Categoría: Economía de la Empresa

La Alquimia del Pastel y Fiasco.

Artículo Reeditado. Publicado Originariamente el 17 de Abril de 2020.

Adán, dábale arroz a la zorra; el Abad, nada.

Palíndromo español «tuneado».

A. Introducción.

¿Por qué utilizar la «Maritoñi» para este artículo? ¡Madre mía!, para mí fue un verdadero fiasco, y no la Maritoñi – que está exquisita -, sino el pensar que se hacía por toda España. ¡Qué desengaño!

La legendaria M

Para que me comprendáis, os voy a compartir una anécdota de cuando estudiaba en la facultad. Era mi primer año y, de éstos días que se me apeteció algo dulce, se me pasó la «Maritoñi» por la cabeza.

Habíamos bajado a desayunar todo el grupo de compañeras cuando me preguntan: «¿Vero, tu qué te vas a pedir?». A lo que contesté: «Hoy quiero comerme una Maritoñi». De repente hubo risas, bastantes y… algo, entre dos aguas – ¿qué es lo que querrá decir? -, recuerdo que me preguntaron – como si fuera hoy -: «¿Una «Maritoñi»?, ¿qué es una «Maritoñi»?»… La cuestión es que me quedé muy extrañada, ¿cómo no iban a saber qué son las «Maritoñis», que son «mega» conocidas en «Graná«?… Terminé explicándoles qué y cómo son, algo que causó curiosidad; con lo que, en una de mis vueltas a casa, me hice de una cajita de «Maritoñis» para presentarlas en Sevilla.

La «Chocotoñi«…la Maritoñi de chocolate. Está buenísima.

Así, evocando un desengaño personal, además de ser el pastel que ahora después apreciaremos; ¿por qué no utilizarlas en esta entrada como anécdota e icono de los dulces de Granada?

Es más, hasta podría valer el artículo para sugerir que, dada su exquisitez, bien podría plantearse algún otro empresario de España fomentar el consumo de la «Maritoñi» a nivel nacional, utilizar supermercados como canales de distribución – para empezar – y, obviamente, multiplicar la producción e instalaciones. Consecuentemente, se multiplica el empleo e inversiones, y la empresa, tanto la jurídica como el proyecto, se presenta prometedora. Estoy completamente convencida de que cuando la prueben, será todo, menos un fiasco.

B. Aquí hay mucha tarta…

Esta práctica, la de recomendar el consumo de productos nacionales, es muy conocida en las Economías Autárquicas y las de Estabilización; como lo fueron las que se vivieron en España después de la Guerra Civil.

Paella de marisco.

¿Recordáis la paella de los domingos, aquella que «recomendaba» Francisco Franco? Pues, si son muchas las desavenencias que se consideran con respecto a su figura -algunas completamente deplorables -, también es sabio subrayar aquellas otras proposiciones que ayudaron a impulsar la Economía Nacional.

Fábrica de arroz

El caso del arroz, «promocionar» su consumo «dominguero», ayudó a impulsar la producción de arroz, su distribución, crear algo de aparato industrial alrededor y, aumentar, consecuentemente, el empleo. En este sentido, y dentro del conocimiento popular, también ha viajado el descontento de las gentes. En Huelva existen grandes marismas que proveen gran parte de nuestro arroz nacional; la apreciación que he escuchado a muchos onubenses es la de: «nosotros lo producimos» y «la cigala» los vende. En fin, desconozco completamente como es la situación actual, pero que bien puede homogeneizarse la participación industrial de Andalucía con respecto a otras zonas geográficas españolas con las que presenta asimetrías en este sector secundario.

Judías verdes frescas.

¿Os habéis dado cuenta de la de oportunidades que tiene al alcance Andalucía? Viene a ser una de las huertas de Europa y, sin embargo, es muy pobre en industrias de procesados.

Aquí siempre he visto un filón para el crecimiento. Contando con ese coste mínimo que supone el transporte – otro filón para las estrategias de eficiencia en costes -, además de poder contar con acceso a productos de calidad intermedia que terminan perdidos; bien pueden ser, primera y segunda, merecedores de: tomates fritos, nuevos kétchups, nuevas salsas, nuevos licores, nuevos delicatessen,…y muchas de nuestra hortalizas, pueden ser merecedoras de congelados de: pistos, braseados… o simplemente troceados y menestras. ¿Y la conserva natural?

¡Madre mía!, a veces he revisado documentos y datos empresariales y he visto que nos comemos en Andalucía nuestros propios productos, aunque por empresas que nos lo compran en España, procesan y venden – o, lo que es más extraordinario, en el extranjero.

¡Anda que no hay para hacer para nuestro propio crecimiento y empleo!

Harina de otro costal sería pensar en crear una nueva línea de supermercados andaluces. Puede renacer desde la cooperación de otras cooperativas ya existentes, donde se unen para promocionar y crecer con los propios productos. ¿Podría esto mermar el crecimiento de otras empresas españolas ya consolidadas? Lo cierto es que sí y no. Depende de si cooperan o no. De cooperar, bien pueden sustituir ciertos bienes de consumo por otros, bien pueden participar como inversionistas… En fin, las fórmulas son muy diversas. Lo que no hay que perder de vista es el Norte, y el Norte es que Andalucía es la Comunidad Autónoma con mayor potencial de consumo, ¿habría que plantearse en Andalucía cuál es el grado de participación de su sector secundario en la industria de la alimentación?, ¿habrá frenos puestos a su crecimiento?

C. El Gobierno del fiasco…..

Ahora que es importante dar ideas y promover maneras con las que dar una nueva visión a las cosas – crear oportunidades -, en el campo de Andalucía yo no dejo de ver oportunidades. Pero es más, esperamos que tanto Andalucía como toda España sea, en un futuro muy próximo, renovada desde un nuevo Gobierno, que verdaderamente esté por crecer y progresar, por el orden, la claridad y, sobre todo, por nosotros, los ciudadanos españoles e inmigrantes legales.

Siguiendo esta premisa, no creo que sea necesario justificarme cuando

el pueblo desprecia y abuchea a los ministros y ministras y su presidente «all over the place«.

Lo más reciente, el azote a huevazos del colectivo de camioneros desesperados a la presencia de Yolanda Díaz, Mónica Oltra, Mónica García, Ada Colau y Fátima Hamed en Valencia.

Indignados, solicitan que si no toma medidas el Gobierno para un transporte digno, EL TRANSPORTE SE PARALIZA.

¿Qué supone la parálisis del sector de transporte, aunque solo sea la del colectivo de camioneros? Supone…

CERO ABASTECIMIENTO, por ende, CERO EN SUPERMERCADOS, y…CERO EN HOSTELERÍA, también CERO EN VENTAS AGROPECUARIAS, y así sucesivamente.

¡Un EFECTO DEVASTADOR!

Y sí, sin los camioneros no somos nadie, como aclaman.

Esto me ha hecho recordar la huelga que hubo en 2008, se paró el transporte y causo estragos – ¿recordáis que tumbo al sector lácteo? -. En mi entorno más cercano, el familiar, terminó por arruinar la plantación de sandías y, consecuentemente, mi padre, de la tremenda preocupación, terminó hemipléjico por infarto cerebral (tuvo siete ictus).

Con lo que, desde la experiencia personal, sé el alcance de las palabras que se han puesto en su boca muchos camioneros de España, completamente indignados. Porque, dados los precios de las energías, fundamentalmente , ¿quién quiere ir a trabajar si encima te arruinas?

No creo que le importe mucho a Chiqui Montero, Ministra de Hacienda, quien ha hecho Hacienda, recientemente, con las senadoras de «Igualdad». Esto es, sueldos anuales de 275.000 euros. Haciendo cuentas, una fracción del cómputo de este sueldo en catorce pagas nos devuelve unos 20.000 euros por mes, salvo dos meses que alcanzan, cada uno de ellos, casi los 40.000 euros. ¿A cuántas pensiones equivalen, ahora que las recortan? ¿Cuál es la consternación y empatía de la Ministra de Hacienda – la ama de llaves del cajón de los fondos de todos los españoles – para con los camioneros? ¿Su consternación y empatía es la de subir los impuestos para solventar el llevar la mano al cajón indebidamente? Porque lo que son escándalos, lleva otro en el zurrón de unos 80 millones de euros (García-Melero, 2021) ¿Habremos entre todos de pillarle los dedos en el cajón a Chiqui Montero o ya se los ha pillado sola?

Desde luego que la Vicepresidenta Segunda del Gobierno, a pesar de advertirnos las «fake news» que es inmejorable, va a ser posiblemente removida del cargo, he leído hace un rato (García-Melero, 2021).

¡Vaya con las «fake news» también!

Otro día habrá para profundizar en la situación económica española y la de su Gobierno. De esta manera, traer a la superficie todo aquello que pasa desapercibido ante nuestros ojos, tener un conocimiento esclarecido de lo que se acaece en nuestro entorno más cercano, más y más nos abra los ojos.

Por hoy, con solo echar un vistazo a este video podemos dar fe cómo silencian lo que verdaderamente ocurre en las calles de España y lo que verdaderamente ocurre en el Gobierno. Alterando, con ello, la percepción de nuestra realidad. Ahora, sin embargo, maestros del engaño, padres y madres de la mentira es lo que todos podemos ver con claridad.

Para iluminarnos, en la medida que leemos en prensa «oficial» que «La hoy vicepresidenta segunda ha labrado su prestigio y tirón electoral en el pactismo, la amabilidad y la buena imagen. Tanto, que ha logrado ser ya la política mejor valorada, según las principales encuestas» (Prieto, 2021) cuando en realidad la reciben a huevazos, indignadas todas aquellas personas que hacen el grueso del sector de transporte (Periodista Digital (Ed.), 2021), resulta bastante ESCLARECEDOR:

un actual Gobierno esperpéntico y unos medios de comunicación manipuladores y comprados (los «desinformativos«, los llamo yo).

B. Salgamos del caos y busquemos la luz…

Volvamos a la alimentación, con esto del poder de reparto de nuestros queridísimos camioneros. Si nos ponemos a pensar en ideas, también es bueno pensar en todos y, de haber asimetrías hoy día en la participación de la industria de la alimentación – tan exageradamente básica -; también es bueno considerarlas para procurar no acentuar la distancia, sino acercar a las gentes.

Otro ejemplo, si os detenéis a pensar en las «uvas de Nochevieja», el caso es análogo al del arroz; aunque, enfocado en sobreponer a la Economía en un caso de excedente de la producción. No es tan antigua la historia de nuestras uvas, data de la primera mitad del siglo XX. Con ánimo de ayudar al sector, se promocionó el consumo de las «12 uvas de la suerte». Y, la verdad, ayudó sorprendentemente. El eco ha llegado a nuestros días, transformando, incluso, el precio para esta fecha que las hizo dadoras de la «suerte».

¿Os imagináis la de sectores que se pueden sustentar, estabilizar y/o impulsar si tan solo promovemos el consumo de algunos de nuestros productos de manera nacional?

En realidad, viene a ser una manera de cooperación entretejida dentro del propio tejido empresarial español. Sustituyendo el consumo de productos foráneos por otros nacionales.

Esta simpleza de cooperación ayuda a mantener la riqueza de aquellos que participan y, la verdad, no creo que cueste mucho diseñar puntos de cooperación desde los que concentrar y redistribuir algunos de nuestros apreciados tesoros, para empezar. Creo que aquí podemos ver todos la necesidad de unión e identidad como pueblo y nación.

Algunos de nuestros tesoros los encuentro en la industria de los quesos, también en las cárnicas, y, ¡cómo no!, ¡el calzado y las pieles! ¿Sabíais que nuestro calzado y pieles son venerados en el extranjero? Los consideran de una calidad excepcional; hasta España es conocida como la «piel de Toro«.

¿Por qué no fomentar el consumo de nuestros quesos, embutidos, zapatos y botas?

Después de todo son de más calidad y, adicionalmente, españoles. Más empleo y crecimiento.

También, hablando de fiascos, que mejor hablar que de nuestros vinos. ¿Por qué no fomentar el consumo de nuestras rarezas? En España, una cultura que traspasa las fronteras es el Jerez; primo hermano del Brandy. Su historia, muy por encima, nace de la explotación de un cierto tipo de uvas por empresarios anglosajones; fundamentalmente británicos. Ellos dieron vida a este vino tan exquisito, lo promocionaron y han hecho una maravilla de él. Aquí es palpable lo transcendental que es saber poner nombre a las cosas y diseminar el nombre y sus virtudes.

¿Os imagináis que hacéis algo similar con el vino Málaga o el vino de naranja de Sevilla?

Una pena que éste último se pueda encontrar en escasos puntos de comercio, como lo es El Corte Inglés. Este vino de naranja, de hecho, siempre que ha venido alguien a hacerme una visita -entretanto vivía en Sevilla -, era un vino que, si no he comprado como regalo, lo he ofrecido como sugerencia para probar. Desde esa espléndida vista a la Catedral de Sevilla que encuentras en los veladores de los bares que recorren la calle arriba, se hace todo un deleite para quien se ofrece como todo un souvenir.

Hacer de las exquisiteces, suvenires, es otra tarea a explotar en España. Pero, ¿qué me decís del aceite de oliva? Somos los máximos productores de aceite de oliva y, sin embargo, contamos con un contingente que limita nuestras entregas comunitarias.

¿Qué tal si se crean empresas foráneas en Europa, con otros socios, con las que multiplicar nuestras posibilidades entretanto se mejora este contingente?

Es una empresa que, adicionalmente, hace crecer fuera. Claro que, indirectamente, comprende control español.

Bueno, estas ideas, son solo eso, ideas; aunque pueden terminar por motivar a alguien o servir como palmadita en el hombro.

Ideas para el desarrollo de empresas más complejas, requieren de cimentarlas sobre sus por qué y para qué. Espero transferir alguna que otra, entretanto promuevo mi pensamiento. Pero, eso, que importante se hace ahora promover ideas y maneras de hacer cosas, de una manera u otra, terminan por alumbrar a alguna persona o servir de motor para crear otras nuevas en la mente de otra persona.

Muy importante es subrayar ese término de «nacionalismo». ¿Se promueve el nacionalismo con la construcción y crecimiento de empresas españolas y la promoción de ideas para procurar frenar las asimetrías? No contemplo esto como un nacionalismo, contemplo ideas que, por igual, pueden ser puestas en funcionamiento en cualquier otro país. Luego, no es un nacionalismo, es una manera de hacer crecer a una nación: a lo largo y ancho, pensando en todos y también en el de afuera. Así, considero que lo fundamental es traspasar esos ideales políticos que enmarañan las cosas y ver esto como simples ideas para crecer y aprender a cooperar; valiéndose, por supuesto, del orgullo nacional, del entusiasmo por nuestras cosas, ¿acaso no es en cada país el fruto de las manos de sus gentes?

Que, es una pena que salgamos de viaje y nos enamoremos de la camiseta británica y, luego en España, asociemos llevar nuestros colores a ideales «fachas» de políticas pretéritas que solo están por crear división en las gentes. ¿Os habéis dado cuenta de los extranjeros, como lucen con orgullo camisetas de sus propios países cuando vienen a España?, ¿acaso de la única camiseta española que nos vamos a enorgullecer es de la «roja»?

A mi esto me ha parecido una estupidez siempre y, es más, me ha dado pena. Me da pena que se desgaste el amor por nuestras cosas, amparándose en ideologías políticas trasnochadas que remueven el pasado para hacerlas dadoras de intenciones agazapadas.

Para no irme muy lejos, estoy recordando ahora el rollo de la exhumación de Francisco Franco, los delitos de la Guerra Civil… ¡madre mía!, ¿y los delitos de ahora, no son nuestro presente?, ¿tiene sentido remover linderos de antaño para acentuar la separación de las personas con ideologías desmejoradas desde la pretensión? En fin, que no soy ni de derechas ni de izquierdas, ni del centro ese que llaman centro; porque la verdad, en España, siempre veo el mismo perro, aunque con distinto collar.

Claro que, hoy día, podemos apreciar todos un partido naciente, VOX, que vela por los intereses de la ciudadanía, denuncia los abusos del Gobierno, se anticipa con materia legislativa acertada, propone una nueva Agenda para el crecimiento de nuestro país, se desliga del globalismo, le pone freno y alternativa, etc..

VOX nos tiene a todos boquiabiertos.

No es de extrañar que sea VOX proclamado abiertamente en la calle como una salvación para España, lo que lo lleva a crecer y crecer desorbitadamente.

¡Abascal, presidente!

Es más, jamás me he afiliado a partido alguno; mas, viendo la actual situación que nos acosa y oprime, he decidido afiliarme. Algo que me causa mucha felicidad, comparte muchos principios conmigo.

Pero también comparto admiración por la nueva política emergente en el Partido Popular, diseñada y organizada desde la Comunidad Autónoma de Madrid por la Señora Isabel Natividad Díaz Ayuso; todo un nuevo referente político en Europa y «abroad«. Una política que trae un aire renovado a los madrileños, españoles y, por ende, a su partido político. No es de extrañar que sea aclamada presidenta para España.

¡Ayuso, presidenta!

Por cierto, es sabio saber apreciar y valorar las propuestas plurales, la diversidad de pensamiento, la diversidad política… Para empezar, en la pluralidad es donde empieza la tolerancia y, por igual, el eterno debate que, además de alejarnos de los nacionalismos, mientras esté por crecer, nos trae la mejora continua, nos trae la «Economía del Aprendizaje». Nunca hay nada perfecto y completo, la mejora es infinita. Es matemático, lo que tiende a subir sostenidamente es crecimiento. Ahí encontramos el infinito.

Mis felicitaciones, hoy día, a Abascal y Ayuso, estoy segura de que muy pronto serán nuestros presidentes.

Subrayando el carácter personal que entraña y atesora este blog, si se preguntan por mi ideología política, como se irá pudiendo ver, apunta en el keynesianismo – toques de Schumpeter, también -, aunque hacia una Economía Solidaria y Humana. Apunta, consecuentemente, en el biocentrismo y en la Economía y Sociedad del Aprendizaje; sin olvidar poner a las personas como centro de los intereses sociales y económicos – salvando siempre el ecosistema y biodiversidad-. En fin, una Economía del Aprendizaje con sus matices singulares. Así que, no tiene nada que ver con nada de lo que veo, porque todo lo que veo me parece bastante mejorable. Claro que sí veo que las políticas que congratulo más arriba se alinean con mi pensamiento y son vehículo para una verdadera Economía del Aprendizaje. Yo apuesto por ellas.

Otro día repasaré porqué me parece bastante mejorable el ente político de España. Por el momento, con promocionar ideas que podrían valer, me parece que estoy aportando un granito de «arroz».

Por cierto, si se preguntara alguien si mi intención es la de militar partido político alguno; no tengo el más mínimo interés. Aunque sí lo tengo, y mucho, en promover mi pensamiento y que alcance el corazón de las gentes y de los verdaderos líderes de hoy y de mañana, los que aclama su pueblo. Me siento infinitamente feliz acercando ideas, revisando cosas que no me parecen apropiadas y, por supuesto, escribiendo….

¡me encanta….un escribir!

Con cariño, a todas aquellas personas que me leen.

Un beso… ligar es ser ágil.

por Verónica García-Melero

García-Melero, V. (2021) CON-CIENCIA. negocioonline.net Recuperado el 15 de Noviembre de 2021 de: CON-CIENCIA | (negocioonline.net)

Periodista Digital (Ed.) (14 Noviembre, 2021) La vicepresidenta Yolanda Díaz, recibida a huevazos por los camioneros: «¡Fuera comunistas!». Recuperado el 15 de Noviembre de 2021 de: https://youtu.be/ryui5n2QYk8

Prieto, Alberto D. (14 Noviembre, 2021) Podemos recela de Yolanda Díaz tras los últimos fracasos y admite «roces» con Belarra y Montero. El Español. Recuperado el 15 de Noviembre de 2021 de: Podemos recela de Yolanda Díaz tras los últimos fracasos y admite «roces» con Belarra y Montero (msn.com)

«Z», el Caballo de Troya.

Aquello que se agranda es porque es pequeño,

aquello que se empequeñece es porque es grande.

Lao-Tsé

Hoy, día seis de Enero, epifanía del Señor, me gustaría hacer un guiño a la infancia, con lo que me parece apropiado comenzar este artículo con alguna diminuta historia de mi propia cosecha. En este caso, no es un cuento, sino una escueta parábola basada en un chiste: La Parábola del Caballo. Enfocada en el sentido crítico, la conciencia que tenemos de las cosas y el estado de consciencia que venimos a desarrollar desde nuestra percepción personal del mundo que nos rodea.

Y dice así:

Hubo una vez en Arabia un diestro y astuto asuntista y vendedor, con una capacidad de persuasión extraordinaria. Un día se acercó con un caballo viejo a una pequeña taberna, donde procedió a recuperarse de su caminata y, también, liberarse de su viejo acompañante.

Ideó una estratagema, tal, que provocó en toda la taberna el vituperio del pobre animal. No obstante, alcanzado este objetivo, procedió a hablar las maravillas de su caballo:

«Mi viejo amigo, aquí donde lo ven, es tan viejo como vieja ha sido su instrucción y domesticación. Con solo mostrarle unos pequeños gestos o llamar su atención con pequeñas palabras, es capaz de hacer muchas de las labores que se requieren en el día a día de la casa. Por ejemplo, si le digo «eh Hierro», sabe que ha de sacar la basura al vertedero, y así lo hace. Si le digo «ssssshhh», sabe que ha de balancear al bebé en el patio exterior. Muy amablemente toma una soga que tiene instalada y procede a mecer la cunita de nuestro hijo. Cuando le levanto la mano derecha sabe que ha de llevar la cesta de los trapos a lavar a la fuente, y así lo hace. Es más, mi mujer le dice «bien, Hierro» y toma de un extremo la prenda en cuestión y la agita dentro del agua. En realidad, facilita mucho el lavado a mi señora».

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Inmediatamente el dueño de la taberna quiso hacerse del animal, ofreciéndole dos monedas de plata por él. Propuesta que desdeñó inmediatamente el asuntista. «¿Cómo te voy a vender a mi acompañante fiel y noble, con lo avispado que ha llegado a ser?, esa cantidad es una menudencia». Rápidamente, el tabernero volvió a hacer otra nueva oferta, esta vez mucho más generosa. «Te ofrezco dos monedas de oro por él, ¿Qué te parece?». En este caso el vendedor aceptó, fingiendo pesar y nostalgia hacia su caballo, y se deshizo del animal.

Un año después, el asuntista se acercó a la taberna, donde rápidamente lo asaltó el tabernero con una conversación un tanto agraviada. «Oye, ¡cómo me has podido engañar así! El caballo no atiende a mandato alguno, es flojo con avaricia y lo que se dice ayudar…todo lo contrario, es una bestia torpe y muy desordenada». A lo que le respondió el asuntista: «Desde luego que si hablas así del caballo, tú no vendes el caballo».

Como vemos, discernir la enseñanza de esta parábola es bien sencillo. Desde luego que nuestra percepción sobre las cosas va a depender directamente de la conciencia que se tenga sobre las mismas. Y la conciencia, en este ejemplo, no es sino el conocimiento personal y responsable que se tiene sobre las virtudes del caballo. Con lo que, observamos que dependiendo del conocimiento que, sobre las cosas, se tiene, así es nuestro juicio y elección. Luego, consideremos esta enseñanza para reflexionar sobre la información que acerca este artículo.

Este artículo pretende hacer un análisis del alcance democrático, medioambiental y de derechos, humanos y sociales, que conllevan los acuerdos comerciales TTIP y CETA (más abajo describimos sus acrónimos). Se contrasta la información que proporcionan diversos profesionales e investigadores sobre dichos acuerdos junto a las «virtudes» que nos acercan las instituciones de las que emanan o con las que guardan una estrecha relación. Por consiguiente, no perdamos de vista aunar las dos caras de la moneda de estos dos acuerdos. Teniendo conocimiento de sus dos caras podremos apreciar como alteran nuestro estado de consciencia, es decir, nuestra percepción y conocimiento de nuestro mundo psíquico individual y del mundo que nos rodea.

Ahora, seamos críticos, sometamos a cuestiones la realidad que nos presentan. Preguntémonos: ¿qué hay de verdad detrás de las «virtudes«, que del TTIP y del CETA, distintas instituciones nos acercan desde sus análisis?, ¿comprenden los análisis y estudios de estas instituciones el alcance económico y social de estos acuerdos?, ¿están siendo justas estas instituciones desde el prisma en el que nos acercan los datos económicos y sociales?, ¿los datos que nos presentan las instituciones son un fiel reflejo de la realidad económica o, por el contrario, llevan una buena capa de maquillaje?, ¿contemplan estos acuerdos los principios que la OMC prevé para la negociación y desarrollo de los mismos?, ¿han advertido a la ciudadanía del rebajamiento que en normativa de estandarización y control de calidad de productos se ofrece al producto foráneo?, ¿le ha parecido bien a la ciudadanía europea que se le ofrezca un producto que viola la normativa que le es impuesta y, adicionalmente, dañe su salud?, ¿le ha parecido bien al productor europeo destinar grandes volúmenes de su cifra de ventas para conseguir el producto que satisface los requerimientos de las normativas que le son impuestas, mientras el productor foráneo se las salta a pipiola?

Desde luego que no toda noticia es noticia. Es noticia aquella noticia de la que se hace noticia. Aquí podemos apreciar la cobertura y repercusión que, sobre la «realidad«, tiene el cuarto poder: «los medios de comunicación» – lo que llamaríamos prensa antes de la revolución digital-. No obstante, hay muy diversos profesionales que han hecho los deberes y, con ello, nos han acercado, desde sus averiguaciones, las vicisitudes que esa verdad esconde. ¿Por qué nos presentan estos acuerdos como si fueran maravillosos, acaso quieren que nos entren por «el ojo«?

Con objeto de analizar organizadamente el alcance que, sobre nuestra democracia, medio ambiente y derechos, tienen estos dos acuerdos comerciales: el Transatlantic Trade and Investment Partnership (desde ahora TTIP) – en español, Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión-, y el Comprehensive Economic and Trade Agreement (desde ahora CETA) – en español, Acuerdo Integral sobre Economía y Comercio-; estructuramos los contenidos a tratar.

De esta manera, desde la sección «e.cono.MIא» de este blog echamos un vistazo a: (a) las bondades que conlleva un acuerdo comercial, (b) los tipos de acuerdos comerciales y normativa prevista para su negociación en la UE, (c) las novedades en la normativa a aplicar, (d) los principios sobre los que ha de erigirse un acuerdo comercial de acuerdo a la Organización Mundial del Comercio (desde ahora OMC), (e) el análisis del alcance económico, político y social que conllevan ambos acuerdos en contraposición a lo que nos acercan instituciones y organismos europeos, (f) la observancia o no observancia de los principios propuestos por la OMC y, (g) la comparación de los resultados económicos que arrojan las estadísticas de estas instituciones con lo que nos proporciona la prensa al respecto, un año después de su entrada en funcionamiento.

Con respecto a las bondades que conllevan los acuerdos comerciales, desde la página web de los Consejos de Europa y de la UE, su Editorial (2018A), nos acerca las siguientes ventajas, literalmente:

«apertura de nuevos mercados para los bienes y servicios de la UE, mayores oportunidades de inversión y de protección de las inversiones, abaratamiento del comercio mediante la supresión de los derechos de aduana y la reducción de la burocracia y agilización del comercio con la facilitación del tránsito por aduana y el establecimiento de reglas comunes».

En tanto estos acuerdos respeten verdaderamente los principios sobre los que se presume se desenvuelven, han de contribuir positivamente a las economías de ambos lados de la balanza que los procura equilibrar. Aunque, es bueno rescatar también, que esto no quiere decir que sea la mejor opción. Es decir, no quiere decir que el libre comercio se erija sobre cualquier otro régimen comercial. Algo que Torres (2014) evidencia en su entrevista con ATTAC, recordando que tanto la teoría económica, como la económica ortodoxa, no han terminado por evidenciar que el libre comercio sea mejor que cualquier otro régimen, salvo en condiciones de competencia perfecta, claro que, viene a ser imposible que se den en la realidad.

Es más, en este sentido, este catedrático en economía aplicada nos recuerda que son generalmente tres los tipos de medidas que comportan estos acuerdos comerciales: la homologación y equivalencia en los productos, la protección de la inversión y la existencia de tribunales en los que arbitrariamente solventar litigios que terminan, de acuerdo a lo que demuestra la experiencia, favoreciendo al interés privado. Igualmente, nos viene a concluir que las consecuencias que, sobre la población europea, se esperan del tratado TTIP se presentan terribles. Además de no ser probable la revitalización de la economía, tampoco el TTIP mejorará la vida de los europeos. Es más, provocará un menoscabo en nuestra salud muy considerable. En este sentido Torres (2014) nos informa que enfermedades que apenas padece nuestra población surgirán, asimilándose a las mismas dolencias que presenta la población estadounidense.

Más adelante, en este artículo, echaremos un vistazo a esa «competencia perfecta» y los «fallos de mercado» que imposibilitan a la misma, con lo que podemos subrayar al libre comercio de un régimen más, no la mejor opción. Ahora, con ánimo de organizar nuestra mente para asimilar el alcance de estos tratados, vayamos por partes.

El segundo punto a tratar sería contemplar la institución que regula y da mandato para llevar a cabo la negociación del acuerdo comercial. Ésta no es otra sino el Consejo. Desde la página web del Consejo Europeo y del Consejo de la Unión Europea podemos apreciar cual es la intención política comercial de la UE. Según su Editorial (2018A), la política comercial de la UE se usa así mismo como vehículo para fomentar los principios y valores europeos, desde la democracia y los derechos humanos hasta la defensa del medio ambiente y los derechos sociales.

Los acuerdos comerciales que se gestan y acometen difieren según su contenido, diferenciando básicamente tres: de asociación económica, de libre comercio y de asociación. No obstante, también participa en otros acuerdos no preferenciales integrados en otros acuerdos de mayor envergadura, como los acuerdos de colaboración y cooperación.

La normativa que regula la negociación de estos acuerdos comerciales no es otra sino el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. Concretamente, lo que contempla su artículo 218.

A priori, ya podemos hacer observable, desde la aportación de Torres (2014), que la intención de homologar o hacer equivalentes nuestros productos con respecto a los estadounidenses conlleva el rebajamiento de normativa a exigir a los productos foráneos. Éstos, además de utilizar el etiquetado normativo como una opción, no un deber, son producidos con hormonas, productos químicos y diversos tratamientos totalmente prohibidos por nuestra normativa ya que ponen en riesgo nuestra salud. Ahora, preguntémonos: ¿esta permisividad fomenta los principios y valores europeos?, ¿es democrático exigir una normativa draconiana en un lado de la balanza y laxa en el otro?, ¿es democrático que a nuestros productos se les exija un control de calidad  y etiquetado escrupuloso mientras a los productos foráneos se les ofrece como una opción?, ¿se comprometen nuestros derechos humanos en tanto determinados productos que nos ofrecen atentan a nuestra salud?, ¿se preserva la defensa del medio ambiente con la producción y consumo de alimentos transgénicos?…

  • «la intención de la Comisión Europea de recomendar que se dividan en acuerdos independientes las disposiciones relativas a la inversión y otras disposiciones comerciales.
  • Y el cometido del Consejo en las negociaciones comerciales».

Como tercer punto a tratar, consideramos las novedades en la normativa europea con respecto a la negociación y celebración de acuerdos comerciales. En la página de los Consejos Europeo y de la Unión Europea, su Editorial (2018A) nos informa que el 22 de mayo de 2018, el Consejo adoptó unas conclusiones que abordan la manera en que se negocian y celebran los acuerdos comerciales. Desde ellas se exponen los principios fundamentales que sustentarán el planteamiento del Consejo sobre dichas negociaciones comerciales. En concreto, rescata dos cuestiones que fueron tratadas. Literalmente, éstas son:

Con posterioridad, en junio de ese mismo año, dadas las tensiones comerciales a escala global, se pronunció subrayando «la necesidad de preservar y afianzar el sistema multilateral sustentado en normas». Igualmente, también manifestó la necesidad de mejora, que junto con socios afines, requiere el funcionamiento de la Organización Mundial del Comercio (desde ahora OMC). No olvidemos que los principios de la OMC son los que rigen la UE.

Alcanzado este punto, el cuarto punto a tratar sería contemplar los principios sobre los que han de erigirse los acuerdos comerciales. En este sentido, resulta conveniente acercar los principios hegemónicos de la OMC para con los propósitos de dichos acuerdos. Decimos hegemónicos ya que dominan o se elevan sobre cualquier otro; es decir, todo principio que se considere en añadidura en los textos jurídicos inherentes al desarrollo de cualquier acuerdo comercial, no pueden contravenir los principios fundamentales. En este sentido, las negociaciones comerciales orientadas al desarrollo de acuerdos en esta materia han de contemplar: la lucha contra la discriminación, la predictibilidad y la competencia leal.

Consideremos una lectura más detallada de dichos principios. La propia edición de la página de los Consejos Europeo y de la UE (2018A) nos viene a decir que:

Con respecto al principio de «lucha contra la discriminación», la OMC contempla dos aspectos diferentes: «la nación más favorecida» y «el trato nacional». En relación a «la nación más favorecida», los países no pueden hacer distinciones entre sus socios comerciales. En cuanto al «trato nacional», los bienes importados y los de producción nacional deben recibir el mismo trato.

En consideración al principio de «predictibilidad», el hecho, más que de no crear barreras comerciales, eliminarlas, ofrece predictibilidad a las empresas. Esto conduce a la creación de empleo y a una mayor oferta de productos a precios más bajos.

Finalmente, el principio de «competencia leal» descansa sobre la promoción de un sistema de normas dirigidas a velar por que la competencia se presente abierta y leal. En este sentido, tienen cabida la imposición de aranceles y otras formas de protección en ocasiones particulares dentro de circunstancias determinadas.

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Como podemos apreciar, no hacer distinciones entre socios comerciales conllevaría normativas análogas en producción y comercialización de servicios, de manera que los bienes importados reciban el mismo trato. Si las importaciones contravienen nuestra normativa de etiquetado y calidad, para empezar, ¿se produce el trato nacional o existe alguna nación más favorecida? Si se permite la importación de productos nocivos para nuestra salud que incumplen nuestra normativa de control sanitario, ¿se produce el trato nacional o existe alguna nación favorecida? No obstante, no hemos de olvidarnos de los siguientes principios.

Especial atención merece la predictibilidad. En este sentido, la Editorial (2017) del periódico El diario, en su artículo «Todas las claves del CETA, el acuerdo con Canadá», nos informa que de acuerdo al Consejo de los Canadienses, la mayor organización de acción social de Canadá, el CETA provocará la caída del 0,5% del PIB de la UE y del 1% del PIB de Canadá. Adicionalmente, subraya que este acuerdo conlleva la pérdida de 230.000 empleados de aquí a 2023, la mayoría en Europa, comportando una bajada salarial. Como podemos apreciar, la predictibilidad esperada no casa con las estimaciones económicas que se prevén.

A continuación, vamos a analizar con algo de más detalle lo que nos acercan ambas caras de la «moneda», es decir, las «virtudes» que nos presentan las instituciones de las que emanan dichos acuerdos y las aportaciones de diversos profesionales e investigadores al respecto, a quienes subrayan de «detractores».

Para ello, continuemos con el artículo de El diario. Según su Editorial (2017), y de acuerdo al artículo propuesto por VV.AA.(2018), la entrada en vigor del acuerdo CETA supondrá la supresión del 99% de los aranceles que gravan el consumo de los bienes canadienses. Traduciendo las estimaciones que se prevén, supondrá un impacto en la economía europea de 12.000 millones de euros, un 50% mayor al impacto que se estima para la economía canadiense. Además, este acuerdo supondrá un incremento del 20 al 25% de nuestros intercambios. Sin olvidar que Alemania es quien se lleva el gran trozo de tarta de seguir las previsiones análogas a las de 2015, donde su participación fue de un 33%, en contraste con la participación española, que fue de un triste 0,5%. Luego, podemos asegurar que no todos los países de la UE se beneficiaran, a priori, de este acuerdo comercial en igual medida.

Siguiendo con el artículo propuesto por VV.AA (2018), nuestra economía, la española, con respecto a la canadiense, se puede coger por el rasero de las economía complementaria, ya que no supondrá una amenaza competitiva y, por consiguiente, tampoco supone una invasión de un país en el otro. Es más, se nos acerca un perfil de consumidor canadiense con alto poder adquisitivo y de gustos afines a los nuestros.

Además de la supresión de los aranceles, nos advierten que se producirá «una mejora sustancial de las condiciones de acceso a los mercados de servicios y a la contratación pública».

Parece un camino de rosas a seguir: «Usted simplemente tiene que poner un pie delante del otro y seguir adelante» (George Lucas). Sin embargo, este camino puede ser visto como un «allanar el camino al TTPI», como un «caballo de Troya», donde priman la rebaja de los estándares de control y calidad de los productos canadienses a los que nos obedecemos a comprar para mantener el «flujo libre» de esa nueva realidad comercial.

Me pondré en palabras de Álvarez (2017), quién en su artículo sobre el acuerdo CETA nos aclara la realidad de la industria canadiense, algo que igualmente nos viene a acercar la Editorial (2017) de El diario:

  • Por una parte, permite que la carne de vaca y pollo sea lavada con agua clorada, algo prohibido en la UE. Sin hablar del alcance para nuestra salud.
  • Por otra parte, nos advierte que Canadá es uno de los tres grandes productores mundiales de alimentos transgénicos. Siendo la «Tolerancia Cero» la política que salvaguarda nuestra salud en Europa, permitiéndo sólo un 0,1% de material modificado genéticamente (GM). ¿Cómo es posible que el etiquetado de los productos canadienses sea una opción cuando en los europeos es una obligación en lo que a material GM se refiere?
  • También nos informa acerca del uso de la ractopamina para el engorde del ganado bovino, cerdos y pavos. Algo terminantemente prohibido en la UE.
  • Y de seguir, también nos informa acerca del salmón clonado, de los colorantes alimenticios, y porque no se conoce más.

De volver a considerar el propósito de la política comercial que describe el Consejo Europeo y el Consejo de la Unión Europea, podemos observar la amenaza que para la democracia, medio ambiente y derechos humanos y sociales comportan este tipo de productos. También nos podemos detener, nuevamente, en la no consideración del principio de «lucha contra la discriminación», podemos observar que no se presenta un trato igualitario para los bienes importados y nacionales.

Después de hablar con mi marido, ingeniero técnico agrícola, me ha comentado que nuestra producción es sometida a controles de calidad cada vez  más rigurosos y frecuentes. De hecho, España es uno de los países con los estándares de calidad más elevados en productos hortícolas. Los estándares que, por su parte, predica Tesco-Global Gap abogan por un residuo mínimo de materia activa, es decir, el residuo que deja en el alimento el tratamiento fitosanitario. Otra cosa en la que nos encabezamos, – dice él- es en eliminar este tipo de tratamiento en nuestra producción agraria en detrimento de la lucha integrada de insectos. Algo totalmente natural, sin residuos.

Para conseguir todo lo anterior, el esfuerzo de nuestra industria, de nuestro sector agrícola y ganadero y de tantas miles de familias españolas que se dedican a ello, ha de pasar por el filtro de la inversión constante. De desplazar bienestar personal en pro de una política agraria que se derrumba ante el hecatombe a que nos aboca el tratado CETA. Diluyendo todo nuestro sudor en unas aparentes cifras que no son más que las migajas de un pastel. Unas migajas que no han sido contrastadas con toda la maquinaria económica que se desencadena en las economías de mercado.

Para explicarme mejor, voy a detenerme en los llamados «fallos de mercado», es decir, aquellas situaciones en las que el mercado falla como mecanismo eficiente en la situación y distribución de los recursos, bienes y servicios. De acuerdo a VV.AA. (2017), de entre los distintos fallos de mercado, el libre funcionamiento de los mercados termina por amplificar las desigualdades en la distribución de la renta. Algo que ha sido demostrado empíricamente. La autoridad termina por intervenir, aplicando una política distributiva de renta: generalmente, impuestos progresivos sobre la renta para financiar los gastos públicos.

Al abordar el acuerdo CETA, hay que contemplar, a priori, si existe función de redescuento. Es decir, si el Banco Central Europeo baja el tipo de interés, nuestros bancos comerciales tomarán mayor cantidad de préstamos. Esto no es sino la generación de pasivos monetarios, que se traduciría en un aumento de la base monetaria, que a través del efecto multiplicador de ésta, dará lugar a un aumento mayor de la oferta monetaria. Los bancos comerciales, por extensión, también bajarán el tipo de interés que cobran, concediendo más préstamos a los particulares. Esta situación es la que produce un verdadero efecto expansivo en la economía, en concreto: Inversión, PIB, empleo. Sin embargo, de considerar nuevamente las proyecciones del Consejo de los Canadienses, este acuerdo conduce a una caída del PIB y una drástica pérdida de empleo, especialmente en Europa. Con lo que, en un principio, parece no comportar una bajada del tipo de interés.

No obstante, y a título personal, tampoco contemplo una hipotética bajada del tipo de interés como benefactora del acuerdo CETA. Me parce deplorable llevarme a la boca un trozo de buey engordado en pesebre y junto a él, el odio. Prefiero un plato de humildes lentejas.

Por otra parte, en el artículo: «7 preguntas sobre el Tratado Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP) cuya respuesta deberías conocer», González (2014) nos acerca, brillantemente, los enigmas que gravitan en torno a la cara oculta de este tratado.

La Editorial (2017) de El Diario nos informa que es un acuerdo actualmente negociado entre EEUU y la UE, cuya pretensión es aumentar el comercio e inversión recíprocamente entre ambos bloques y así procurar el crecimiento del empleo, fundamentándose en un mejor acceso de los factores productivos al mercado, siempre conducidos a través de una «compatibilidad reglamentaria» que aboga por un ordenamiento normativo mundial.

Llama la atención el origen de este tratado, González (2014) nos brinda esa información, no es otro sino la Declaración Transatlántica firmada en 1990 por George Bush, Giulio Andreotti y Jaques Delors. Posteriormente se han sucedido más acuerdos que tienen como eje el mismo objetivo.

De su artículo, se hace imprescindible subrayar las amenzas que entraña dicho acuerdo para nuestro Estado y los riesgos a los que se expone la ciudadanía, tanto europea como estadounidense. Siguiendo esta línea, González (2014) nos advierte que el TTIP supone para nuestro Estado la difuminación absoluta del mismo dentro del marco de dicho acuerdo, imposibilitando la aplicación de políticas distintas a las directrices que establezca la normativa neoliberal del TTIP. Sin pasar por alto el menoscabo a que es sometido nuestro estado de derecho, este acuerdo supone la privatización de la justicia. Quiere decir, que toda aquella discrepancia que pudiera surgir en torno a las inversiones exteriores quedarían al arbitrio de procedimientos privados. Algo sobre lo que, igualmente, reflexiona Torres (2014).

Si esto nos parece poco, los riesgos que supone este tratado para la ciudadanía europea comienzan con la pérdida de derechos labores, la limitación de los derechos de representación colectiva de los trabajadores y el riesgo de rebaja salarial. Sin olvidar: la privatización de los servicios públicos y la debilitación de los estándares técnicos y de normalización industrial.

Para la ciudadanía estadounidense, González (2014) los resume en: mayor dependencia del petróleo, no etiquetado de productos modificados transgénicamente, eliminación de reglas sobre los mercados financieros, eliminación de las evaluaciones independientes de los medicamentos no producidos en los EEUU y de las reglas de preferencia nacional en los contratos públicos.

Los riesgos que predica González en este artículo pueden ser vistos desde el prisma de la Teoría de Puertas Giratorias que saca a colación López de Miguel (2015) en su artículo. De acuerdo a este autor, sectores como el farmacéutico o el de agricultura han abierto sus puertas a ex-asalariados de Bruselas, lo que, en palabras del autor, «demuestra las sinergias entre los negocios de la Comisión Europea, el Gobierno de Reino Unido y otros tantos en lo que respecta al TTIP y a las negociaciones comerciales». Otro sector que hace girar la puerta es el de Telecomunicaciones, lo hace para el comisario belga, abanderándose de «proteger la responsabilidad colectiva y la confidencialidad».

Curiosamente, los riesgos que, para la ciudadanía tanto de un lado como del otro del Atlántico, entraña este Tratado, están conectados con los sectores que hacen girar la puerta. No obstante, me parece importante rescatar la idea que subyace a esta Teoría de Puertas Giratorias, que no es otra sino la de beneficiar al sector privado desde el conocimiento y manipulación del sistema monetario que alberga el ente político y público encarnado en sus propios representantes y líderes. Todos ellos conectados con los sectores bancario y energético a su vez, como podemos apreciar en el vídeo: La Gran Estafa (la teoría de las puertas giratorias).

No obstante, este artículo quedaría incompleto si no consideramos lo que la Comisión Europea nos acerca al respecto del CETA un año después. En su comunicado de prensa: «Un año después: el acuerdo comercial entre UE y Canadá ofrece resultados positivos», la Editorial (2018B) de esta página nos acerca, sucintamente, números. No hay mención alguna acerca de la controversia que ha desatado el tráfico comercial de los productos canadienses. Es más, las estadísticas que ofrecen se presentan difusas, no delimitando con claridad la base a la que se refiere el porcentaje.

Con respecto a lo inmediatamente mencionado, y con ánimo de esclarecer lo que se quiere decir, tomamos literalmente la información de este comunicado de prensa. Así, su Editorial (2018B), nos señala que: «En toda la UE, las últimas estadísticas disponibles, que abarcan el período transcurrido entre octubre de 2017 y junio de 2018, indican que las exportaciones están aumentando más de un 7 % anual». Bien, las exportaciones están aumentando en un 7% anual, ¿esto se refiere al comercio conjunto de la UE con terceros países o exclusivamente con Canadá? Podríamos deducir que es exclusivamente con Canadá, ya que es con respecto a este país el comunicado, sin embargo, no se especifica con claridad y las estadísticas mostradas a continuación son, igualmente, difusas.

De seguir con la noticia, su Editorial (2018B) nos informa que: «Los productos farmacéuticos, que representan el 10 % de las exportaciones de la UE a Canadá, lo han hecho un 10 %». Esto quiere decir que de las estadísticas históricas que se poseen, las exportaciones de farmacia, exclusivamente dentro del comercio con Canadá, representan un 10%. Ahora, con el acuerdo han subido un 10%, suponemos que con Canadá. Bien, de ser dentro del comercio con Canadá, del 7% que representa su incremento en exportaciones, se estaría refiriendo a un 10% del volumen que representa el 7%. En tal caso, sería un porcentaje reducido. Si lo hubieran acercado con respecto al volumen, en euros, se podría apreciar con claridad.

Sin embargo, volvamos a releer esta introducción a las estadísticas: «En toda la UE, las últimas estadísticas disponibles, que abarcan el período transcurrido entre octubre de 2017 y junio de 2018, indican que las exportaciones están aumentando más de un 7 % anual…»  La cuestión que subyace a todo esto es: ¿es que las estadísticas no se han elaborado con respecto a datos económicos como las cifras de ventas expresadas en euros, y para determinados productos, adicionalmente otra magnitud? Resulta muy extraño que se acerquen este tipo de estadísticas, sin volúmenes, sin cantidades, sin cantidades respecto de un total. Y lo que es peor, que no se diferencie cual es el peso de dicho porcentaje por países. Como ya hemos analizado antes, no todos los países participan de igual manera según las previsiones iniciales. No es lo mismo un 33% (un tercio) que la migaja de un 0,5%. Ahora, transcurrido un año, tampoco parece ofrecerse la información con cristalina nitidez.

Llama la atención, sobremanera, que no se pronuncie en absoluto con respecto al alcance que, en materia de derechos sociales y humanos, así como en medio ambiente, ha ocasionado el tráfico comercial de los productos canadienses. Paradójicamente, Cecilia Malmström, comisaria del Comercio, declara que hay mucho que celebrar con este acuerdo comercial. Aunque es una fase temprana, las exportaciones han aumentado en general, y de manera extraordinaria la de algunos sectores. También señala que «en determinados ámbitos se está aplicando rigurosamente lo que se acordó, para tener la certeza de que los ciudadanos y las empresas puedan sacar el máximo provecho de las nuevas oportunidades». Más adelante afirma que «estamos defendiendo un sistema comercial internacional abierto y basado en normas».

De acuerdo a toda la información analizada de distintas aportaciones, se ha podido hacer observable que la aplicación de normas no termina de encajar con los principios que predica la OMC. Considerar como oportunidades, exclusivamente, el tráfico comercial, la venta de productos, como poco, me parece deshumanizar nuestros derechos humanos y sociales para empezar.

Y solo deteniéndome aquí, de utilizar la calculadora, sería más rentable para el español producir productos transgénicos o utilizar pesticidas y otros venenos que acaban rápidamente con las plagas. Aumenta la producción y abarata los tratamientos, luego reduce los costes e incrementa la producción. Se obtendría un apalancamiento más positivo para su inversión que considerar nuestra normativa europea, nuestro bienestar y nuestra salud. Muy probablemente, también podríamos hablar de un apalancamiento más positivo que esa previsión de un 0,5% para España. En este sentido, nos quedamos en ascuas, la información no se presenta para informar con esta claridad.

Desde luego que pretender vendernos el caballo de que un incremento del PIB, o indicador análogo, es síntoma de Bienestar Social, bien se merece una buena explicación y crítica. Con lo que próximamente se considerará un análisis, basado en noticias reales, contantes y sonantes, que evidencien las falacias de estos indicadores macroeconómicos. Por el momento, vamos a terminar de escudriñar este comunicado de prensa.

Ahora, nos detenemos en los sectores que representan un mayor peso en las exportaciones de acuerdo a estas estadísticas. Recordando a López de Miguel (2015), sectores como el farmacéutico y el de agricultura han abierto sus puertas a ex-asalariados de Bruselas, lo que: «demuestra las sinergias entre los negocios de la Comisión Europea, el Gobierno de Reino Unido y otros tantos en lo que respecta al TTIP y a las negociaciones comerciales».

El girar por la puerta a ex-asalariados de estos dos sectores, agricultura y farmacia, parece volver a coincidir en los resultados que apuntan las escuetas estadísticas ofrecidas, concretamente:  «el sector más beneficiado el de fruta y frutos de cáscara, el cual ha incrementado sus exportaciones con Canadá en un 29%» Sin considerar, «el chocolate, en un 34 %, las de vino espumoso, en un 11 % y las de whisky, en un 5 %» Por otra parte, las exportaciones de farmacia, que han aumentado en un 10%, junto al incremento de la parafarmacia, un 11%, suman un 21% (Editorial, 2018B). Como observamos, casualmente estos sectores se han llevado el gato al agua. Aunque del sector agrario no es de extrañar, después de todo, ¿quién no compraría un producto de calidad excelente, que preserva el medio ambiente y que no daña la salud, a un precio inmejorable?

Esto, en realidad, terminaría por crear un serio problema en Canadá. Claro que la Teoría de David Ricardo nos demuestra que en pro de la eficiente asignación de recursos y especialización…¿qué?, ¿va a dejar de producir Canadá sus productos transgénicos?, ¿va a dejar de utilizar sus tratamientos agrícolas? En este sentido, es muy importante considerar el enfoque de la política comercial y la normativa industrial y de calidad y salud de América del Norte. De acuerdo a Torres (2014), a diferencia de la europea, no la hay de esta manera. Es el consumidor el que ha de demostrar que el producto «X» le está perjudicando la salud. La privatización de la justicia conlleva dejarla al arbitrio privado, algo que igualmente subraya González (2014) y que termina por beneficiar al sector privado.

Con todo, de considerar hasta la fecha de publicación y, sin ánimo de ser conspiracioncita, casualmente coincide con el equinoccio de Otoño. Resulta que la comunicación de los resultados de este primer ciclo económico del tratado coincide con lo que la simbología de culturas y religiones, a lo largo del tiempo, nos acercan como el recogimiento, como el atesorar los granos (el balance) y la muerte (el cierre de balance/ de ciclo) para dar paso al invierno (al comienzo del siguiente ciclo). 

Imagino que, con toda la información que ha acercado este artículo, eres capaz de discernir, desde tu sentido crítico y tu propia conciencia, «lo que se acordó»: sacar el máximo provecho de las nuevas oportunidades gracias a un acuerdo internacional abierto y «basado en normas». Yo, personalmente, me he quedado al leer esto como las Euronews: No comment. Con lo que de volver al inicio del presente artículo, reflexionaría sobre aquello de «Desde luego que si hablas así del caballo, tú no vendes el caballo».

     – Si un árbol cae en un bosque y nadie está cerca para oírlo, ¿hace algún sonido?

Felices Reyes!

por Verónica García-Melero

in-דice

Álvarez, Y. (2017). Cinco cosas que te vas a comer con el acuerdo CETA. Recuperado de: https://elsaltodiario.com/ceta/cinco-cosas-que-te-vas-a-comer-con-el-acuerdo-ceta-que-entra-en-vigor-hoy

ATTAC (2014). Entrevista a Juan Torres López sobre el Tratado de Libre Comercio USA-UE [Vídeo]. Recuperado de: https://www.dailymotion.com/video/x1y4fbr

Editorial (2018A). Acuerdos comerciales de la UE. Consejo de Europa, Consejo de la Unión Europea. Recuperado de: https://www.consilium.europa.eu/es/policies/trade-policy/trade-agreements/

Editorial (2017). Todas las claves del CETA, el acuerdo con Canadá. Recuperado de: https://www.eldiario.es/economia/CETA-acuerdo-Canada-rechaza-PSOE_0_657584908.html 23 junio 2017

Editorial (2018B). Un año después: el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Canadá ofrece resultados positivos. European Commision. Press Release Database. Recuperado de: http://europa.eu/rapid/press-release_IP-18-5828_es.htm

González, J. (2014). 7 preguntas sobre el TTIP cuya respuesta deberías conocer. Recuperado de: http://www.eldiario.es/agendapublica/proyecto-europeo/preguntas-Tratado-Transatlantico-TTiP-respuesta_0_315669128.html

López de Miguel, A. (2015). El negocio de las puestas giratorias, enésima cara oculta del TTIP. Recuperado de: http://www.publico.es/internacional/negocio-puertas-giratorias-enesima-cara.html

Simonfilm. (13 diciembre, 2012). La Gran Estafa (La Teoría de las puertas giratorias) [Video]. Recuperado de: https://youtu.be/KUCFFDQKlkg

VV.AA. (2017). Bloque de Economía para la Oposición al Cuerpo Técnico de Hacienda del Estado. Madrid: CEF

 VV.AA. (2018) Los acuerdos comerciales de la Unión Europea. Universidad Isabel I.

Dress 2 impress

If fashion is not something that exists in dresses only because is in the sky, in the street, it has to do with ideas, the way we live, what is happening 2… then, I don’t do fashion, I am fashion.

A personal reflexion from Coco Chanel’s quotes.

I would have used «Dress to impress…your abstract thinking» for the article, it describes so much better its intention. However, I prefer to draw on three little words. They are like a good parfum in contrast to an eau de toilette. With few drops this writing can get a better starting, so it might leave a more emotional impression and a lasting trail in reader’s mind. What’s more, we can go even further by choosing a symbol: 2. Perhaps that lasting trace will turn into an emotional impression twice.

Why I call dress to impress this entry has its raison d’être in the workplace. In one of my experiences, while living in England, I was looking for a job in one of these newspapers with specialized sections in one day a week runs. In particular, it was on the Wednesday print – not usual in Spain, by the way -. While looking for offers I found one that captivated my attention: «Dress to impress». What can it be? I asked myself. Maybe something about the clothing industry, fashion, catwalk … and I said to myself, I have not come far in Spain, but maybe here I can do it, this is my place. I quickly get excited with a possible alternative if something catches my attention.

Then, after dreaming, I decided to read it at all. Luckily it was an offer for a management position, what I was looking for. Not as glamorous as fashion shows, but enough to go dressed as if you were on the catwalk. Dress to impress!

Why did a position like this call attention to something as superficial as clothing? Actually, is the clothing we choose to wear something completely vain and superficial or says a lot about us? After talking about this matter with my roommate, she told me that in England some people did not have the habit of going so well dressed to look for work as is customary in Spain. Something that has nothing to do with those people who like to dress elegantly. England is a country where smart people, it is not smart, it touches another level, it is stylish, posh as they say. And I love it, being honest. I love to have swag.

However, before speaking in more scientific terms of the cognitive and psychological reach of our clothing, I would like to invite you to a small experiment. From it, you can discern from your understanding why.

WOULD YOU LIKE TO TRY…?

If you usually put on a casual fit when you go out for whatever, a dinner, a meal.., next time try to dress up well. Wear formal clothes, if you are a gentleman, put a well-fitting suit on; in the case of ladies, it would be perfect a nice dress, althoguh a well-fitting suit is a great choice, too. Depends on your style. Maybe, you can feel out of place at first, although pay attention to people reactions… Do they show you more respect?, are they more polite? Nevertheless, the more important appreciation is how you observe yourself. Because it is not only other people who judge as by our clothes, but we do ourselves as well.

Anyway, where I want to go is not just the experience of your environment in such situation, but the cognitive consequences of formal clothing. According to this, scientific studies show that the fact of dressing up formal clothes is associated with the perception of a less accessibility, the feeling of power and a higher professionality. In fact, formal dress is related to psychological formality and social distance, in contrast to the casual one, which is approached to intimacy and familiarity.

Slepian, Ferber, Gold and Rutchick, from their scientific article «The cognitive consequences of formal clothing», show that formal dress causes the same effect as social distancing and formality of language. And, what is that effect? Increasing abstract thinking.

Well, and what abstract thinking..is?

It could be something assimilated to adolescence, while this, adolescence, is typical of human beings, something that differentiates us from animals. And, what is more, it is the stage of transition from childhood to adulthood.


Abstract thinking presents a certain analogy with adolescence as it is exclusively human, it is a human being capacity in this case. It refers to the willingness of people for creating original ideas or posing situations that help us putting ourselves before possible scenarios. As we see, it is a skill that is achieved from creativity or originality. Although it is not innate in everybody. Something that does not mean that it can be developed through training and perseverance.

To develop this type of thinking requires a partial disconnection with the material world, in order to enable the discovery of relationships and links with what we do not see, that is, with ideas, notions and the immaterial world.

Possibly you are wondering about the advantages of this type of thinking when can I appreciate that I am using it and for what? Is it a skill that I was born with or have I been developing it without being aware of it? -.

There will always be someone who tells us that there is nothing like being landed, with feet well planted like trees, and not dreaming and flying since our thoughts. If what we are looking for is the pragmatism of our daily decisions, of everyday life, it will be a great advice. However, if what we are looking for is a different, creative, original solution, one that is not seen, unusual, something that we unite with hammering as it has never been seen, this is not born but from a glance above. From a higher thought, abstract thinking. And yes, of course it is closely related to intelligence, to greater intelligence, greater capacity for abstract thinking. And of course it can be developed, just like intelligence does.

You may wonder about the use, application and advantages of this type of thinking. Special importance comes in the business world. To be a successful manager, you need this kind of thinking. It is the one that will train you to offer innovative alternatives in your business. And, we must not think of Wall Street or Silicon Valley, but of any business that we find on the street. The coffee in the corner, for example.

Abstract thinking allows us to look beyond pragmatism, from which numerous benefits are derived, such as the following:

(a) critical sense and personal independence

It helps the formation of the critical sense and the personal independence that it entails. What does this mean? Instead of letting others think for us, this kind of thinking strengthens our criteria in different contexts and in certain situations. Something that derives in autonomy, in personal independence and leads us to the feeling of freedom. To feel more free people because we enjoy the feeling of this ability. The «I can«. It allows us to dive a little in ourselves and to empower us as well.

(b) Increase creativity

Our creative capacity is sometimes castrated by the material resources available to us immediately. The fact of seeking connections with what we do not see at a glance, with the immaterial, leads us to enhance our creative capacity.

(c) Alternative scenarios and Probability analysis.

What are alternative scenarios? It would be like reading a book, or watching a movie. With our thoughts we move to other worlds, to other scenarios, from which, rather than traveling, we extract from their observation and appreciation something useful for our present.

In business management, the usefulness of abstract thinking will end up endowing us with a proactive mind, a mind that anticipates events, instead of reacting to them. Something that, inevitably, will end up helping you to position yourself as a pioneer, innovator or, simply, someone who makes a difference and whom the crowd follows.

A clear examplo of a proactive mind and innovation can be seen in Madonna’s one. Personally, I am fascinated by her artistic and business talent. In fact, she is able to impose fashions and styles since her originality and creativity. She is a visionary. Also, overly disciplined and hardworking. Very moved by oriental philosophies, which point towards hardwork, respect, discipline, punctuality and a long list of positive aspects. Another day we will talk about Eastern philosophies (Far and Middle East) and their applications.

Remember that a director’s main task is to orchestrate different human and material resources in order to efficiently and effectively manage his business. Something that allows a competitive advantage, which is what it is about. To position hiself or, at least, to stay on time in his sector.

For this simple reason, consider that the management of a business is not based solely on the choice of information alternatives already put on the table. It is not only a pragmatic task, it is a task that arises from ideas, analysis and previous considerations.

Now think of unicorns, these companies, most of them from nothing, have achieved an impressive capital based on innovation, on the visionary mind. As you can see, it is that abstract thinking is the one that manages to unite «hammer» absurd ideas that end up being a black horse, if not.

Finally, use a formal, smart and appropriate clothing, not only for a particular occasion, but for your day to day.


If you run a business as simple as a clothing store or a coffee shop, dress elegantly. In addition to procure respect and professionalism, it will subconsciouslysuggest the feeling of power, capacity, autonomy and independence.Something that will end up appearing in grace for your thought, will drive you to a higher thought, to the abstract. What everyone does not see, his originality.

I have written in English for a simple reason. It’s a little wink I give to all my subscribers. Most of them are from abroad. Well, I know my writing is quite Spanish for now, so I hope to improve it over time.

Listen to the writing….

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Webgraphy

  • https://analistasdelamentira.blogspot.com/2015/07/las-consecuencias-cognitivas-de-la-ropa.html
  • https://www.clublenguajenoverbal.com/vestir-de-manera-formal-tiene-consecuencias-psicologicas-club-lenguaje-no-verbal/
  • https://www.obs-edu.com/es/blog-project-management/habilidades-intrapersonales-de-project-manager/que-es-el-pensamiento-abstracto-y-por-que-necesitas-potenciarlo
  • https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_unicorn_startup_companies