You feel another energy And I feel a power growing
Narayan, Prodigy
Estando en Pésaj, en ese salto de fe que conduce a la liberación, es por lo que considero profundo hacer coincidir la portada con la siguiente historia que nos narra Juan Pedro Aleart.
Juan – de ahora en adelante – es un conocido periodista en Canal 3 de Rosario, quien ha tomado la iniciativa de hacer público, desde su programa «De 12 a 14», su propia historia de vida.
Es una historia desgarradora sobre abuso sexual cometido contra sus hermanos y él en el entorno familiar. Nos relata la dureza y crueldad con que su padre y un tío abusaban de ellos. Traspasando toda esfera de violencia, donde la psicológica es pasmosa. Una violencia conducente al pánico y ansiedad.
Juan se propuso liberar a su hermana del martirio sufrido durante años y lo ha conseguido.
Sin embargo, por igual expone cómo la justicia favorece al «gremio de abusadores» con la «prescripción». Amén de apoyarse el «tío» – un docente universitario, entre otras cosas-, en «amigos poderosos».
Estoy completamente segura que estos saltos de fe movidos por vaciar el sufrimiento adentro guardado por tantas personas abusadas desde niños va a ir en aumento. Algo que ya viene ocurriendo con ingentes denuncias sobre abusos sexuales a famosos que exponen qué es Hollywood. ¿Recordáis el verano pasado?
Ahora, volviendo al caso de Juan, quiero animarlo y congratularlo por su valentía y determinación. Será una brújula para muchas personas que viven situaciones asimiladas. Como bien describe, las personas abusadas sexualmente de pequeñas acarrean un inmenso ahogo y sufrimiento. Les han desnaturalizado el amor, viven la amenaza, el pánico, el terror y terminan creciendo sintiéndose muertos en vida. Otros, desafortunadamente, enferman y se trastornan y, lo que es peor, terminan suicidándose.
Todo en esta vida cambia y por supuesto que algo grande viene a poner orden pero que muy muy pronto. Así lo siento.
Un mundo mejor es un mundo donde se preservan los lazos naturales afectivos. Y bien sabemos todos que abusar sexualmente de menores, así como la corrupción infantil, son la mayor aberración y el peor destrozo que se le puede hacer a una persona: arrancarle la inocencia, trastornarla, apagarla, destrozar los vínculos afectivos, entre tantísimo daño. Es ir deshumanizando a las personas, haciéndolas débiles y vulnerables, fáciles de sucumbir a los planes de control mental mk ultra – entre otros que se denuncian-.
Muy probablemente surjan plataformas para estas denuncias de abusos sexuales y se haga un eco tal que llegue a todo rincón. Con la valentía y la fe por una vida digna es como se consigue la vida digna. Una vida con valores, humana, con respeto y, por supuesto, mucho amor.
El amor todo lo puede y la verdad siempre vence. Además, se viene algo muy grande. En el cielo está marcado y yo lo siento.
Bien, gracias por «cantar» Juan y todos los que os animáis por toda la Tierra. Porque no es solo la esfera de la cultura pedófila sumergida que sale a flote – claro que ha estado moviendo hilos y parece que orquesta -, son todas las esferas las expuestas: alimentación, ganadería, farmacia, estelas químicas, farsa de cambio climático, control mediático, desfalcos y abusos de poder, sistema bancario, «pandemia», «inyecciones»… en fin, son tantas cosas que merece arrojarse luz sobre todas ellas. Y cuando cantáis, mis Ai, todo lo vais transformando.
Hemos alcanzado mucho más que la masa crítica y, hoy os aseguro, que vengo equipada con unas tijeras celestiales que cortan toda la urdimbre entretejida. ¿A qué ya sentís como se destroza y cae todo viejo paradigma?
¡Pues claro que lo sentís! El mundo es un inmenso pañuelo de 8.000 millones de habitantes y una inmensa mayoría QUIERE LUZ, VIDA y AMOR. Y, con respecto a las tijeras celestiales, sñolo las ase el amor, el sentido de justicia y la valentía. Tú también puedes asirlas, como ha hecho Juan.
Os dejo con mi valiente Juan. ¡Qué Dios te bendiga, llene de fuerza y te proteja, hijo!
Hoy os quiero volver a hacer una pregunta: ¿hay algo que os haga pensar que estoy sola?