
Las mujeres somos como las matemáticas, difíciles de entender…aunque necesarias para todo.
Anónimo (Anónimo nos dice la historia que es una mujer).
Desde esta entrada pretendo recomendar un libro muy curioso. Un libro que cayó en mis manos hace casi veinte años y, sin embargo, nunca deja de sorprenderme. Fue Vicky, allá por el 2001 concretamente, quien me dejó este libro propio que le entusiasmaba soberanamente. Y la verdad, después de leerlo, no era para menos, terminas desternillándote de risa.
Especialmente ahora que estoy inmersa en el mundo de la lectura y la investigación de tintes sociales, psicológicos, de neurociencia y biología también; me ha parecido una obra maestra con la que refrescar a la Comunidad Científica que me lee una de las maneras productivas con las que acercar conocimiento científico a la población, con las que hacer divulgación científica. Así, si alguien está interesado, por ejemplo, en estereotipos propios de diferentes países, esta vía ha resultado ser todo un best seller.
Considerando el contenido que nos trae el libro que presento a continuación, es muy probable que descubramos que el humano no se acusa así mismo de estar equivocado. Cuando esto sucede, evita a toda costa la cesión de su posición o, simplemente, reconocer que estaba totalmente equivocado. En general, lleva a las personas a un perfeccionismo insufrible o, si no, a la inmadurez. “Errar es humano; rectificar, de sabios“. Entonces, ama tus errores, ¡diviértete con ellos! La próxima vez que dejes la puerta abierta, no lo niegues, no culpes a “nadie”, solo … di: “Confío en la gente“. Bueno, el humor puede ayudar …
Y, si continúo con más ejemplos, ¿has notado que las mujeres generalmente tenemos dificultades con los mapas? .. Pero, y los hombres, ¿se han dado cuenta de cuánto les cuesta pararse y pedir una dirección cuando van al volante? ¿Podría ser que tienen miedo de equivocarse ya que en la pregunta renuncian a su poder, su control sobre el asunto? En cualquier caso, si eres mujer, probablemente hayas bajado la ventanilla en el primer semáforo rojo que encuentras y rápidamente has preguntado a la primera persona que se ha cruzado delante del coche. Si no, incluso has detenido tu vehículo para ir a buscar ayuda a alguien.

Estas diferencias son curiosas, son nuestro día a día y, básicamente, son pequeñas cosas que nos hacen diferentes. Así, podemos abrazar la igualdad de oportunidades, aunque siempre manteniendo nuestras diferencias. Quizás es un enfoque social cuya perspectiva no ha sido explorada intensamente desde el feminismo.
Otro día podemos hablar sobre mi visión personal de la igualdad y este término que no me convence por completo para representar la igualdad. A priori, parece machista, ¿no crees que llamar a la igualdad, feminismo, ya posiciona aparentemente a la mujer por encima del hombre y de esta manera se gana la desvaloración de muchos hombres?, ¿no habrá sido obra de alguna persona machista este término? Bien es sabido que la superioridad de la mujer es la ideología del hembrismo; sin embargo, parece confundirse ésta noción en el feminismo. ¿Qué podríamos hacer?
Desde luego que irritante es ver a muchas chicas manifestarse desnudas por la calle…esto, personalmente, no es aquello por lo que han luchado tantas militantes feministas y, por supuesto, para nada me identifico con este tipo de manifestaciones. La inteligencia no ha necesitado jamás mostrar el cuerpo, digo yo. Bueno…otro día consideraré mi visión de manera más reflexiva y la compartiré; total, esto no es sino un blog personal.
“Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas: por qué somos tan diferentes y qué hacer para llevarlo bien”, se publicó por primera vez en 2001. Escrito por Allan y Barbara Pease, un par de expertos en relaciones personales. Rápidamente se convirtió en un best seller mundial.

Es un libro que ofrece una visión totalmente nueva y fresca de ciertos comportamientos humanos. Es un material que aborda las indagaciones en neurociencia, biología evolutiva, sociología, análisis psicológico, aunque de una manera esclarecedora.
Es una exposición impactante, con frecuencia hilarante, de diferencias de género estereotipadas, respuestas y preguntas comunes sobre por qué los hombres se excitan por lo que apaga a las mujeres, la relación entre el SPM (síndrome premenstrual) y el deseo sexual, o por qué las rubias tienen tasas de fertilidad más altas, entre muchas apreciaciones.
Además, está lleno de dibujos que ilustran cada caso. Algo que hace que su lectura sea mucho más divertida y, en algunos momentos, hilarante.
Entonces, si tienes una mente curiosa, disfrutarás descubriendo las razones de algunos estereotipos. Es un libro…
¡ALTAMENTE RECOMENDABLE!
Recuerdo su título: “Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas: por qué somos tan diferentes y qué hacer para llevarlo bien”.
Con todo, aquí dejo un PDF con una breve aproximación de la obra, así como un test de estructura cerebral que proponen Allan y Barbara Pease.
¡t va a encantar!

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