Categoría: Análisis económico

Maíz y Ajedrez-.

Artículo reeditado. Publicado originariamente en Abril de 2020.

Cuando se pesca es mejor echar más a los peces, echar en abundancia; porque cuanto más das, más terminas recogiendo; como todo en la vida.

Juan J. García Barros – mi padre-

1. Introducción: el maíz en el Ajedrez.

Habiéndome especializado en Dirección Estratégica Internacional, como tal, no puedo negar que siento fascinación por las raíces de esta disciplina. Unas raíces que se encuentran ni más ni menos que en el mundo militar y sus estrategias y tácticas de guerra y ocupación. Con todo, no menos importante es ese juego de estrategia militar ancestral – todo un deporte olímpico hoy día -, es decir: el ajedrez.

El Ajedrez es un juego que me ha acompañado toda la vida. Desde muy pequeña recuerdo a mi abuelo Pepe – una vez terminada la «bulla» del mediodía – sentarse en la mesa del fondo con algún cliente extranjero. Unas veces lo era francés, otras veces italiano, alemán, inglés… Claro que con los franceses tendría más afinidad, él estuvo viviendo unos años en París y, la verdad, aprendió bastante bien la lengua. Así, de competir con algún contrincante francés, además de contar con el tiempo perfecto para comentarios – más de los justos – en otra lengua, también ganar podría apreciarse como un momento de superioridad sobre el otro pueblo – esto suele pasar, trascendemos la «realidad» de las cosas en las experiencias místicas, como lo es jugar contra un oponente de otra nacionalidad – .

Tanto el juego, como el hacer dadora a la finura que se espera de quien conoce otra cultura y sabe expresarse en la misma, son tácticas con las que mi abuelo – y posteriormente mi padre -, rendían gentileza al saber estar francés, italiano o alemán – por poner un ejemplo -. Esto les procuro una ventaja en lo que era su negocio hostelero, uno de los pioneros en la playa de Granada. Aunque también lo era el de mi abuelo Antonio – mi abuelo materno – en la Playa de la Rijana. También aficionado al ajedrez, aunque, sobre todas las cosas, a la pesca. De hecho, casualmente, conoció a mi padre pescando, mucho antes de ser novio de su hija – para ese entonces, ya había fallecido – .

Es curioso que esta simpatía por la restauración, y de manera aventurera, sea compartida por parte y parte; no os extrañe que haya dado yo el paso de traerlo a la nube, junto al suelo ajedrezado del Café Alquimia.

Con todo, volviendo a esta reminiscencia familiar, fue toda una tradición en nuestra casa la del Ajedrez. Mi abuelo Pepe enseñó a mi padre – Juan – a jugar. Mi padre, que es grandioso cuando algo le fascina, terminó siendo campeón de Andalucía y Subcampeón de España, creo recordar. La cuestión es que era buenísimo, le encantaba y terminó enseñándonos a todos sus hijos a jugar. Disfrutaba una barbaridad enseñándonos y, con los años, debatiéndose en duelo. Nos enseñó muchas tácticas, ataques y defensas. Y, también, nos enseñó filosofía, si sabes apreciar la hermeneútica de su dictado. Por ejemplo, recuerdo que me decía: «¿has visto cómo me ha ganado hoy el francés? Pues, a veces, no solo hay que saber perder, si no saber dejarse ganar». Entonces, nos mirábamos mutuamente y sabía que lo había entendido; sonriendo le decía: «¡qué bien echas el engoo!» Esto sería el maíz de este ajedrez. El dinero es un estiércol estupendo como abono, lo malo es que muchos lo toman por la cosecha.

Joseph Joubert (1754 – 1824).

«¡Qué bien echas el engoo!» ya era materia para otra enseñanza. «Cuando se pesca es mejor echar más a los peces, echar en abundancia, porque cuanto más das, más terminas recogiendo; como todo en la vida», venía a decirme mi padre. Esto, hoy día, es toda una clase magistral de economía: la de incrementar la capacidad económica de las economías domésticas (los peces del mar – que somos todos- ), para mejorar el rendimiento y beneficio de la comunidad/país/planeta (el de todos). El efecto expansivo económico debido al incremento en las rentas de las «unidades» de «consumo e inversión«.

Habría aquí materia para revisar el postulado de Keynes, hacernos nuevas preguntas, tal vez rediseñar los mercados de valores y enfocarlos en la «certeza», en su perfección, podría ser un comienzo, una nueva cosmovisión. ¡Vayámos a por ello!

2. El Jaque Pastor: algo más que una jugada.

De entre las enseñanzas que me transmitió mi padre en el Ajedrez está la que viene asociada al «Jaque Pastor». Para los no conocedores de este maravilloso deporte mental, la historia de esta jugada es ancestral y, a la vez, muy reveladora del comportamiento humano. Tan antigua es que, aunque podría variar en el lujo de detalles que se ofrece, siempre es la misma.

La que yo conozco pone en el tablero, no solo a dos contrarios, si no a dos opuestos de la sociedad: a un noble y a un pastor de ovejas. El Ajedrez, un juego asociado a la realeza y nobleza, aquella cúspide de la sociedad que se pensaba merecedora de éste juego, ya que implicaba grandes destrezas mentales – las que se esperan de personas muy inteligentes como se hacían éstos a sus propios ojos – no era merecedor de la plebe, del campesinado. A las clases plebeyas se le ofreció distancia en su participación y capacidad para el juego, lo que no quita que lo jugaran por igual.

En esta ocasión, caminaba el noble por sus tierras cuando advirtió a un joven pastor jugando al ajedrez. No le simpatizó en absoluto, con lo que, al hacerse como éste el pastor – en inteligencia y capacidad -, el noble lo retó a una partida en la que, como premio, se debatía la propiedad del rebaño o su multiplicación. Así, el noble retó al pastor con: deshacerse de su rebaño en caso de perder; sustraer una cabeza de ganado por cada movimiento que lo hubiera conducido a su fracaso de hacerse un igual, aún en tablas; y, por el contrario, el noble multiplicaría su ganado por el número de movimientos que lo condujeran a su éxito.

A pesar de que la propuesta no se presentaba equilibrada, el pastor había de acceder forzosamente. De esta manera, al pastor no le quedó otra que rogar al Dios del Cielo por su iluminación; de quedarse sin ganado, no tendría sustento para su familia.

Se dispuso el tablero y sus elementos y, en solo cuatro movimientos, el pastor derrotó al noble. El noble, irritado por tal hazaña, en su soberbia le preguntó, con ánimo de amedrentar al pastor: «¿cómo puedes ser tan éstupido, de tener esta capacidad para el juego, cómo no has realizado más jugadas, tu rebaño sería aún mayor?» A lo que contestó el pastor:

		"Tenía 100 cabezas, 
		ahora tengo 400, 
		mas, cabida, mi Señor,
		no encontraré ni para éstas.  

	05	Habré de sacrificar unas pocas, 
		llevarlas a matadero;  
		otras de las que me sobran 
		las regalaré a compañeros. 

		Mas, en  cuatro movimientos, 
	10	como por obra del Cielo,
		le he dejado una enseñanza
		que recordará siempre, creo".

Preguntarnos por la enseñanza de esta jugada, rápido nos puede conducir a la primera regla del oro del ajedrez: no subestimar a tu adversario. Una enseñanza propia de la milicia y de las artes marciales. Mas, la transcendencia de esta partida alcanza: (a) los estratos sociales, (b) el desequilibrio al que se somete a la clase obrera desde el acceso al poder, (c) programar al pueblo en la incapacidad para acometer asuntos de gran envergadura ya que requieren de conocimiento, (d) frenar el acceso al conocimiento a la clase obrera y (e) ofrecer una desventaja tanto en los resultados económicos a conseguir como en las condiciones de acceso al juego – pensar que se puede perder todo o casi todo, es una conducta que hostiga al contrario, infiriendo temor – .

3. Un Nuevo Escenario: Jaque Pastor al Deep Estate.

A. Comprendiendo el porqué de una nueva receta para la cocina de la «casa».

¿Podríamos decir que, hoy día, nuestro ente político, institucional, gubernamental, de derecho – nacional e internacional – se acerca a la posición de este noble en el tablero de juego?, ¿nos acercamos nosotros a la figura del pastor?

Esta apreciación puede valer como una parábola desde la que plantearnos muy diversas cuestiones. No obstante, para el momento y en relación con la intención de proponer una cosmovisión y revisión al postulado del keynesianismo, bien puede valer la celeridad de esta jugada y su simpleza para proponer una gran observación que puede transformar toda una Economía y, consecuentemente, su sociedad y bienestar.

De esta manera, a continuación se propone un nuevo escenario económico junto a prácticas económicas totalmente viables que hacen plausible la propuesta desde la simpleza. Esto es, sin entrar en materia científica de manera dilatada. Pues, en este sentido se esperan acercar otros artículos desde los que ir comprendiendo cómo un nuevo escenario transforma la economía, a la vez que deviene en un nuevo paradigma social y económico. Se espera alentar la mente y corazón del ciudadano con observaciones, análisis y propuestas que hagan alcanzable el entendimiento de lo que a continuación se empieza a esbozar. Recordad siempre que es la idea fundamental sobre la que ir trabajando progresivamente. «No pongáis las tinajas antes de los olivos», dice el refrán popular.

No olvidar nunca que son muy plurales los profesionales eruditos en economía que defienden que no necesariamente el librecomercio es la mejor opción para el reparto eficaz y eficiente de los recursos de una economía y, con ello, alcanzar la optimización en productividad. De hecho, demuestra que no es así, es algo axiomático, ¿no cree?

Por otra parte, tampoco es que estemos hablando de economías autárquicas o cerradas, ni mucho menos se haga a un lado el librecomercio; hablamos de fórmulas mixtas que procuran la asignación eficaz y eficiente en los recursos de una economía desde adentro hacia afuera. Esto es un camino que nos conduce a la asignación eficaz y eficiente de los recursos de una economía y, con ello, es vehículo del pleno empleo nacional y, por extensión, mundial.

Siguiendo esta línea, el repaso matemático y teórico es complejo y se han de aunar muy diversos prismas para hacer comprensible qué se entiende simplemente por optimización de una economía. Más se dilata el asunto si consideramos el panorama actual, donde caminamos ya hacia una cuarta Revolución Industrial y, de la mano, hacia la construcción de una verdadera economía de cuatro sectores diferenciados.

¿Estribará muchas de nuestras deficiencias actuales en no saber desarrollar y tangibilizar «normas» para esa cuarta planta de la «casa«? En tanto la etimología de la palabra economía se deriva del concepto de «normas de la casa«, entendamos por «normas«: métodos, maneras, orientaciones, know-how, observación de resultados…Esto es, seamos positivos y normativos, a la vez. Seamos eclécticos y abracemos el liberalismo, pero con inteligencia y equilibrio. Siempre buscando el bien social y el desarrollo del verdadero Welfare. Algo que requiere de medidas sociales, de desarollo del Estado y, por supuesto, del librecomercio. Con todo, una apuesta breve para su comprensión está en echar la vista atrás y revisar con detenimiento nuestra memoria histórica económica. Los extremos en política económica y social no son la solución.

Siguiendo esta línea, la incertidumbre en la inversión de esa otra función que añade, Keynes, al dinero – la de ser un instrumento de inversión / incertidumbre desde la perspectiva del interés y el tipo de cambio de la divisa – y la hace dadora de toda una nueva visión de la Economía, bien en si misma traza un nuevo punto en el eje de coordenadas de nuestra economía, bien es también merecedora de volver a revisarse.

Esto es, de la misma manera que en su momento el pensamiento de Keynes irrumpió como una nueva cosmovisión que hizo posible los mercados financieros actuales, bien, hoy día, es merecedora de nuevas cuestiones que nos acerquen una realidad más profunda de su alcance y repercusión en el Bienestar de la Sociedad, en el reparto equitativo de la renta y, por supuesto, es merecedora de una nueva revisión desde la que considerar todo aquello que no fue cuestionado, observado y/o concebido en su momento, por ser simple.

De esta manera, ¿existe otra función del dinero relacionada con la incidencia que la inversión en I+D tiene sobre la formación y rendimiento del capital bruto y neto y empleo de recursos humanos y físicos? ¿Incrementará la eficacia y eficiencia de los recursos humanos y físicos disponibles si se destina más capital a este sector económico floreciente? ¿Posibilitará la intensificación de inversión de capitales en I+D nuevas fórmulas y empresas con las que generar un flujo constante y creciente de construcción de empresa y empleo? ¿Estribará en esta nueva función del dinero la observación del crecimiento social y humano y sus valores? ¿Posibilitarán nuevas fórmulas y empresas el desarrollo del Estado de Bienestar? ¿Se producirá un rendimiento por unidad monetaria invertida en I+D más que proporcional a dicha inversión? Esto es, ¿producirá economías de escala? Es más, ¿nos conducirá a una verdadera Economía y Sociedad del Aprendizaje? En tanto la Economía de Aprendizaje descansa sobre la mejora continua y asignación eficaz y eficiente de los factores productivos, ¿nos conducirá esta nueva función del dinero en inversión en I+D a la sostenibilidad de esta nueva casa de cuatro plantas?

Y si volvemos a cuestionarnos la perfección de los mercados y sus posibilidades, ¿es posible que el rediseño de la inversión de capitales dentro de mercados perfectos, con valores de renta fija, eviten las incidencias intencionadas por agentes externos con una basta capacidad económica? Esto es, ¿es posible que si trabajamos con más instrumentos de mercados de valores perfectos, no dejados al amparo de la «autorregulación» de capitales – ya que la mayoría se concentran en pocas manos -, se evite el desequilibrio inusitado de crisis financieras que aparecen repentinemente y, consecuentemente, se evite que se deprima la economía de aquellas zonas que no alcanzan a reponerse por falta de capacidad «monetaria» para la inversión propia? ¿Ayudaría a contrarrestar este efecto una «cuarta planta» más desarrollada?

Trabajar con la función de inversión a que se presta el dinero, desde la certidumbre (el conocimiento certero de aquello que se espera recibir), por una parte, elimina loobies y agentes que operan a gran escala y posiciones favorecidas desde el control/acceso de/a la información privilegiada; por otra parte, permite un reparto más equidistributivo de las plusvalías que ocasiona el trabajo (rendimiento) de los agentes económicos envueltos (consideremos los de todos los sectores y el propio Gobierno) y, con ello, permite un crecimiento sostenible, tanto económico como social, de todos los agentes y recursos involucrados en el ciclo de generación de plusvalías.

De esta manera, apuntamos hacía la mejora continua, la Economía del Aprendizaje, el desarrollo social y económico, la soberanía del pueblo y, consecuentemente, no se deja al arbitrio de unos pocos el ciclo económico y sus consecuencias sobre toda la población mundial.

Si se preguntan cómo se haría esto, las respuestas son extraordinariamente simples. Hoy vamos a trabajar las más fundamentales y, en especial, nos vamos a detener en una propuesta que ayuda a ir transformando nuestro paradigma actual. De hecho, el instrumento ya existe, los conocimientos económico y estadístico también, sin embargo, no ha sido explorado en su extensión.

B. El incremento progresivo de empréstitos en detrimento de la emisión de acciones.

Para empezar, supongamos que se incrementa progresivamente la emisión de empréstitos por empresas privadas para el acceso a capital y con un presupuesto de precios fijos para los mercados de bienes que se prestan a la especulación.

En lo que respecta a la emisión del empréstito en sustitución de la emisión de acciones, se abre la posibilidad del abanico de rendimientos – unas empresas podrán ofrecer mayores intereses que otros y dentro de uno u otro horizonte temporal -, claro que limita el arbitrio de fuerzas económicas exógenas en ese «libre comercio» y, por otra parte, dota a la empresa de mayor control económico, social y financiero. Esto es, se preserva la autonomía del cuerpo ejecutivo y de operaciones.

Esta simple medida, llevada a cabo de manera progresiva, ayuda a ir transformando el mercado. Eso es, transformarlo, no hacerlo desaparecer. Además, entre tanto el proceso es gradual, se presta a nuevas fórmulas e instrumentos.

Con todo, si os parece descabellado, sigamos leyendo. Y, recordemos, también, que en su momento Keynes y su cosmovisión fueron, además de concebidas en una fuerte depresión, ridiculizadas por muchos profesionales de este campo. Incluso recordemos a Schumpeter, quien vaticinó el acabamiento del capitalismo en detrimento de la intensificación del I+D y el desarrollo de la cultura organizacional como vehículo para construir identidades – desde las más singulares hasta las nacionales-. Hoy día son muy diversos los profesionales que dan crédito a Schumpeter y apuestan en este sentido. Otro día trabajaremos esta temática que resulta fundamental para construir la «cuarta planta«.

C. Las Criptomonedas Nacionales.

Siguiendo con la información inmediatamente anterior, basta con echar un vistazo a nuestras actuales criptomonedas. Nada más profundizar en su constitución, forma y «hermetismo», nos conduce a hacer observable que desde la opacidad de los «mineros» – estos pueden ser consorcios de inversionistas con gran poder – se pueden inducir alteraciones grandes en los mercados financieros.

Así que, consecuentemente, nos conduce a la necesidad de la presencia, en dicho mercado, de criptomonedas de nuestros propios Bancos Centrales – instituciones gubernamentales -. Las deficiencias de las regulaciones monetarias y fiscales en torno a estas monedas – que aún está por definirse – ocasionan bastante ruido fiscal y, consecuentemente, social y económico. Para que me entienda bien, me parecen un instrumento inteligente, práctico, útil, pero sus deficiencias son tales que requieren de la intervención del Estado desde la regulación que posibilita la sola presencia de un Activo Nacional. Éste puede procurar solvencia y seguridad al tráfico, para empezar; y una fuente de recursos para el Estado y nosotros los ciudadanos, para terminar y hacer la moneda más atracticva.

D. Desarrollo de Mercados Financieros Perfectos en el Sector Primario.

Por otra parte, con respecto al desarrollo de Mercados Fiancieros Perfectos en el Sector Primario, el establecimiento de precios fijos, como lo pudieran ser los de los productos agropecuarios, eliminaría el ruido que ocasiona la intermediación en la comercialización; no dejando inflar los precios debido a unas comisiones tan exageradamente elevadas que vienen, en ocasiones, a triplicar el beneficio del agricultor. Algo extraordinariamente injusto.

Una medida como ésta es transcendental para nuestra Economía. Además de no dejar al arbitrio de especulaciones el precio de nuestra cesta de consumo, estabiliza los precios y, por igual, es vehículo para un verdadero reparto equitativo y justo de la renta.

Pero, es más, no detraer la capacidad económica de los agricultores – por ejemplo – desde el ofrecimiento de precios ínfimos, conduce a éstos, desde una mayor renta, a promover el mismo sentido equitativo y justo en la contratación laboral. Lo que conduce a salir de esa precariedad laboral en que se encuentra gran parte de la población que trabaja como peón agrícola. Por igual, ayudaría a incrementar la contribución social de los mismos y, por ende, sacar a flote gran parte de la economía sumergida.

Con todo, esta medida no solo es de transcendencia económica y social, también lo es para el desarrollo sostenible y la cohesión social que se espera en nuestros Sistemas actuales. Comporta una mejora de las condiciones laborales, el disfrute de una mejor calidad de vida, una renta equidistribuida más alta, se orienta en la igualdad social, en el bienestar social y en el sentido de la justicia – por ser breves – .

E. La consecuencia de este Jaque Pastor.

Estos cuatro ejemplos de medidas combinadas devuelven en gran medida la hegemonía del control monetario y, por extensión, económico y social, a los gobiernos y/o sus monarcas. Son medidas que devuelven la soberanía del pueblo a sus pueblos. Porque, de navegar en una Economía totalmente desequilibrada, donde empresas privadas y grandes magnates, desde su presión, inciden en políticas gubernamentales que afectan al bienestar de sus gentes – que yo sepa – es poner la soberanía de los pueblos en las manos de quien más dinero tiene.

En este sentido, de ser muy pocos, ¿es merecedora la humanidad de que navegue en un mar con oleaje inducido, por ejemplo, por grandes movimientos de capitales de unos pocos o es merecedora de que sus gobiernos y monarcas procuren aguas tranquilas y pacíficas en las que navegar, no permitiendo que se caigan del barco? ¿Habrá que construir otro barco? Porque otro barco es fácil de construir siempre que cuente con el apoyo de nosotros, los ciudadanos. ¿Estará la transformación social, económica y política en salir de la zona de confort y abrirnos a nuevos horizontes?

4. Revisando la Teoría y proponiendo práctica.

A. Una mirada a la Teoría de la Competencia Perfecta.

En lo que ahora respecta, el solo hecho de considerar mercados perfectos, bien se merece poner al alcance algo de conocimiento económico. En este sentido, la comprensión de los mercados perfectos se puede hacer observable de considerar los fallos de mercado.

Siguiendo esta línea, la asignación no eficiente de los recursos disponibles en el mercado es lo que ocasiona aquello que denominamos «fallos de mercado». Es muy probable que halla oído hablar de ellos o, al menos, sea más de una la ocasión con la que se ha encontrado esta expresión. Una expresión que dice bastante por sí sola, aunque implica ciertos matices.

Para comprender los fallos de mercado podemos decir que esta asignación no eficiente de rescursos disponibles hace de los propios mercados, mercados imperfectos, en tanto no se puede obtener una situación óptima para la sociedad con respecto a dichos recursos comprometidos. En una situación de fallo de mercado, por tanto, se produce la intervención del Estado con ánimo de corregirlo. No obstante, la experiencia demuestra que la intervención ayuda a apaliar, contener o suavizar el problema que ocasiona dicho fallo, no llegando a eliminarlo (ver Mankiw, 2002).

Paradójicamente, cuando consideramos estas situaciones de fallo de mercado, estas imperfecciones, es porque concebimos a priori una teoría económica de Competencia Perfecta. Siguiendo esta línea, para ilustrar con más claridad cómo una situación que roza lo utópico (si existen algunos mercados perfectos, aunque los menos) termina por manifestar asignaciones no eficientes y eficaces de los recursos, podemos considerar el mercado de competencia perfecta, así como las caracterísitcas que lo definen.

En este sentido, de acuerdo a VV.AA. (2017), asistimos a un mercado de competencia perfecta cuando:

  • Existen muchos oferentes y demandantes, siendo el mercado Libre: no existe ninguna intervención de la autoridad.
  • Transparente: existe información perfecta.
  • Perfecto: no existe diferenciación en el producto.
  • Normal: el precio es independiente de la actuación individual de cada sujeto.Luego, es un mercado ajeno a las externalidades y a los fallos de mercado.

Sin embargo, parece ser que no es más que la definición de un mercado ideal que se utiliza en economía para determinar el equilibrio entre oferta y demanda, como se ha venido a mencionar con anterioridad. Un mercado en el que el Coste Marginal se equipara al Ingreso Marginal y éste al precio. De ahí, la razón de llamarse: precio aceptante.

Siguiendo esta línea, la economía de mercado demuestra que ante una situación perfecta, en muy corto plazo, los productores tienden a desarrollar estrategias de diferenciación del producto que las conducen a elevar su cuota de mercado y, así, erigirse como líderes que, a su vez, imponen un nuevo precio. Esto conduce a concebir el mercado como forzado, con lo que, de seguir siendo libre, transparente y orquestado por numerosos oferentes y demandantes, asistiríamos, ahora, a una organización de mercado de competencia monopolística. Este hecho es un fallo de mercado que justifica la ulterior intervención de la autoridad.

Sin embargo, si hablo de competencia perfecta y se originan estos «fallos», ¿cómo sería posible la propuesta?

A pesar de esta realidad, Mankiw (2002) nos recuerda que sí es posible asistir a mercados de competencia perfecta en la actualidad, especialmente los podemos encontrar en mercados de ciertos productos agropecuarios y en el de algunos títulos-valores. Donde contamos con muchos oferentes y demandantes, el mercado es libre, transparente, perfecto – sin diferenciación en el producto – y, lo mejor de todo, independiente de la actuación individual de cada sujeto; lo que se categoriza como normal.

Así, en las Bolsas de valores, los valores de los títulos se determinan de acuerdo a las leyes de oferta y demanda, existe información perfecta y, para determinados valores, el mercado es libre y normal. Podríamos hablar, en este caso, de determinados valores de renta fija.

De esta manera tenemos que si sustituimos la inversión en capitales de valores de renta variable ( acciones ) por valores de renta fija ( fracciones de deuda – obligaciones para la empresa – ), contamos con una asignación eficiente de recursos y necesidades – éste es un concepto arcaico de la Economía que descansa en adecuar los recursos a las verdaderas necesidades – . De esta manera, no se produce el «fallo de mercado» que, para estos instrumentos financieros, viene de la mano de la especulación, el control de información y el poder de participación de pequeños grupos. Esos ciclos de libre comercio quedarían restringidos al libre comercio, per se, de capitales, aunque con una esperanza cierta en la inversión; lo que conduce al autoajuste de recursos y necesidades reales y mantiene el mercado perfecto.

B. Una visualización de la propuesta: pensemos en todos.

De considerar el argumento propuesto, por su parte, los precios fijos para productos agropecuarios, eliman el ruido que ocasiona la especulación y, adicionalmente, son numerosas las contribuciones de esta medida para la expansión económica, el desarrollo sostenible y la cohesión social.

Si se preguntan ¿cómo hacer para que el espíritu de igualdad y justicia de esta medida sea extensible a agricultores y ganaderos, por ejemplo? Es decir, ¿cómo hacer para que agricultores y ganaderos se comprometan a una contratación digna de su personal y ayude a desterrar la precariedad laboral si se les ofrece un precio digno y dentro de un reparto equitativo y justo del beneficio que involucra su propio mercado? Basta con agilizar una medida instrumental que posibilite un control certero diario de la contratación. En este sentido, una app para firmar diariamente la jornada laboral sería una medida práctica y acertada.

Con todo, son muchas zonas agrícolas las que se encuentran comprometidas con sus trabajadores y procuran desterrar este sometimiento tan precario del jornalero. Para ello, se valen de la contratación mensual, como es el caso de la contratación en gran parte de las serranías.

Reflexionar sobre esta situación requiere de la reflexión de todos. Por una parte, tenemos agricultores y ganadores – por ejemplo -, con explotaciones pequeñas, tanto, que no alcanzan a cubrir los sueldos y salarios cuando los precios son tales que incluso hay que poner endeudamiento encima. Una ruína.

Por otra parte, tenemos autónomos, como un vendedor al por menor de verduras y hortalizas – por ejemplo -, éste, en su pequeño comercio, posiblemente necesite de un empleado. Este pequeño empleado, nada más que en media jornada, requiere de un seguro social de alrededor de 400 euros. Considerando que la contratación mensual de un jornalero no alcanza los 300, podemos apreciar lo injusto que le puede parecer a este pequeño empresario la posición del pequeño agricultor que mantiene en precariedad a su trabajador.

En adición al precio fijo para productos agropecuarios – por ejemplo -, ¿sería necesario crear nuevas fórmulas de contribución social económicas que afloren economía sumergida, por una parte; y, por otra, permitan una participación más justa y equilibrada de todos? En este sentido, disponer de más renta, fomenta el consumo y la inversión; algo, nuevamente, expansivo para la economía. Un ajuste, de ser necesario, podría apreciarse en tramos de renta y tipos y coeficientes, aunque también, puede no ser necesario de venir aparejado de un rebajamiento en los impuestos indirectos; los de consumo.

Si caminas solo, irás más rápido. Si caminas acompañado, llegarás más lejos.

Confucio

¿Qué sucedería? Sucedería que, si en vez de pagar unos 300 euros como autónomo, existiera una tarifa plana para todos de unos 80, ¿habría muchos más autonomos en España de esos millones que arroja la estadística?

Por otra parte, rebajar la contribución social general, también promocionaría la contratación por empresas o, lo que es más, la construcción de un tejido empresarial, cada vez, menos simple; cuna de la diversificación, diversidad, especialización, nuevas fórmulas, nuevas oportunidades, nuevas visiones, nuevas ideas. La unión hace la fuerza y caminar, lo que es caminar, se llega más lejos acompañado. Se llega más lejos desde la cooperación que brinda el propio centro de trabajo.

Porque, actualmente, de considerar nuevas fórmulas con las que empoderar a pequeños empresarios y autónomos en la contratación, está la figura del autónomo dependiente: aquel cuyo ingreso depende en al menos un 75% de un único «cliente» – creo recordar -. Esto es, es posible que si usted tiene un pequeño comercio de frutas y hortalizas y se siente agobiado con los seguros sociales, se sienta más aliviado si se plantea esta figura «contractual», la del autónomo dependiente. Transfiere la cantidad de su seguro como «mayor venta» en su autónomo dependiente y, por otra parte, se ha ahorrado un buen pico por cada trabajador. En adición, la «independencia» del trabajador puede fomentar la contratación de servicios de personal de despacho de ventas por otros empresarios con necesidades de recursos humanos puntuales. Una nueva manera con la que fomentar la cooperación entre pequeños empresarios y círculos que vendrían a configurarse como gremios.

En resumen, hablar de esta medida requiere de una involucración social de todos y de un espíritu del sentido de la justicia. ¿Se han parado a pensar muchos de aquellos que contratan a jornaleros y solo añaden unas pocas jornadas a sus trabajadores, tales, que requieren éstos de cinco o más campañas para poder acceder a una prestación de desempleo?

De esta manera, cuando se promueven nuevas medidas y dentro de un sector tan básico como lo es la agricultura, ganadería y pesca – por ejemplo – , requieren que vengan acompañadas de proyectos estatales que, bien los despleguen completamente, bien se envistan de concesiones administrativas u otras fórmulas, ayuden a crear nuevos empleos desde la creación de nuevas actividades o renovación de las mismas.

(En el artículo de opinión «La Alquimia del pastel y fiasco» promuevo algunas ideas que pueden ayudar al crecimiento y transformación de este sector).

Una ayuda con la que retroalimentar el sistema desde la creación de nuevas empresas sería la de fomentar el propio consumo interior de aquello que se produce. Otra, lo sería la de explotar aquellos recursos que se hacen dadores de nuevas fórmulas y, siempre, procurar alinearlos con los objetivos de desarrollo sostenible.

5. La unión hace la fuerza.

Como podemos apreciar, la observación detenida del comportamiento y norma de aquellas Organizaciones e Instituciones de las que emana nuestra puesta en funcionamiento, nos posibilita: un mejor entendimiento de aquellos factores que requieren una nueva visión que los haga merecedores de esa soberanía popular que promueven; la retroalimentación del proceso junto a sus puntos críticos o débiles; la apertura a nuevos modelos económicos y empresariales con los que conducir a la humanidad hacia el Bienestar y la paz; maneras con las que reinventar el proceso económico y contagiar a nuestros líderes, gobiernos y monarcas con el afán de superación y la mejora contínua.

Volviendo al Ajedrez, podría decir que la táctica y la estrategia son algo que he vivido desde muy pequeña. En la facultad logré ponerle nombre a esa perpectiva empresarial; sin embargo, más te aventuras a profundizar en la misma y en sus posibilidades, más aprecias lo susceptible que es cualquier doctrina, ciencia o entramado de relaciones, de ser objeto de un plan estratégico y táctico.

Si consideramos el Ajedrez, además de contar con la peculiaridad de ser cuestionado como un legado alienígena – junto al maíz -, es la cuna del «Arte de la Guerra» más vívida.

El Ajedrez descansa sobre pequeñas tácticas de juego que se concatenan desde la primera acción y la defensa posterior ante la primera respuesta del adversario. Según has abierto el juego, así te has abierto a distintas tácticas. Y, según observas la pluralidad de alternativas en ambos, el adversario y tu mismo, así es que puedes doblegar la ventaja en tu interés. Como podemos apreciar, es un juego donde la visión espacial, la lógica y la creatividad convergen. En este sentido, es una pena apreciar comentarios de algunos hombres que menosprecian las habilidades de las mujeres para este juego; como si ser bueno con la lógica o visión espacial fuera algo exclusivamente masculino y, en adición, sobre lo único en lo que descansara la táctica.

Con esta valoración podemos apreciar que aquella intención en la que se educa a la humanidad, la de hacer prevalecer el lóbulo izquierdo (el de las mates y lógica – por ser simple -) sobre el derecho ( el de la creatividad, el arte, la empatía y el pensamiento divergente), es la intención que guía a la humanidad. Cada vez más alejada de sus verdaderas raíces, de su verdadera esencia.

Hoy día todo apunta a una reconciliación de mente y espíritu; aquella que permite el sentido de la igualdad, la integridad y la tolerancia, porque simplemente descansa en nuestra inteligencia emocional, en nuestro corazón, en el amor. Ahí es donde se echa la templanza, nuestra mayor virtud. Esto es decir que hemos de ser equilibrados, tranquilos, ecuánimes y moldeados en nuestras decisiones. Y, por supuesto, rectificar siempre que eso nos devuelva la experiencia. Rectificar es de sabios, continuar encabezonados con algo que nos devuelve un fracaso tras otro, no es ser simplemente obstinados, sino estúpidos también. Luego, seamos sabios, es gratis.

En otra ocasión hablaremos de «El Cóndor y el Águila», para hoy, recordad que solo hay un camino para el verdadero avance, para el avance de todos y para la verdadera abundancia: la que nos trae el respeto, la paz y el amor. Este es el principio de la unión y el amor. Esto es templanza y es autodominio. Esto es pensar en todos y para todos. Esto es tener y poner corazón.


Con la ilusión de que mi hijo crezca en un mundo más justo y pacífico y líderes, con mucho Ai, me sientan en la distancia y le pongan garganta a este pensamiento que es todo corazón.

Agradeciendo a Dios que me ilumina el pensamiento; a mi padre, su inspiración; y a mi hijo, su verdadero amor.

A mis Ai, un beso.

  • Mankiw, N. Gregory (2002). Principios de Economía. Madrid: S.A. McGraw-Hill / Interamericana de España.
  • V.AA. (2017). Bloque de Economía para la Oposición al Cuerpo Técnico de Hacienda del Estado. Madrid: CEF

Hacía una nueva econoMIא

Artículo Reeditado. Publicado originariamente el 12 de Abril de 2020.

– El pueblo no tiene qué comer…

– Si no tienen pan, que coman costra de pastel.

Réplica de la tía de la Reina María Antonieta e hija de Luis XV, a la súplica del pueblo francés.

A. Introducción: Decodificando a María Antonieta.

Los sobrenombres, como todos sabemos, vienen a sustituir al propio valiéndose de la significación de aquella característica o cualidad peculiar o especial que diferencia, de entre otras personas, al sujeto que nombra.

Podríamos, incluso, aventurarnos a decir «al sujeto que lo detenta«, entretanto muchos sobrenombres son «impuestos» a personas amparándose en actos humanos ilegítimos. Esto es, actos injustos y crueles con los que desvalorizar, arruinar o desmejorar la imagen pública de una persona. Algunos alcanzan la difamación o la repulsión de los demás; un acto muy inhumano atribuir un nombre indigno a otra persona.

En este sentido, por igual lo son las palabras, como es el caso de la Reina María Antonieta. Esta Reina, se nos presenta como derrochadora y presumida, así es que se ganó el sobrenombre de «Madame Déficit«. Sin embargo, de acuerdo a figuras políticas preeminentes de su época, Francia ya estaba en bancarrota para cuando María Antonieta llegó. Ella, al igual que los demás, se sumó al ritmo de vida glamurosa de Versalles; contagiada por la superficialidad, la pompa y el «snobismo» de aquella época (Castelot, 2000; Zweig, 1998).

Retrato de María Antonieta en vestido ligero blanco.
Anécdota: «Una de las ironías de la Revolución Francesa es que este vestidito blanco se convirtió, básicamente, en el uniforme de las revolucionarias«, continúa Weber-. Las mujeres que consideraron que María Antonieta había sido terrible para Francia y clamaron porque le cortaran la cabeza, y clamaron por beber su sangre, fueron las mismas que quedaron encantadas con el vestidito blanco por su sencillez, y porque era bastante barato (National Geographic en Español, 2020)

Con todo, y contradictoriamente, María Antonieta contaba con una personalidad marcada y, a diferencia de los demás, puso de moda un atuendo más informal y sencillo. Como lo es su gusto por vestidos blancos austeros y naturales, en contraste con lo que se espera en la corte; y un uso no tan excesivo de zapatos, como así hacían otros en la corte, que gastaban 365 pares al año (National Geographic en Español (Ed.), 2020).

Jean-Jacques Rousseau, por su tiempo, dejó advertido que la frase: «si no tienen pan, que les den el hojaldre en lugar del paté«, fueron palabras puestas en la boca de María Teresa de Austria (esposa de Luis XV). Por otra parte, Stefan Zweig, desde un análisis biográfico profundo, nos acerca la realidad de aquella frase que le ha sido atribuida a María Antonieta: «si no tienen pan, que le den costra de pastel«. Esta frase fue pronunciada como réplica de la tía de la Reina María Antonieta e hija de Luis XV a la súplica del pueblo francés (ver Castelot, 2000; Zweig, 1998).

De esta manera, demuestra la historia que fueron otra reina y relativa al Rey Luis XV, coetáneas de María Antonieta, quienes expresaron este descarado menosprecio por su pueblo. Fueron palabras extraordinariamente ruines, crueles y deshumanizadas.

«L’autre-chienne», el sobrenombre que más caló en el pueblo francés y en la corte, hace muestra del cinismo político con que arruinar definitivamente la imagen de María Antonieta. Así es que, en este apodo, que es una paranomasia en francés de las palabras «autrichienne«, austriaca, y «autre chienne«, otra perra; se deja entrever que es «otra perra» como lo fueron aquellas otras dos cortesanas anteriores que pronunciaron palabras de desprecio a su pueblo; mas, sin embargo, le atribuyeron a María Antonieta (Castelot, 2000). Podemos apreciar que es «otra perra» la que habría de profesar tal antipatía por parte de su pueblo.

En adición, fue difamada como manipuladora del marido en pro de doblegar fortuna a sus intereses. En este sentido, si bien recuperamos que ya estaba en bancarrota Francia, también cabe rememorar otro ardid por ofuscar y amedrentar la figura y espíritu de la Reina María Antonieta más allá de la corte.

De entre las aventuras que, dentro de la corte, alcanzan todos los casados está ese libertinaje con que se prestan a las liaisons. En este caso tenemos a un marido misógino, como nos acercan historiadores e investigadores, que no tuvo amante alguna; de manera que se manipuló tal situación – procurando la hombría del Rey, tampoco dio hijos a María Antonieta hasta los siete años de matrimonio – y se acusó falsamente a María Antonieta de pornografía. Como vemos, otro nuevo ardid pensado desde la perfidia con el que desmejorar y deshonrar a la Reina.

Luego, en suma, tenemos que en este plan por arruinar a María Antonieta, se le acusó de manipuladora. Una intención para su persona que, mezclada con ese «despilfarro de la ya bancarrota de la corte«, eclosionó en otro sobrenombre con el que procurar darle más muerte en vida: también fue una «loba austriaca« – (ver Castelot, 2000; National Geographic en Español (Ed.), 2020; Zweig, 1998).

No menos importante es subrayar su belleza. Era una Reina que ha sido recordada como una Nefertiti, con mucha gracia, donaire, estilo y hermosura (National Geographic en Español (Ed.), 2020). ¿Habría también envuelta la envidia de «otras perras y perros«?

María Antonieta fue condenada por alta traición: había traicionado y matado de hambre a los franceses mientras ella se regodeaba en sus lujos versallescos. De esta manera, la mañana del 16 de octubre de 1793, el pueblo salió en masa a las calles de la capital gala para insultarla y lanzarle escupitajos. Se cuenta que antes de que le cortaran la cabeza pisó a su ejecutor, a quien le dijo:

«Perdón, señor, no ha sido a propósito» (Barreira, 2019).

Los historiadores e investigadores refutan la intención de un complot maquiavélico y fríamente calculado con el que ofrecer a la Reina María Antonieta como cabeza de turco al pueblo francés. De esta manera, la imagen impuesta desde la difamación, tortura, manipulación y vejación no es otra sino la de una Reina despilfarradora que ha llevado a la ruina a Francia: es manipuladora, se presta a juegos pornográficos y, además, es cruel y déspota con su pueblo; cuando éste pide ayuda, su falta de humanidad y corazón la llevan a ponerse en la boca «si no tienen pan, que le den costra de pastel«.

Así, desde este entramado de traiciones ¿crees que convencieron al pueblo de las atrocidades de esta Reina, de sus malas conductas?, ¿crees que repitiendo hasta la saciedad «sus palabras» han conseguido el colofón para la hartura y odio del pueblo?, ¿crees que han conseguido con esta estratagema, un chivo expiatorio, una cabeza de turco?

Contra esta cabeza de turco arremeterá el pueblo francés en su movimiento hacia la liberación del yugo de la monarquía y del sistema feudal. Y así fue, María Antonieta terminó guillotinada, fue un chivo expiatorio o cabeza de turco en todo el alcance y extensión de la palabra.

Hoy, sin embargo, con ánimo de esclarecer la figura y paso por la historia de la Reina María Antonieta, el quehacer y descubrimiento de historiadores, investigadores y escritores nos ha traído la verdad de esta desdichada Reina. Así, «se ha registrado una proliferación de imágenes de María Antonieta, desde su tiempo hasta ahora, como si cada época, cada grupo, quisiera crear su reina: de traidora extranjera a mártir, de heroína adolescente a madre ejemplar, de mujer de la cultura a icono de la moda» (Barreira, 2019).

B. ¿Cuál es la transcendencia de esta estratagema?

Curiosamente, Thomas Jefferson nos dejó dicho que si no fuera por la Reina María Antonieta, no hubiera habido Revolución Francesa (National Geographic en Español (Ed.), 2020). Ahora bien, cuando hablamos de Revolución Francesa, y dentro del contexto y situación en la que se acaecen estos acontecimientos y circunstancias, caben hacerse numerosas preguntas que nos conectan con nuestro presente.

La libertad conduce al pueblo, E. Delacroix, 1830.

Si la corte francesa ya estaba en bancarrota, ¿habría algún interés agazapado en las intenciones del Rey de manera tal que cediendo a los ideales de una clase burguesa millonaria que traspasa la riqueza de la corona, ésta proveyera protección y participación al Rey, entretanto se promueve la libertad, igualdad y fraternidad del pueblo?

Profundicemos en su supuesta intención de libertad, igualdad y fraternidad… ¿se ha abolido la diferenciación de clases con esta Revolución?, ¿persiste todavía hoy en la sociedad una distinción de clases?, ¿se consiguió verdaderamente esa libertad, igualdad y fraternidad en la población?, ¿podemos apreciarla hoy día?

Profundicemos, lleguemos al fondo del asunto… ¿podemos apreciar desde este giro histórico como una clase rica burguesa ha ido transformando el sistema económico y bancario?

¿Fue esta Revolución Francesa un fiasco para la humanidad? ¿Fue esta Revolución Francesa el viacrucis para hacerse como reyes la burguesía más acaudalada?

¿Crees que hoy día nos controla una élite que traspasa el gobierno y las intenciones del gobierno para sus gentes? ¿Crees que podrían doblegar las intenciones de los gobiernos nacionales y supranacionales entretanto poseen alrededor del 90 % de la riqueza mundial? ¿Crees que habremos de necesitar una nueva economía?, ¿una nueva manera con la que participar todos en la riqueza mundial, alejados del sometimiento de unos pocos?

Pero, lo que es más, ¿y si profundizamos en las prácticas y negocios de aquellos que controlan, de manera agazapada, el aparato político? Me refiero al Deep Estate o cloacas del Estado. En este sentido, David Steele en Abril de 2018, desde el Tribunal Internacional para la Justicia Natural, nos revela sus prácticas satanistas – como sacrificar bebés para beberles la sangre, ¿se los comen también ya cocinados? -, red de pedofilia, tráfico de órganos, crimen organizado, utilización del aparato militar para el tráfico de personas, menores y contrabando (ver García-Melero, 2021).

¡Vaya! ¿Esta clase de inmundicia es la que pretende continuar en el poder?

Estoy completamente segura de qué será removida al completo, porque ya ha empezado a ser removida (ver García-Melero, 2021).

C. Hacia una nueva econoMIא.

Entretanto el trabajo, impuestos y consumo proviene de nosotros, ¿emana el poder de nosotros? ¿Sería necesario un nuevo concepto económico para una situación económica como la que atravesamos?, ¿es saludable que el Banco Central Europeo inyecte capital en los países de la UE más débiles y pretenda «recuperar» en parte o gran parte esa ayuda mediante la adquisición de deuda pública nacional y su reunificación conjunta para la venta de valores?

¿Podrán estos acaudalados burgueses a través de sus empresas privadas comprar la deuda y someter a los gobiernos? ¿Sabéis que los préstamos, en nuestra historia reciente, se han creado y se crean de la nada con un interés cero? Esto significa que el dinero sale de la NADA – otro día profundizaremos en la Teoría de las Puertas Giratorias -.

¿No sería más rentable para toda la humanidad y los gobiernos de todo el mundo sacar dinero de la nada para ayudar con prestaciones a sus gentes, abanderándose de la solidaridad y humanidad?, ¿no sería así posible mantener el flujo de la economía, mantener nuestra riqueza, nuestra capacidad de consumo y seguir expandiéndonos todos sin necesidad de ese «aparente rapto» de la economía por parte de estos burgueses acaudalados y sus empresas privadas?

¿Es ético dejar en manos de unos pocos el control económico que se transfiere desde las participaciones en las deudas públicas de los países?, ¿Se aprecia con claridad que deprimiéndose la economía de un país caen los precios y por «cuatro» gordas se adquieren grandes inversiones? Bueno, caen los precios de inmovilizaciones a la vez que suben los precios de nuestra cesta de consumo. Nos aboga a cada vez más pobreza y con ello, más se somete y divide a la población desde el rasero de la pobreza.

C.1. Cuestiones sobre cómo el aparato político que está en el poder oprime a aquellos políticos que están por el pueblo.

¡Ojo!, la inmensa mayoría de políticos hoy día en el poder son muy auténticos y democráticos, limpios y transparentes. ¿Es esto verdad? ¿O es verdad que son arrinconados y oprimidos aquellos que pretenden sacar a la superficie la verdadera situación y la denuncian? ¿Son atosigadas hasta el cansancio aquellas personas que ofrecen una nueva visión y alternativa para no dejarnos caer?

Ahora mismo estoy pensando en la situación española, en cómo por activa o pasiva han intentado ilegalizar a VOX, le profesan injurias, bulos, atacan a sus militantes o arremeten contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Doña Isabel N. Díaz Ayuso, desde dentro de su propio partido, el Popular (ver García-Melero, 2021).

Es curioso que en este último caso hablemos de la política mejor valorada tanto dentro de su partido como fuera, como así la valoran el electorado de VOX. Y es curioso que el arremetimiento sea profesado por su Secretario, Génova, de quien recientemente conocemos que practica el bullying y acoso impúdico a todos en su partido, un maltratador – además de ejercer un control categorizado de «soviético», ¿o es enfermizo?, me pregunto yo – (ver García-Melero, 2021). También quiere deshacerse de Cayetana Álvarez de Toledo, quien nos ha revelado las desavenencias y sufrimientos que padecen dentro de su partido e inferidos por él, Génova. Un gesto, el de simplemente hablar, que es extraordinariamente valiente, por parte de Cayetana.

Pues bien, en tanto el bullying es maltrato psicológico tipificado y aquel que maltrata es, por definición, maltratador de acuerdo a la RAE, estoy diciendo una verdad como un templo: Génova es un maltratador.

También es verdad que el bullying, siendo tipificado, es más que suficiente para tomar medidas civiles y penales. El Código Penal lo tipifica. Proviniendo de adultos, es justo ponerles un freno y enseñarles lo cruda que es la realidad legal que han de torear. Poner un «stop» al maltrato es denunciarlo formalmente y es el principio de movernos a la educación en valores, ética, moral y, sobre todo, respeto a las personas. Si estos casos se denunciaran, junto al «mobbing«, otro gallo nos cantaba en inteligencia emocional y tolerancia. ¿No es la tolerancia el vector que ha de direccionar la Educación a escala planetaria de acuerdo a la UNESCO y políticamente, por extensión? Debe ser, es que en ello estriba el verdadero progreso, demuestra la ciencia. Estriba en el progreso del hombre, en su humanidad e inteligencia emocional para consigo mismo y todo aquel ser vivo con que interactúa.

Pues, no olvidarnos de la educación en los puestos de trabajo. ¿Vamos a hacer de España un país de cafres, que a toda persona y todo arremeten con violencia y maltrato? ¡Ya basta! La verdad es que si sigue así caminando España, las maletas las cojo yo, que el mundo es muy grande – ya he tenido la experiencia del civismo y saber estar en Inglaterra, por ejemplo-.

Luego, tomando este caso como ejemplo y por no dilatarme, ¿habremos de deshacernos de este tipo de personas en política? El perfil de un maltratador no es nada coherente para con aquello que representa un mandatario político que encabeza – desde la administración y gestión – la representación del pueblo desde su promesa de voto. No puede ser la figura de un maltratador el referente para la población, es algo axiomático: de tal palo, tal astilla. Así es aquello que se promueve desde el ejemplo, así es aquello que se copia, valida y pega, por extensión.

¿Qué clase de gestión es a la que obedece la practicada por Génova que asevera deshacerse de su mejor activo – Ayuso – porque si no se le estrella el avión – alegóricamente – ? Por el momento ya sabemos, desde sus haceres, que está encaminada y alineada con prácticas crueles y desproporcionadas, atípicas y anodinas, deshumanizadas y parcas en inteligencia. Y sí, anodina es, es capaz de estrellar él solo el avión – válgame su símil -.

C.2. Sobre cómo caminar hacía otra economía.

Y, ahora, sigamos profundizando desde el cuestionamiento anterior. ¿Se aprecia que si se produce lo que antes menciono, las zonas favorecidas sobre las demás terminan marginando a éstas, acentuando la división de las gentes desde una nueva inflación que los aliena y arrumba, los aleja de la realización en la «aparente ciudad democrática«?

Nuestra situación actual va más allá de de una crisis de guerra; la solución no está en medidas para una economía de guerra, que después de todo, como nos demuestra la experiencia en la historia, están en el desarrollo de nuevas fórmulas y planes de inversión.

Hoy día, la situación económica global es tal que necesitamos de nuevas fórmulas globales económicas.

C.3. El flujo de Rentas Vitales para evitar el desplome económico y garantizar la sostenibilidad y el crecimiento social, medioambiental y económico.

Vamos a detenernos en una medida singular, novedosa y vamos a reflexionarla. Una muy muy sencilla: emitir dinero con el que mantener la capacidad económica de las familias y personas que se encuentran en situación de desempleo o en una situación personal y/o familiar adversa. Hablamos de flujos de renta vitales.

Esta fórmula es completamente válida, es acorde con el funcionamiento de la emisión de oferta monetaria de los bancos centrales, evita que se deprima la economía, mantiene el flujo económico y su riqueza, evita que se creen asimetrías, procura una participación y control absoluto de los gobiernos de la situaciónno dejando cesión de control alguno a sujetos o entidades privadas (Deep Estate/cloacas del Gobierno)y nos beneficia a todos. Es más, su efecto es expansivo en la calidad de vida y tranquilidad de la ciudadanía, de quienes emana la riqueza, los impuestos y el trabajo.

Este modelo económico descansa en la igualdad de oportunidades, en un Estado y Unidad Económica verdaderamente benefactores de su pueblo, ¿acaso hay alguna necesidad en dejar en manos privadas los intereses de toda la población? Por supuesto que no; con todo, lo democrático sería que nos sondearan a todos con esta proposición y estas preguntas.

Desde una situación como ésta, con un nuevo modelo económico que hace a los gobiernos y a su política monetaria verdaderos benefactores del pueblo (del que emana la riqueza); el flujo de la economía se hace expansivo y facilita la creación de nuevas fórmulas comerciales y empresas que provean nuevos trabajos y permitan autorregularse la economía hacia el pleno empleo.

Además de procurarse medidas hacia una nueva normalidad, hacia una nueva forma de vida: con tiempo y calma, sin atropellos y sin desesperaciones; facilita un estado armonioso y feliz en las personas, necesario en un momento tan crucial como el que estamos atravesando.

Es más, nuestra Declaración de Derechos Humanos, promovida por la ONU, procura acercarnos un camino hacia la paz, la igualdad y la preservación de la especie humana, así como de su calidad de vida y bienestar.

¿Haría falta ahora un gran cambio? Por supuesto que necesitamos un cambio pacífico y ordenado, en el que participemos todos y hagamos virar la economía y dobleguemos la balanza hacia el contento de todos.

C.4. Definiendo y concretizando el Flujo de Renta Vital.

Ahora, cuando consideramos un Estado benefactor, no estamos considerando «comunismo» alguno, esto es algo que ha de quedar claro.

Considerar un Flujo de Renta Vital como herramienta para el crecimiento requiere de la premisa del compromiso laboral y de actividad económica. Luego, requiere del alma de la productividad, de querer trabajar, de querer prosperar, de entusiasmarnos por lo que hacemos y lo que tenemos.

Luego, se requiere del compromiso y participación de todos, puesto que para lo que verdaderamente se crea este colchón de seguridad es para procurar la sostenibilidad y crecimiento económico y social y, con ello, dirimir todos los esfuerzos sociales, económicos, políticos y de recursos naturales en la creación de empresa y empleo. Aquí podemos apreciar la simpleza, contar con algo que evita la caída pero está para impulsarnos en la laboriosidad y la ocupación y en el derecho a la propiedad, por supuesto.

Así, la propiedad y empresa privadas son cruciales en este pensamiento económico, claro que sin ceder el gobierno ni el más mínimo ápice de control sobre los intereses económicos y sociales; ya que los intereses económicos y sociales son los de todos, no los de unos pocos. Aquí podemos hacer observable una verdadera democracia y Estado de Derecho.

Es más, para considerar Rentas Vitales como subsidio al desempleo o situaciones personales adversas, vital se hace en cada Gobierno que éste sea un órgano transparente, movido en el crecimiento, en la construcción de empresa, en la inversión, en la verdadera sostenibilidad, en el uso eficiente y eficaz de sus activos, recursos y capacidades energéticas – algo crucial -. Esto es, hablo de un Gobierno que se preocupe de poner a las personas y medioambiente como centro y procure facilitar medios y maneras con las que alcanzar el pleno empleo de sus ciudadanos y recursos.

Ésta es la verdadera soberanía de un pueblo, la verdadera democracia de un pueblo y el verdadero gobierno que vela por la grandeza, la riqueza y el crecimiento de sus gentes; amén de aquellos pueblos que cuentan con monarquías: ¿no es éste su deber como realeza?

Ésta es la verdadera igualdad, libertad y fraternidad que nos acerca hoy lo que, por aquellos años, fue un fiasco cuando volvemos página y revisamos aquello que nos contó a medias quien nos contó la historia; en este caso, de la Reina María Antonieta y de la intención agazapada por esa «igualdad, libertad y fraternidad y si no, la muerte».

Hoy puede ser el día de un nuevo concepto de Revolución Francesa, movido por ese espíritu de igualdad, libertad y fraternidad; aunque totalmente alejado de la muerte y el sacrificio. Ya han sido demasiados los sacrificios y muertes que ha padecido la humanidad entera a lo largo de la historia; todos ellos abanderados del deseo de conquista, de poder y de riquezas que, después de todo, ¿para qué sirven si no hay salud? ¿Acaso están para inferir amenazas a otros pueblos y estar castigándolos en ese deseo enfermizo de control y poder? ¿Dónde está ese amor y fraternidad que predican sus religiones y fes? No olvidemos jamás que todas ellas, todas, están por la «Regla de Oro», ¿cómo es que cuesta ver ésto?

Por igual, siendo ésta una entrada que abre paso a un nuevo marco económico; importante se hace apreciar también que sus ideas permiten diseñar otro nuevo Orden Mundial, muy distinto a ese que acostumbramos advertir en videos, noticias, libros.

Se procurará acercar la redacción científica y orientativa de esta cosmovisión, pero sobre todo la proposición y diseño de nuevas fórmulas y maneras de hacer las cosas. Todo con ánimo de hacer ver en el plano económico, social y medioambiental que el Gobierno puede ser un verdadero benefactor, dónde líderes y monarcas se sientan felices por un trabajo honesto y por la alegría que les causaría el contento de sus gentes. Es, como se puede apreciar, una Economía del Bienestar y, a su vez, del Aprendizaje.

Desde luego que no es un modelo utópico, es un modelo muy aterrizado y, seguro, puede ser la inspiración para muchas políticas. Es más, más se aprecia su valor si se acercan nuevas maneras de asignación y reparto de recursos para y con nuevas empresas, maneras de hacer las cosas y/o modelos de gestión y administración. La Educación, en este sentido, es la puerta a cambios muy plurales y fructíferos, para empezar: empieza en las personas.

Y, bueno, si me decidía, o no, a expresar la intención de este trabajo como recurso abierto – siempre puede ser visto como una utopía, un sueño-, las palabras de Pepe Mujica me han terminado de dar la palmadita en el hombro.

Verónica, la hormiga atómica.

Finalmente, hablando de sobrenombres, cuando se ponen, lo suyo es que sean dignos, que transmitan alguna cualidad. Siendo un blog personal, quisiera compartir algo, pues eso: personal. Mis hermanos me pusieron de pequeña: Verónica, la hormiga atómica. Tal vez, porque, a pesar de ser muy tirillas por aquel entonces, tenía una labia para negociar las cosas: ¡increíble! Mi madre siempre me ha dicho que tengo un piquito de oro y mi padre: «¡qué bien le das a la tarabita!» Y, la verdad sea dicha, me encanta una lengua. Según hablas, así puedes conquistar cualquier materia; algo que he investigado bastante (otro día hablaremos de esta conexión para las heurísticas en matemáticas).

Con amor, a todos aquellos que seguís negocioonline.net y, de manera muy especial, a mi bebé, a mi Juan.

Aquí dejo una de las canciones que le canto mientras baliamos.

por Verónica García-Melero

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Barreira, D. (2019). María Antonieta recupera la cabeza: cómo la «reina traidora» se ha convertido en un icono pop El Español. Recuperado el 11 de Abril de 2020 de: https://www.elespanol.com/cultura/historia/20191016/maria-antonieta-recupera-cabeza-reina-traidora-convertido/436957430_0.html

Castelot, A. (2000). María Antonietta – la vera storia di una regina incompresa (en italiano). Milán: Fabbri Editori.

García-Melero, V. (2021) CON-CIENCIA. negocioonline.net. Recuperado de: CON-CIENCIA | (negocioonline.net)

National Geographic en Español (Ed.), (2020). 5 datos que seguro no sabías sobre María Antonieta. Cultura. Recuperado el 12 de Abril de 2020 de: https://www.ngenespanol.com/el-mundo/quien-fue-maria-antonieta-historia-revolucion-francesa/

Zweig, Stefan (1998). María Antonieta Reina Consorte de Luis XVI, Rey de Francia, 1755 – 1793 – Biografía. Ciudad de México: Porrúa.

«Z», el Caballo de Troya.

Aquello que se agranda es porque es pequeño,

aquello que se empequeñece es porque es grande.

Lao-Tsé

Hoy, día seis de Enero, epifanía del Señor, me gustaría hacer un guiño a la infancia, con lo que me parece apropiado comenzar este artículo con alguna diminuta historia de mi propia cosecha. En este caso, no es un cuento, sino una escueta parábola basada en un chiste: La Parábola del Caballo. Enfocada en el sentido crítico, la conciencia que tenemos de las cosas y el estado de consciencia que venimos a desarrollar desde nuestra percepción personal del mundo que nos rodea.

Y dice así:

Hubo una vez en Arabia un diestro y astuto asuntista y vendedor, con una capacidad de persuasión extraordinaria. Un día se acercó con un caballo viejo a una pequeña taberna, donde procedió a recuperarse de su caminata y, también, liberarse de su viejo acompañante.

Ideó una estratagema, tal, que provocó en toda la taberna el vituperio del pobre animal. No obstante, alcanzado este objetivo, procedió a hablar las maravillas de su caballo:

«Mi viejo amigo, aquí donde lo ven, es tan viejo como vieja ha sido su instrucción y domesticación. Con solo mostrarle unos pequeños gestos o llamar su atención con pequeñas palabras, es capaz de hacer muchas de las labores que se requieren en el día a día de la casa. Por ejemplo, si le digo «eh Hierro», sabe que ha de sacar la basura al vertedero, y así lo hace. Si le digo «ssssshhh», sabe que ha de balancear al bebé en el patio exterior. Muy amablemente toma una soga que tiene instalada y procede a mecer la cunita de nuestro hijo. Cuando le levanto la mano derecha sabe que ha de llevar la cesta de los trapos a lavar a la fuente, y así lo hace. Es más, mi mujer le dice «bien, Hierro» y toma de un extremo la prenda en cuestión y la agita dentro del agua. En realidad, facilita mucho el lavado a mi señora».

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Inmediatamente el dueño de la taberna quiso hacerse del animal, ofreciéndole dos monedas de plata por él. Propuesta que desdeñó inmediatamente el asuntista. «¿Cómo te voy a vender a mi acompañante fiel y noble, con lo avispado que ha llegado a ser?, esa cantidad es una menudencia». Rápidamente, el tabernero volvió a hacer otra nueva oferta, esta vez mucho más generosa. «Te ofrezco dos monedas de oro por él, ¿Qué te parece?». En este caso el vendedor aceptó, fingiendo pesar y nostalgia hacia su caballo, y se deshizo del animal.

Un año después, el asuntista se acercó a la taberna, donde rápidamente lo asaltó el tabernero con una conversación un tanto agraviada. «Oye, ¡cómo me has podido engañar así! El caballo no atiende a mandato alguno, es flojo con avaricia y lo que se dice ayudar…todo lo contrario, es una bestia torpe y muy desordenada». A lo que le respondió el asuntista: «Desde luego que si hablas así del caballo, tú no vendes el caballo».

Como vemos, discernir la enseñanza de esta parábola es bien sencillo. Desde luego que nuestra percepción sobre las cosas va a depender directamente de la conciencia que se tenga sobre las mismas. Y la conciencia, en este ejemplo, no es sino el conocimiento personal y responsable que se tiene sobre las virtudes del caballo. Con lo que, observamos que dependiendo del conocimiento que, sobre las cosas, se tiene, así es nuestro juicio y elección. Luego, consideremos esta enseñanza para reflexionar sobre la información que acerca este artículo.

Este artículo pretende hacer un análisis del alcance democrático, medioambiental y de derechos, humanos y sociales, que conllevan los acuerdos comerciales TTIP y CETA (más abajo describimos sus acrónimos). Se contrasta la información que proporcionan diversos profesionales e investigadores sobre dichos acuerdos junto a las «virtudes» que nos acercan las instituciones de las que emanan o con las que guardan una estrecha relación. Por consiguiente, no perdamos de vista aunar las dos caras de la moneda de estos dos acuerdos. Teniendo conocimiento de sus dos caras podremos apreciar como alteran nuestro estado de consciencia, es decir, nuestra percepción y conocimiento de nuestro mundo psíquico individual y del mundo que nos rodea.

Ahora, seamos críticos, sometamos a cuestiones la realidad que nos presentan. Preguntémonos: ¿qué hay de verdad detrás de las «virtudes«, que del TTIP y del CETA, distintas instituciones nos acercan desde sus análisis?, ¿comprenden los análisis y estudios de estas instituciones el alcance económico y social de estos acuerdos?, ¿están siendo justas estas instituciones desde el prisma en el que nos acercan los datos económicos y sociales?, ¿los datos que nos presentan las instituciones son un fiel reflejo de la realidad económica o, por el contrario, llevan una buena capa de maquillaje?, ¿contemplan estos acuerdos los principios que la OMC prevé para la negociación y desarrollo de los mismos?, ¿han advertido a la ciudadanía del rebajamiento que en normativa de estandarización y control de calidad de productos se ofrece al producto foráneo?, ¿le ha parecido bien a la ciudadanía europea que se le ofrezca un producto que viola la normativa que le es impuesta y, adicionalmente, dañe su salud?, ¿le ha parecido bien al productor europeo destinar grandes volúmenes de su cifra de ventas para conseguir el producto que satisface los requerimientos de las normativas que le son impuestas, mientras el productor foráneo se las salta a pipiola?

Desde luego que no toda noticia es noticia. Es noticia aquella noticia de la que se hace noticia. Aquí podemos apreciar la cobertura y repercusión que, sobre la «realidad«, tiene el cuarto poder: «los medios de comunicación» – lo que llamaríamos prensa antes de la revolución digital-. No obstante, hay muy diversos profesionales que han hecho los deberes y, con ello, nos han acercado, desde sus averiguaciones, las vicisitudes que esa verdad esconde. ¿Por qué nos presentan estos acuerdos como si fueran maravillosos, acaso quieren que nos entren por «el ojo«?

Con objeto de analizar organizadamente el alcance que, sobre nuestra democracia, medio ambiente y derechos, tienen estos dos acuerdos comerciales: el Transatlantic Trade and Investment Partnership (desde ahora TTIP) – en español, Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión-, y el Comprehensive Economic and Trade Agreement (desde ahora CETA) – en español, Acuerdo Integral sobre Economía y Comercio-; estructuramos los contenidos a tratar.

De esta manera, desde la sección «e.cono.MIא» de este blog echamos un vistazo a: (a) las bondades que conlleva un acuerdo comercial, (b) los tipos de acuerdos comerciales y normativa prevista para su negociación en la UE, (c) las novedades en la normativa a aplicar, (d) los principios sobre los que ha de erigirse un acuerdo comercial de acuerdo a la Organización Mundial del Comercio (desde ahora OMC), (e) el análisis del alcance económico, político y social que conllevan ambos acuerdos en contraposición a lo que nos acercan instituciones y organismos europeos, (f) la observancia o no observancia de los principios propuestos por la OMC y, (g) la comparación de los resultados económicos que arrojan las estadísticas de estas instituciones con lo que nos proporciona la prensa al respecto, un año después de su entrada en funcionamiento.

Con respecto a las bondades que conllevan los acuerdos comerciales, desde la página web de los Consejos de Europa y de la UE, su Editorial (2018A), nos acerca las siguientes ventajas, literalmente:

«apertura de nuevos mercados para los bienes y servicios de la UE, mayores oportunidades de inversión y de protección de las inversiones, abaratamiento del comercio mediante la supresión de los derechos de aduana y la reducción de la burocracia y agilización del comercio con la facilitación del tránsito por aduana y el establecimiento de reglas comunes».

En tanto estos acuerdos respeten verdaderamente los principios sobre los que se presume se desenvuelven, han de contribuir positivamente a las economías de ambos lados de la balanza que los procura equilibrar. Aunque, es bueno rescatar también, que esto no quiere decir que sea la mejor opción. Es decir, no quiere decir que el libre comercio se erija sobre cualquier otro régimen comercial. Algo que Torres (2014) evidencia en su entrevista con ATTAC, recordando que tanto la teoría económica, como la económica ortodoxa, no han terminado por evidenciar que el libre comercio sea mejor que cualquier otro régimen, salvo en condiciones de competencia perfecta, claro que, viene a ser imposible que se den en la realidad.

Es más, en este sentido, este catedrático en economía aplicada nos recuerda que son generalmente tres los tipos de medidas que comportan estos acuerdos comerciales: la homologación y equivalencia en los productos, la protección de la inversión y la existencia de tribunales en los que arbitrariamente solventar litigios que terminan, de acuerdo a lo que demuestra la experiencia, favoreciendo al interés privado. Igualmente, nos viene a concluir que las consecuencias que, sobre la población europea, se esperan del tratado TTIP se presentan terribles. Además de no ser probable la revitalización de la economía, tampoco el TTIP mejorará la vida de los europeos. Es más, provocará un menoscabo en nuestra salud muy considerable. En este sentido Torres (2014) nos informa que enfermedades que apenas padece nuestra población surgirán, asimilándose a las mismas dolencias que presenta la población estadounidense.

Más adelante, en este artículo, echaremos un vistazo a esa «competencia perfecta» y los «fallos de mercado» que imposibilitan a la misma, con lo que podemos subrayar al libre comercio de un régimen más, no la mejor opción. Ahora, con ánimo de organizar nuestra mente para asimilar el alcance de estos tratados, vayamos por partes.

El segundo punto a tratar sería contemplar la institución que regula y da mandato para llevar a cabo la negociación del acuerdo comercial. Ésta no es otra sino el Consejo. Desde la página web del Consejo Europeo y del Consejo de la Unión Europea podemos apreciar cual es la intención política comercial de la UE. Según su Editorial (2018A), la política comercial de la UE se usa así mismo como vehículo para fomentar los principios y valores europeos, desde la democracia y los derechos humanos hasta la defensa del medio ambiente y los derechos sociales.

Los acuerdos comerciales que se gestan y acometen difieren según su contenido, diferenciando básicamente tres: de asociación económica, de libre comercio y de asociación. No obstante, también participa en otros acuerdos no preferenciales integrados en otros acuerdos de mayor envergadura, como los acuerdos de colaboración y cooperación.

La normativa que regula la negociación de estos acuerdos comerciales no es otra sino el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. Concretamente, lo que contempla su artículo 218.

A priori, ya podemos hacer observable, desde la aportación de Torres (2014), que la intención de homologar o hacer equivalentes nuestros productos con respecto a los estadounidenses conlleva el rebajamiento de normativa a exigir a los productos foráneos. Éstos, además de utilizar el etiquetado normativo como una opción, no un deber, son producidos con hormonas, productos químicos y diversos tratamientos totalmente prohibidos por nuestra normativa ya que ponen en riesgo nuestra salud. Ahora, preguntémonos: ¿esta permisividad fomenta los principios y valores europeos?, ¿es democrático exigir una normativa draconiana en un lado de la balanza y laxa en el otro?, ¿es democrático que a nuestros productos se les exija un control de calidad  y etiquetado escrupuloso mientras a los productos foráneos se les ofrece como una opción?, ¿se comprometen nuestros derechos humanos en tanto determinados productos que nos ofrecen atentan a nuestra salud?, ¿se preserva la defensa del medio ambiente con la producción y consumo de alimentos transgénicos?…

  • «la intención de la Comisión Europea de recomendar que se dividan en acuerdos independientes las disposiciones relativas a la inversión y otras disposiciones comerciales.
  • Y el cometido del Consejo en las negociaciones comerciales».

Como tercer punto a tratar, consideramos las novedades en la normativa europea con respecto a la negociación y celebración de acuerdos comerciales. En la página de los Consejos Europeo y de la Unión Europea, su Editorial (2018A) nos informa que el 22 de mayo de 2018, el Consejo adoptó unas conclusiones que abordan la manera en que se negocian y celebran los acuerdos comerciales. Desde ellas se exponen los principios fundamentales que sustentarán el planteamiento del Consejo sobre dichas negociaciones comerciales. En concreto, rescata dos cuestiones que fueron tratadas. Literalmente, éstas son:

Con posterioridad, en junio de ese mismo año, dadas las tensiones comerciales a escala global, se pronunció subrayando «la necesidad de preservar y afianzar el sistema multilateral sustentado en normas». Igualmente, también manifestó la necesidad de mejora, que junto con socios afines, requiere el funcionamiento de la Organización Mundial del Comercio (desde ahora OMC). No olvidemos que los principios de la OMC son los que rigen la UE.

Alcanzado este punto, el cuarto punto a tratar sería contemplar los principios sobre los que han de erigirse los acuerdos comerciales. En este sentido, resulta conveniente acercar los principios hegemónicos de la OMC para con los propósitos de dichos acuerdos. Decimos hegemónicos ya que dominan o se elevan sobre cualquier otro; es decir, todo principio que se considere en añadidura en los textos jurídicos inherentes al desarrollo de cualquier acuerdo comercial, no pueden contravenir los principios fundamentales. En este sentido, las negociaciones comerciales orientadas al desarrollo de acuerdos en esta materia han de contemplar: la lucha contra la discriminación, la predictibilidad y la competencia leal.

Consideremos una lectura más detallada de dichos principios. La propia edición de la página de los Consejos Europeo y de la UE (2018A) nos viene a decir que:

Con respecto al principio de «lucha contra la discriminación», la OMC contempla dos aspectos diferentes: «la nación más favorecida» y «el trato nacional». En relación a «la nación más favorecida», los países no pueden hacer distinciones entre sus socios comerciales. En cuanto al «trato nacional», los bienes importados y los de producción nacional deben recibir el mismo trato.

En consideración al principio de «predictibilidad», el hecho, más que de no crear barreras comerciales, eliminarlas, ofrece predictibilidad a las empresas. Esto conduce a la creación de empleo y a una mayor oferta de productos a precios más bajos.

Finalmente, el principio de «competencia leal» descansa sobre la promoción de un sistema de normas dirigidas a velar por que la competencia se presente abierta y leal. En este sentido, tienen cabida la imposición de aranceles y otras formas de protección en ocasiones particulares dentro de circunstancias determinadas.

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Como podemos apreciar, no hacer distinciones entre socios comerciales conllevaría normativas análogas en producción y comercialización de servicios, de manera que los bienes importados reciban el mismo trato. Si las importaciones contravienen nuestra normativa de etiquetado y calidad, para empezar, ¿se produce el trato nacional o existe alguna nación más favorecida? Si se permite la importación de productos nocivos para nuestra salud que incumplen nuestra normativa de control sanitario, ¿se produce el trato nacional o existe alguna nación favorecida? No obstante, no hemos de olvidarnos de los siguientes principios.

Especial atención merece la predictibilidad. En este sentido, la Editorial (2017) del periódico El diario, en su artículo «Todas las claves del CETA, el acuerdo con Canadá», nos informa que de acuerdo al Consejo de los Canadienses, la mayor organización de acción social de Canadá, el CETA provocará la caída del 0,5% del PIB de la UE y del 1% del PIB de Canadá. Adicionalmente, subraya que este acuerdo conlleva la pérdida de 230.000 empleados de aquí a 2023, la mayoría en Europa, comportando una bajada salarial. Como podemos apreciar, la predictibilidad esperada no casa con las estimaciones económicas que se prevén.

A continuación, vamos a analizar con algo de más detalle lo que nos acercan ambas caras de la «moneda», es decir, las «virtudes» que nos presentan las instituciones de las que emanan dichos acuerdos y las aportaciones de diversos profesionales e investigadores al respecto, a quienes subrayan de «detractores».

Para ello, continuemos con el artículo de El diario. Según su Editorial (2017), y de acuerdo al artículo propuesto por VV.AA.(2018), la entrada en vigor del acuerdo CETA supondrá la supresión del 99% de los aranceles que gravan el consumo de los bienes canadienses. Traduciendo las estimaciones que se prevén, supondrá un impacto en la economía europea de 12.000 millones de euros, un 50% mayor al impacto que se estima para la economía canadiense. Además, este acuerdo supondrá un incremento del 20 al 25% de nuestros intercambios. Sin olvidar que Alemania es quien se lleva el gran trozo de tarta de seguir las previsiones análogas a las de 2015, donde su participación fue de un 33%, en contraste con la participación española, que fue de un triste 0,5%. Luego, podemos asegurar que no todos los países de la UE se beneficiaran, a priori, de este acuerdo comercial en igual medida.

Siguiendo con el artículo propuesto por VV.AA (2018), nuestra economía, la española, con respecto a la canadiense, se puede coger por el rasero de las economía complementaria, ya que no supondrá una amenaza competitiva y, por consiguiente, tampoco supone una invasión de un país en el otro. Es más, se nos acerca un perfil de consumidor canadiense con alto poder adquisitivo y de gustos afines a los nuestros.

Además de la supresión de los aranceles, nos advierten que se producirá «una mejora sustancial de las condiciones de acceso a los mercados de servicios y a la contratación pública».

Parece un camino de rosas a seguir: «Usted simplemente tiene que poner un pie delante del otro y seguir adelante» (George Lucas). Sin embargo, este camino puede ser visto como un «allanar el camino al TTPI», como un «caballo de Troya», donde priman la rebaja de los estándares de control y calidad de los productos canadienses a los que nos obedecemos a comprar para mantener el «flujo libre» de esa nueva realidad comercial.

Me pondré en palabras de Álvarez (2017), quién en su artículo sobre el acuerdo CETA nos aclara la realidad de la industria canadiense, algo que igualmente nos viene a acercar la Editorial (2017) de El diario:

  • Por una parte, permite que la carne de vaca y pollo sea lavada con agua clorada, algo prohibido en la UE. Sin hablar del alcance para nuestra salud.
  • Por otra parte, nos advierte que Canadá es uno de los tres grandes productores mundiales de alimentos transgénicos. Siendo la «Tolerancia Cero» la política que salvaguarda nuestra salud en Europa, permitiéndo sólo un 0,1% de material modificado genéticamente (GM). ¿Cómo es posible que el etiquetado de los productos canadienses sea una opción cuando en los europeos es una obligación en lo que a material GM se refiere?
  • También nos informa acerca del uso de la ractopamina para el engorde del ganado bovino, cerdos y pavos. Algo terminantemente prohibido en la UE.
  • Y de seguir, también nos informa acerca del salmón clonado, de los colorantes alimenticios, y porque no se conoce más.

De volver a considerar el propósito de la política comercial que describe el Consejo Europeo y el Consejo de la Unión Europea, podemos observar la amenaza que para la democracia, medio ambiente y derechos humanos y sociales comportan este tipo de productos. También nos podemos detener, nuevamente, en la no consideración del principio de «lucha contra la discriminación», podemos observar que no se presenta un trato igualitario para los bienes importados y nacionales.

Después de hablar con mi marido, ingeniero técnico agrícola, me ha comentado que nuestra producción es sometida a controles de calidad cada vez  más rigurosos y frecuentes. De hecho, España es uno de los países con los estándares de calidad más elevados en productos hortícolas. Los estándares que, por su parte, predica Tesco-Global Gap abogan por un residuo mínimo de materia activa, es decir, el residuo que deja en el alimento el tratamiento fitosanitario. Otra cosa en la que nos encabezamos, – dice él- es en eliminar este tipo de tratamiento en nuestra producción agraria en detrimento de la lucha integrada de insectos. Algo totalmente natural, sin residuos.

Para conseguir todo lo anterior, el esfuerzo de nuestra industria, de nuestro sector agrícola y ganadero y de tantas miles de familias españolas que se dedican a ello, ha de pasar por el filtro de la inversión constante. De desplazar bienestar personal en pro de una política agraria que se derrumba ante el hecatombe a que nos aboca el tratado CETA. Diluyendo todo nuestro sudor en unas aparentes cifras que no son más que las migajas de un pastel. Unas migajas que no han sido contrastadas con toda la maquinaria económica que se desencadena en las economías de mercado.

Para explicarme mejor, voy a detenerme en los llamados «fallos de mercado», es decir, aquellas situaciones en las que el mercado falla como mecanismo eficiente en la situación y distribución de los recursos, bienes y servicios. De acuerdo a VV.AA. (2017), de entre los distintos fallos de mercado, el libre funcionamiento de los mercados termina por amplificar las desigualdades en la distribución de la renta. Algo que ha sido demostrado empíricamente. La autoridad termina por intervenir, aplicando una política distributiva de renta: generalmente, impuestos progresivos sobre la renta para financiar los gastos públicos.

Al abordar el acuerdo CETA, hay que contemplar, a priori, si existe función de redescuento. Es decir, si el Banco Central Europeo baja el tipo de interés, nuestros bancos comerciales tomarán mayor cantidad de préstamos. Esto no es sino la generación de pasivos monetarios, que se traduciría en un aumento de la base monetaria, que a través del efecto multiplicador de ésta, dará lugar a un aumento mayor de la oferta monetaria. Los bancos comerciales, por extensión, también bajarán el tipo de interés que cobran, concediendo más préstamos a los particulares. Esta situación es la que produce un verdadero efecto expansivo en la economía, en concreto: Inversión, PIB, empleo. Sin embargo, de considerar nuevamente las proyecciones del Consejo de los Canadienses, este acuerdo conduce a una caída del PIB y una drástica pérdida de empleo, especialmente en Europa. Con lo que, en un principio, parece no comportar una bajada del tipo de interés.

No obstante, y a título personal, tampoco contemplo una hipotética bajada del tipo de interés como benefactora del acuerdo CETA. Me parce deplorable llevarme a la boca un trozo de buey engordado en pesebre y junto a él, el odio. Prefiero un plato de humildes lentejas.

Por otra parte, en el artículo: «7 preguntas sobre el Tratado Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP) cuya respuesta deberías conocer», González (2014) nos acerca, brillantemente, los enigmas que gravitan en torno a la cara oculta de este tratado.

La Editorial (2017) de El Diario nos informa que es un acuerdo actualmente negociado entre EEUU y la UE, cuya pretensión es aumentar el comercio e inversión recíprocamente entre ambos bloques y así procurar el crecimiento del empleo, fundamentándose en un mejor acceso de los factores productivos al mercado, siempre conducidos a través de una «compatibilidad reglamentaria» que aboga por un ordenamiento normativo mundial.

Llama la atención el origen de este tratado, González (2014) nos brinda esa información, no es otro sino la Declaración Transatlántica firmada en 1990 por George Bush, Giulio Andreotti y Jaques Delors. Posteriormente se han sucedido más acuerdos que tienen como eje el mismo objetivo.

De su artículo, se hace imprescindible subrayar las amenzas que entraña dicho acuerdo para nuestro Estado y los riesgos a los que se expone la ciudadanía, tanto europea como estadounidense. Siguiendo esta línea, González (2014) nos advierte que el TTIP supone para nuestro Estado la difuminación absoluta del mismo dentro del marco de dicho acuerdo, imposibilitando la aplicación de políticas distintas a las directrices que establezca la normativa neoliberal del TTIP. Sin pasar por alto el menoscabo a que es sometido nuestro estado de derecho, este acuerdo supone la privatización de la justicia. Quiere decir, que toda aquella discrepancia que pudiera surgir en torno a las inversiones exteriores quedarían al arbitrio de procedimientos privados. Algo sobre lo que, igualmente, reflexiona Torres (2014).

Si esto nos parece poco, los riesgos que supone este tratado para la ciudadanía europea comienzan con la pérdida de derechos labores, la limitación de los derechos de representación colectiva de los trabajadores y el riesgo de rebaja salarial. Sin olvidar: la privatización de los servicios públicos y la debilitación de los estándares técnicos y de normalización industrial.

Para la ciudadanía estadounidense, González (2014) los resume en: mayor dependencia del petróleo, no etiquetado de productos modificados transgénicamente, eliminación de reglas sobre los mercados financieros, eliminación de las evaluaciones independientes de los medicamentos no producidos en los EEUU y de las reglas de preferencia nacional en los contratos públicos.

Los riesgos que predica González en este artículo pueden ser vistos desde el prisma de la Teoría de Puertas Giratorias que saca a colación López de Miguel (2015) en su artículo. De acuerdo a este autor, sectores como el farmacéutico o el de agricultura han abierto sus puertas a ex-asalariados de Bruselas, lo que, en palabras del autor, «demuestra las sinergias entre los negocios de la Comisión Europea, el Gobierno de Reino Unido y otros tantos en lo que respecta al TTIP y a las negociaciones comerciales». Otro sector que hace girar la puerta es el de Telecomunicaciones, lo hace para el comisario belga, abanderándose de «proteger la responsabilidad colectiva y la confidencialidad».

Curiosamente, los riesgos que, para la ciudadanía tanto de un lado como del otro del Atlántico, entraña este Tratado, están conectados con los sectores que hacen girar la puerta. No obstante, me parece importante rescatar la idea que subyace a esta Teoría de Puertas Giratorias, que no es otra sino la de beneficiar al sector privado desde el conocimiento y manipulación del sistema monetario que alberga el ente político y público encarnado en sus propios representantes y líderes. Todos ellos conectados con los sectores bancario y energético a su vez, como podemos apreciar en el vídeo: La Gran Estafa (la teoría de las puertas giratorias).

No obstante, este artículo quedaría incompleto si no consideramos lo que la Comisión Europea nos acerca al respecto del CETA un año después. En su comunicado de prensa: «Un año después: el acuerdo comercial entre UE y Canadá ofrece resultados positivos», la Editorial (2018B) de esta página nos acerca, sucintamente, números. No hay mención alguna acerca de la controversia que ha desatado el tráfico comercial de los productos canadienses. Es más, las estadísticas que ofrecen se presentan difusas, no delimitando con claridad la base a la que se refiere el porcentaje.

Con respecto a lo inmediatamente mencionado, y con ánimo de esclarecer lo que se quiere decir, tomamos literalmente la información de este comunicado de prensa. Así, su Editorial (2018B), nos señala que: «En toda la UE, las últimas estadísticas disponibles, que abarcan el período transcurrido entre octubre de 2017 y junio de 2018, indican que las exportaciones están aumentando más de un 7 % anual». Bien, las exportaciones están aumentando en un 7% anual, ¿esto se refiere al comercio conjunto de la UE con terceros países o exclusivamente con Canadá? Podríamos deducir que es exclusivamente con Canadá, ya que es con respecto a este país el comunicado, sin embargo, no se especifica con claridad y las estadísticas mostradas a continuación son, igualmente, difusas.

De seguir con la noticia, su Editorial (2018B) nos informa que: «Los productos farmacéuticos, que representan el 10 % de las exportaciones de la UE a Canadá, lo han hecho un 10 %». Esto quiere decir que de las estadísticas históricas que se poseen, las exportaciones de farmacia, exclusivamente dentro del comercio con Canadá, representan un 10%. Ahora, con el acuerdo han subido un 10%, suponemos que con Canadá. Bien, de ser dentro del comercio con Canadá, del 7% que representa su incremento en exportaciones, se estaría refiriendo a un 10% del volumen que representa el 7%. En tal caso, sería un porcentaje reducido. Si lo hubieran acercado con respecto al volumen, en euros, se podría apreciar con claridad.

Sin embargo, volvamos a releer esta introducción a las estadísticas: «En toda la UE, las últimas estadísticas disponibles, que abarcan el período transcurrido entre octubre de 2017 y junio de 2018, indican que las exportaciones están aumentando más de un 7 % anual…»  La cuestión que subyace a todo esto es: ¿es que las estadísticas no se han elaborado con respecto a datos económicos como las cifras de ventas expresadas en euros, y para determinados productos, adicionalmente otra magnitud? Resulta muy extraño que se acerquen este tipo de estadísticas, sin volúmenes, sin cantidades, sin cantidades respecto de un total. Y lo que es peor, que no se diferencie cual es el peso de dicho porcentaje por países. Como ya hemos analizado antes, no todos los países participan de igual manera según las previsiones iniciales. No es lo mismo un 33% (un tercio) que la migaja de un 0,5%. Ahora, transcurrido un año, tampoco parece ofrecerse la información con cristalina nitidez.

Llama la atención, sobremanera, que no se pronuncie en absoluto con respecto al alcance que, en materia de derechos sociales y humanos, así como en medio ambiente, ha ocasionado el tráfico comercial de los productos canadienses. Paradójicamente, Cecilia Malmström, comisaria del Comercio, declara que hay mucho que celebrar con este acuerdo comercial. Aunque es una fase temprana, las exportaciones han aumentado en general, y de manera extraordinaria la de algunos sectores. También señala que «en determinados ámbitos se está aplicando rigurosamente lo que se acordó, para tener la certeza de que los ciudadanos y las empresas puedan sacar el máximo provecho de las nuevas oportunidades». Más adelante afirma que «estamos defendiendo un sistema comercial internacional abierto y basado en normas».

De acuerdo a toda la información analizada de distintas aportaciones, se ha podido hacer observable que la aplicación de normas no termina de encajar con los principios que predica la OMC. Considerar como oportunidades, exclusivamente, el tráfico comercial, la venta de productos, como poco, me parece deshumanizar nuestros derechos humanos y sociales para empezar.

Y solo deteniéndome aquí, de utilizar la calculadora, sería más rentable para el español producir productos transgénicos o utilizar pesticidas y otros venenos que acaban rápidamente con las plagas. Aumenta la producción y abarata los tratamientos, luego reduce los costes e incrementa la producción. Se obtendría un apalancamiento más positivo para su inversión que considerar nuestra normativa europea, nuestro bienestar y nuestra salud. Muy probablemente, también podríamos hablar de un apalancamiento más positivo que esa previsión de un 0,5% para España. En este sentido, nos quedamos en ascuas, la información no se presenta para informar con esta claridad.

Desde luego que pretender vendernos el caballo de que un incremento del PIB, o indicador análogo, es síntoma de Bienestar Social, bien se merece una buena explicación y crítica. Con lo que próximamente se considerará un análisis, basado en noticias reales, contantes y sonantes, que evidencien las falacias de estos indicadores macroeconómicos. Por el momento, vamos a terminar de escudriñar este comunicado de prensa.

Ahora, nos detenemos en los sectores que representan un mayor peso en las exportaciones de acuerdo a estas estadísticas. Recordando a López de Miguel (2015), sectores como el farmacéutico y el de agricultura han abierto sus puertas a ex-asalariados de Bruselas, lo que: «demuestra las sinergias entre los negocios de la Comisión Europea, el Gobierno de Reino Unido y otros tantos en lo que respecta al TTIP y a las negociaciones comerciales».

El girar por la puerta a ex-asalariados de estos dos sectores, agricultura y farmacia, parece volver a coincidir en los resultados que apuntan las escuetas estadísticas ofrecidas, concretamente:  «el sector más beneficiado el de fruta y frutos de cáscara, el cual ha incrementado sus exportaciones con Canadá en un 29%» Sin considerar, «el chocolate, en un 34 %, las de vino espumoso, en un 11 % y las de whisky, en un 5 %» Por otra parte, las exportaciones de farmacia, que han aumentado en un 10%, junto al incremento de la parafarmacia, un 11%, suman un 21% (Editorial, 2018B). Como observamos, casualmente estos sectores se han llevado el gato al agua. Aunque del sector agrario no es de extrañar, después de todo, ¿quién no compraría un producto de calidad excelente, que preserva el medio ambiente y que no daña la salud, a un precio inmejorable?

Esto, en realidad, terminaría por crear un serio problema en Canadá. Claro que la Teoría de David Ricardo nos demuestra que en pro de la eficiente asignación de recursos y especialización…¿qué?, ¿va a dejar de producir Canadá sus productos transgénicos?, ¿va a dejar de utilizar sus tratamientos agrícolas? En este sentido, es muy importante considerar el enfoque de la política comercial y la normativa industrial y de calidad y salud de América del Norte. De acuerdo a Torres (2014), a diferencia de la europea, no la hay de esta manera. Es el consumidor el que ha de demostrar que el producto «X» le está perjudicando la salud. La privatización de la justicia conlleva dejarla al arbitrio privado, algo que igualmente subraya González (2014) y que termina por beneficiar al sector privado.

Con todo, de considerar hasta la fecha de publicación y, sin ánimo de ser conspiracioncita, casualmente coincide con el equinoccio de Otoño. Resulta que la comunicación de los resultados de este primer ciclo económico del tratado coincide con lo que la simbología de culturas y religiones, a lo largo del tiempo, nos acercan como el recogimiento, como el atesorar los granos (el balance) y la muerte (el cierre de balance/ de ciclo) para dar paso al invierno (al comienzo del siguiente ciclo). 

Imagino que, con toda la información que ha acercado este artículo, eres capaz de discernir, desde tu sentido crítico y tu propia conciencia, «lo que se acordó»: sacar el máximo provecho de las nuevas oportunidades gracias a un acuerdo internacional abierto y «basado en normas». Yo, personalmente, me he quedado al leer esto como las Euronews: No comment. Con lo que de volver al inicio del presente artículo, reflexionaría sobre aquello de «Desde luego que si hablas así del caballo, tú no vendes el caballo».

     – Si un árbol cae en un bosque y nadie está cerca para oírlo, ¿hace algún sonido?

Felices Reyes!

por Verónica García-Melero

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Álvarez, Y. (2017). Cinco cosas que te vas a comer con el acuerdo CETA. Recuperado de: https://elsaltodiario.com/ceta/cinco-cosas-que-te-vas-a-comer-con-el-acuerdo-ceta-que-entra-en-vigor-hoy

ATTAC (2014). Entrevista a Juan Torres López sobre el Tratado de Libre Comercio USA-UE [Vídeo]. Recuperado de: https://www.dailymotion.com/video/x1y4fbr

Editorial (2018A). Acuerdos comerciales de la UE. Consejo de Europa, Consejo de la Unión Europea. Recuperado de: https://www.consilium.europa.eu/es/policies/trade-policy/trade-agreements/

Editorial (2017). Todas las claves del CETA, el acuerdo con Canadá. Recuperado de: https://www.eldiario.es/economia/CETA-acuerdo-Canada-rechaza-PSOE_0_657584908.html 23 junio 2017

Editorial (2018B). Un año después: el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Canadá ofrece resultados positivos. European Commision. Press Release Database. Recuperado de: http://europa.eu/rapid/press-release_IP-18-5828_es.htm

González, J. (2014). 7 preguntas sobre el TTIP cuya respuesta deberías conocer. Recuperado de: http://www.eldiario.es/agendapublica/proyecto-europeo/preguntas-Tratado-Transatlantico-TTiP-respuesta_0_315669128.html

López de Miguel, A. (2015). El negocio de las puestas giratorias, enésima cara oculta del TTIP. Recuperado de: http://www.publico.es/internacional/negocio-puertas-giratorias-enesima-cara.html

Simonfilm. (13 diciembre, 2012). La Gran Estafa (La Teoría de las puertas giratorias) [Video]. Recuperado de: https://youtu.be/KUCFFDQKlkg

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 VV.AA. (2018) Los acuerdos comerciales de la Unión Europea. Universidad Isabel I.