Serendipia

Con largura de días lo satisfaré y le haré ver la salvación por mí.

Salmo 91:16
Vero (narrando):

Una serendipia es
un hallazgo afortunado
qué transciende toda probabilidad,
es inaudito lo logrado.

Es la improbabilidad, (05)
es, en sí, un milagro.
Una manifestación concreta
qué tiene que ver con algo.

Recordaba en un breve cuento
cómo apareció en mi vida (10)
la Luz, la que todo transforma,
la misma que es Divina.

Recordaba la iluminación,
ser una con la Luz de Dios,
alcanzar a ser mariposa, (15)
esa es la transformación.

Y me recordaba en el cuento,
mi voz interior,
que ya no soy gusano;
pues, mariposa ya soy.(20)

Aunque quieran cortarme las alas,
o pegarme a una pared,
la Luz de todo me libra,
trayendo paz a mi ser.

Subí a por un descafeinado (25)
y al bajar me encontré
una mariposa dorada,
revoloteando, así fue.

Y se aproximó hacia donde estaba,
en mis manos se posó (30)
Y revoloteo por mis brazos,
hasta mi cabeza se subió.

Mariposa Dorada:

El revoloteo que tengo
no se puede clavar
en la pared, por dónde me hallaste, (35)
¿Qué te recuerdo al volar?

Vero:

¿Qué podría querer atesorar
clavándote en la pared?
Pues, jamás contendría tu vuelo,
el que te hace mariposas ser. (40)

Tu esencia está en tu vida,
en tu forma de ser,
y en aquello que dominas,
en tu vuelo se ve.

Mariposa Dorada:

Igual te pasa a ti, (45)
por algo estoy aquí, mi amada.
Recordabas los rujot,
los ángeles que os guardan.

Prestando atención a la Teshuvá,
dos hay que la custodian, (50)
el primero está en ti
el segundo, con tu hijo, logras.

Y pensando en tu camino
has caído en la cuenta
de que mariposa ya eres, (55)
vive la Luz en tu cabeza.

Mas, considera ahora mi tiempo,
considera mi aparición
para traerte más que serendipia,
para traerte mi razón. (60)

Estoy yo por la vida eterna,
estoy por la inmortalidad,
por la abundancia excelsa,
por el máximo bienestar.

Porto en mi tez dorada (65)
toda una revelación:
un nuevo ciclo comienza
de total renovación
hacía la sobreabundancia
y hacía el éxito mayor. (70)

Haz ahora las cuentas,
con las cuentas del Omer.
Si un día antes aparezco,
cincuenta y uno hay ésta vez,
desde el día en que aparezco (75)
hasta que me logres ser.

La Shin que hoy viene
a recordar a tu cabeza
que en pulir tu cuerpo está
gran parte de la proeza, (80)
te dará un impulso renovado
para hacerte renacer
en distinta forma, desde el gusano,
qué ya logras entender.

El cuerpo ha de ser un templo (85)
para que el dorado alcances tú
en las alas que ya portas
en tu alma, que es virtud.

No solo se trata del cuerpo
alcanzar esta luz (90)
que vibra como el oro
y que ya entiendes tú.

Está en soltarlo todo,
está en tu quietud.
Tú fundamento has refinado (95)
y resplandece tu luz.

Y el fundamento es blancura
en tu ser, pensar y hacer;
abrázate a la diestra
y lo logras tener. (100)

¡Muéve-t, cariño mío!
¡Y vuela conmigo también!
¡Deja en las manos de Dios todo!
¡Él sabrá qué, contigo, hacer!
Porque, a menos que Él edifique, (105)
nada tienes tú que hacer.

Y ya ha edificado gran parte, déjalo ahora ser
el escultor que te renueva ¡Trabaja tú con Él!