíritu de Dios nuestra fuerza de vida.

Ahora, regresando a la parashá de Yitro, y considerando que nos ocupa el estudio profundo de la Torah, se hace importante recordar que cada libro corresponde a un Mundo del Alma y, a su vez, un objetivo concreto en nuestro desarrollo integral. Siendo, cada uno de los patriarcas y personajes fundamentales que aparecen, arquetipos que vienen a simbolizar y sintetizar el cénit de la cualidad o virtud concreta que vienen a desarrollar y ejemplificar.

Estas cualidades, a su vez, son aquellos atributos que hemos de cultivar y desarrollar en nosotros mismos. Ello nos permitirá tener una comprensión más certera de nuestra realidad física y metafísica. De esta manera, entenderemos que nuestro propósito de vida no es otro sino el de desarrollar nuestro ser íntegramente. Así es que, hasta que no terminamos por encontrar nuestra verdadera esencia, damos tumbos, probando cosas muy plurales y sintiendo, después de todo, que nuestra vida está vacía; aunque tengamos un gran puesto de trabajo o mucha capacidad económica.

Habrá tiempo para seguir profundizando en todo, esto es solo un trocito de una enseñanza de esta parashá que, desde la perspectiva de El Libro de Sheng Laoshi, nos ayuda a reflexionar e ir más allá de lo que las simple palabras en prosa dejarían. Pues, es extraordinariamente rico el lenguaje en verso, lleno de recursos que nos permiten una comprensión más elevada de aquello que se quiere transmitir como enseñanza.

Y, es más, el tono poético deviene en una carga emocional que se ajusta a la de cada individuo en tanto es potenciado, en su interpretación personal, uno u otro símbolo de acuerdo a sus propias emociones e inquietudes; de ahí, su inmenso valor. Después de todo, es un Libro inspirado y eso busca: inspirar a mis Ai en sus vidas y ayudarlos – en la medida de lo alcanzable – a mejorar su bienestar. Ser reflexivos y corregirnos es el primer paso para sanar nuestras emociones y corazón.

Hoy quisiera dejar este breve trozo de Yitro que, aunque parece que está regañando, sencillamente está invitando a la autoexploración; pues, lo hace con misericordia. Suele sucedernos que si no miramos con misericordia, no vemos misericordia en nuestro alrededor, ya que interpretamos nuestra realidad en función de nuestra conciencia. Así es que en realidad busca la asertividad de la enseñanza, algo que cabalga entre lo justo y juicioso – también severo – y lo amable y misericordioso.

 Tú verás con juicio,
tú verás con misericordia,
para escoger a tus líderes,
para que halles la gloria.


Fíjate en sus rostros (05)
y en sus posturas, también;
observa con detenimiento
y, entonces, entenderás bien
que agudizarás tú tu ingenio,
lo harás de sien a sien; (10)
así despertarás la intuición,
y tu clarividencia es.


Pues, la Sabiduría es un tesoro
que se halla en la sagacidad
y halla hasta el conocimiento (15)
de las capacidades de pensar.


Esta Sabiduría está en el alma,
en el alma es que está.
Por eso hay que mirar adentro,
mirar adentro, para empezar. (20)


Y si con Elhokim estamos en el cuerpo
y con YHVH en el alma se está,
has de ser uno con tu alma
para esta Sabiduría hallar.


A no ser que te muevas (25)
al adentro mirar,
jamás lograrás elevarte
en el plano espiritual.


Por eso has de mirarte,
primero, a ti mismo, (30)
para cambiar tus emociones
al reciclarte ti mismo.


Por eso has de mirarte
con misericordia y juicio.
Recuerda que, lo que para otros pides, (35)
empezará por ti mismo.


De esta manera cuando te enjuicien
con un tono inquisidor,
y a sabiendas de las intenciones
y, también, de la corrupción; (40)
pregúntate primero,
¿cuál es el miedo aquí
que hace a esta persona
que me castigue así?


¿Qué miedo agazapa? (45)
¿Cuál es su verdad
para venir a angustiarme
con inmensa maldad?


Pregúntate por esto,
y hallarás su verdad. (50)
Y no enjuicies a nadie,
el juicio solo le llegará.
Pues, de la misma manera
con que enjuiciamos a otros
es que será el juicio (55)
que nos caiga a nosotros.


Si no te miras adentro
y no sabes reconocer
lo que alberga tu conciencia,
y que refleja en tu ser, (60)
no sanarás tus emociones,
no las dejarás fluir, correr.


Si no te miras adentro
y no te sabes reconocer,
proyectarás lo que te atormenta (65)
en tu forma de hablar y ser.


Por esta razón, la observación
guardada en el silencio
es clarividencia lo que halla,
es la Sabiduría en su tiempo. (70)


Los justos atienden a consejos,
mas, los inicuos no;
y tropieza la tontedad de ellos
en lo que su tontedad gestó.


Hay mucha más ventaja (75)
para la Luz que para la oscuridad.
Más ventaja hay para la Sabiduría
que para quien camina con tontedad.


Tú haz lo que quieras en tu vida,
a mi, ¡qué más me da! (80)
¿Acaso no es tu vida tuya?
¿Acaso te la voy a comprar?


Simplemente te doy un consejo,
abrazarlo está en tu caminar.
Mas, si caminas en plan metiche, (85)
metiéndote en la vida de los demás,
o, incluso, te vales de maneras
como para cortar tu libertad...
será mejor que te preguntes
si te tienes que comprar (90)
otra vida, porque la que tienes,
no la sabes llevar,
ni la valoras ni la aprecias,
ni te viene a preocupar;
pues te preocupa malmeter en la ajena, (95)
y eso mucha pena da.

Así que...date un garbeo por tu casa
antes de cambiar la de los demás.
Y sácate la viga de tu ojo,
antes de sacar a los demás (100)
la paja que llevan en los suyos,
en otros, hasta ni paja habrá.
Pero tú querrás ver viga,
cuando la viga en ti está,
y lo importante, después de todo, (105)
es que solo, solo...no estás,
así es que serás reconocido
en tu hipocresía y falsedad.


Por eso es de sabios,
el silencio, guardar, (110)
guardar su casa como un templo
y su casa en su alma está.
Por eso no encontrarás a sabios
metiéndose en vidas ajenas;
a los sabios les fascina la Vida, (115)
y en la Sabiduría está ella.


¡Si yo no tengo que acusarte,
ni que venirte a enjuiciar!
Yo te recuerdo la Palabra
que para algo está. (120)
Si te molesta que te la recuerde,
entonces, algo en ti va mal.
Y yo no he escrito la Palabra,
pues, la Palabra escrita está.

Con cariño, un fuerte abrazo a todos mis Ai.