Categoría: MIYU 13 – 18

MIYU 16: ¿Por qué «un árbol enorme crece de un tierno retoño»?

Un árbol enorme crece de un tierno retoño (Lao-Tsé).

La cuestión que nos planteamos entraña una afirmación de Lao-Tsé; una afirmación que viene a resumir el Tao-Te-King. Desde luego que puede ser explicada con el TAIJITU: ese símbolo que en occidente conocemos como Yin Yang.

Para empezar, esta afirmación es todo un símbolo, con lo que hemos de explorar su significado más profundo. Si bien en la superficie apreciamos un árbol enorme, bien podemos apreciar, en lo profundo, que este árbol somos nosotros mismos.

Un árbol enorme, de poner nuestras intenciones en él, crece así gracias a un debido alimento, a una equilibrada nutrición, a una suficiencia de agua. En ello ya estamos poniendo perseverancia y persistencia, en ello ya estamos poniendo nuestro amor. Esta luz que volcamos en nuestro árbol es protegida por esa energía que irradia y que refleja nuestra atención; así es que también sobrevive a las inclemencias del tiempo. Luego, el Cielo lo asiste.

Ha crecido un árbol enorme porque desde el principio ha aflorado un tierno retoño. En el tierno retoño vemos nuestro cuidado, nuestra atención, nuestra delicadeza, nuestra parte femenina. Por su parte, elevarse el árbol requiere de la fuerza, de la dureza, de la persistencia, de su parte masculina.

¿Hemos necesitado el día y la noche para lograr la fotosíntesis? Así es, hemos necesitado de ambos, de la oscuridad y la luz para que crezca. Sin sol, no hay luz que absorber; sin oscuridad, no hay luz que procesar.

Ahora, si somos el árbol y pensamos por analogía, ¿cómo entendemos este árbol enorme que crece de un tierno retoño?

El TAIJITTU, como símbolo Taoísta, contiene en él el principio fundamental de la filosofía Taoísta, que no es sino representar la dualidad de la existencia y el principio generador de todas las cosas (esto sería la línea curva que entrelaza el Yin y el Yang). Con él se ilustra cómo las fuerzas opuestas están interconectadas y son interdependientes en toda la naturaleza. Lo están en las plantas, en los animales, en nosotros mismos, en los astros, en la formación de galaxias…en todo está el TAIJITU.

Luego, podemos abstraer la importancia de la síntesis de la sabiduría de Lao-Tsé en este árbol. Es un Árbol de Vida que encierra el TAIJITU. Y el TAIJITU encierra esa geometría y matemática sagrada que está en todo y es uno. Así es que para crecer como árboles enormes hemos de abstraer la transcendencia de la dualidad con que vemos el mundo y a nosotros mismos, hasta alcanzar ser uno con el principio generador de todas las cosas. Esa UNIDAD, que es AMOR, es la misma UNIDAD y AMOR que nos revela el RECIBIR de יהוה y en el que nos instruye la Torah en su sentido profundo, en su PARDÉS.

Siempre, teniendo presente que Israel es un estado de consciencia en el que sientes la unidad con יהוה . Y en la unidad con Él es que te aferras y agarras a su Árbol de Vida: la sabiduría prefigurada.

Es árbol de vida a los que se asen de ella, y los que la mantienen firmemente asida han de ser llamados felices (Proverbios 3: 18)

¡Un enorme abrazo a mis Ai!

MIYU 15: ¿Por qué es tan poderoso el silencio?

«Yo, la sabiduría, he residido con la sagacidad y hallo hasta el conocimiento de las capacidades de pensar» (Proverbios 8:12).

Hoy vamos a volver a reflexionar sobre la cuestión que planteamos en el MIYU 13. En él observamos el silencio desde el cuidado de nuestras «puertas»; viniendo a ser una enseñanza profunda de la parashá SHOFTIN (Jueces). En esta parashá hemos de abstraer el sentido de equilibrio al que ha de reconducir tanto el juicio como el juez. Después de todo, somos jueces de nosotros mismos. Luego, invita a la autoexploración, a la mirada interior, a cuidar nuestras «puertas». Así que el silencio y la prudencia son transcendentales en nuestro propio cuidado.

Para continuar con lo poderoso que es el silencio, vamos a considerar el rasero de la ciencia en esta ocasión. De esta manera, os voy a dejar una réplica del artículo: La importancia del silencio para el cerebro. Un artículo publicado el 7 de Julio de 2022 por Rocío Córdoba, psicóloga. Es un artículo que versa sobre la divulgación de experimentos científicos que afloran cómo el silencio nos procura numerosos beneficios para nuestra salud, como son: la mejora de la memoria, concentración y autoconocimiento, entre otros.

Os dejo con el artículo:

Hoy en día, tenemos ruido a nuestro alrededor casi todo el tiempo, vivimos con la música, la radio, la televisión y demás ruidos externos a todas horas. No nos damos cuenta de la importancia del silencio para el cerebro y nuestra salud emocional.

Las ondas del sonido provocan vibraciones en los pequeños huesos del oído, los cuales transmiten el movimiento a la cóclea, donde esas vibraciones se convierten en señales eléctricas que llegan hasta el cerebro. El problema radica en que nuestro cuerpo está programado para reaccionar de manera inmediata ante esas señales, incluso en medio de un sueño profundo. Por eso, el ruido provoca una activación de la amígdala, la cual responde estimulando la producción de hormonas como la adrenalina y el cortisol, que incrementan nuestro nivel de estrés y la presión arterial.

Hasta hace poco se creía que las neuronas no podían regenerarse y era inevitable la pérdida progresiva del número de neuronas. Pero recientemente, un grupo de investigadores alemanes del Research Center for Regenerative Therapies Dresden han descubierto que el silencio tiene un impacto enorme en el cerebro.

Estos científicos comprobaron que en el cerebro de los ratones que se quedaban en silencio durante dos horas cada día crecían nuevas células en el hipocampo, la región del cerebro relacionada con la memoria, las emociones y el aprendizaje. Esto se puede extrapolar a los seres humanos, permanecer un tiempo por pequeño que sea en silencio puede ser muy beneficioso ya que nos ayuda a conservar la memoria y a ser más flexibles ante los cambios.

Cuando el cuerpo descansa comienzan a desarrollarse otros procesos que complementan los que se realizan cuando estamos activos. Lo que sucede básicamente es que se produce una especie de depuración. El cerebro evalúa la información y las experiencias a las que hemos estado expuestos a lo largo del día. Luego organiza e integra la información relevante y desecha lo que no es importante.

Este proceso es completamente inconsciente, pero produce efectos conscientes. Por eso sucede que a veces encontramos respuestas durante el sueño. O logramos ver las cosas desde un nuevo punto de vista, después de haber descansado algunas horas.

Lo interesante de todo esto es que un proceso similar también se produce cuando estamos en silencio. La ausencia de estímulos auditivos tiene casi el mismo efecto que el descanso. El silencio, por lo general, lleva a que pensemos en nosotros mismos y esto depura las emociones y reafirma la identidad.

Extraído de: Fuente: https://www.noismart.com/la-importancia-del-silencio-cerebro/

La cosa más suave del mundo puede aplastar la cosa más dura.
La nada puede penetrar allí donde no hay resquicio.
Por eso yo conozco el beneficio de no intervenir en el curso de las cosas.
Muy pocos en el mundo comprenden la enseñanza sin palabras y el beneficio de no intervenir en el curso de las cosas.

Epigrama XLIII, Libro de "El Te", Tao Te-King, Lao-Tsé.

¡Un abrazo a mis Ai!

MIYU 14: ¿Por qué los elementos de Empédocles pueden ser regados con las partículas de vida de los éteres?

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.  Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa (Mateo5:14-15).

El MIYU que hoy nos planteamos nace de una afirmación de Nikola Tesla: «Los elementos de Empédocles pueden ser regados con las partículas de vida de los éteres»

Los elementos de Empédocles son la tierra, el agua, el fuego y el aire. ¿Están presentes en nosotros estos cuatro elementos? Todo apunta a que sí. ¿Y qué es el éter? Según la física es un fluido sutil, invisible, imponderable y elástico que se suponía que llenaba todo el espacio y, por su movimiento vibratorio, transmitía la luz, el calor y otras formas de energía.

En este sentido, ¿es el Éter el quinto elemento, el Qi? Todo apunta a que así es. Luego, igual está en nosotros; y así es nuestra energía, frecuencia y vibración, así es nuestro ser integral. Nuestro cuerpo, espíritu y alma.

Que no nos extrañe que tanto Tesla como Newton estaban más interesados en la metafísica que en la física en sí. El propio Tesla nos decía que «si quieres encontrar los secretos del universo, piensa en términos de energía, frecuencia y vibración«. Pues, el conocimiento de ello transformaría la humanidad.

Yehoshua afirmó: «Vosotros sois la luz del mundo», ¿qué nos quiso decir con ello? En tanto la luz puede ser comprendida, en una definición simple, como ondas electromagnéticas, ¿cómo interrelacionáis los elementos de Empédocles con el Qi y, a su vez, con nuestra energía, frecuencia y vibración? ¿Entendéis que en esta interrelación está nuestro ser integral?

«Yo soy YHVH que te sacó de la tierra de Egipto y te llevo a una tierra que mana leche y miel» Deuteronomio 5:6,

Supongo que con este MIYU tenéis para «darle mucho a la almendra».

Un abrazo a mis Ai.

MIYU 13: ¿Por qué es tan poderoso el silencio?

Jueces y alguaciles pondrás para ti en todas las puertas de las ciudades que el Eterno tu Dios asigna a sus tribus, y juzgarán al pueblo con juicio justo (Devarim 16:18)

Sin pasar de la puerta se puede conocer el mundo,
sin mirar por la ventana se puede conocer el Tao del cielo.
Cuanto más lejos llega uno, menos sabe.
Por tanto, el sabio conoce sin salir, sabe sin mirar,
no interviene en el curso de las cosas, pero todo se cumple.

Epigrama XLVII, Libro de "El Te", Tao-Te-King, Lao-Tsé

Con la introducción de Devarim 18:16 comienza el fragmento Shoftim, Jueces. De entre muchas enseñanzas que encontramos en esta porción, está la de proteger nuestras «puertas». Esto es, hemos de proteger nuestra mirada, aquello que miramos y cómo nos miran; hemos de proteger nuestro camino – aquello por donde andamos -; hemos de protegernos de lo que escuchamos; hemos de protegernos de lo que decimos, poniendo cuidado en nuestras palabras; y, por igual, hemos de protegernos de lo que olemos y lo que palpamos. Siempre podemos transcender estas puertas y su cuidado desde el silencio, que es y siempre será eternamente sabio.

¿Encontrará, el silencio, la «No Acción» y la «Serendipia»?

Un abrazo a mis Ai.