El justo mismo florecerá como lo hace una palmera; como lo hace el cedro en el Líbano, el crecerá y se hará grande.
Salmos 92:12 Pensamientos, eminencia, majestad de Dios.
Os dejo con un vídeo que me ha resultado motivador. Muchas de sus palabras me resultan inspiradoras, especialmente las que se refieren al conocimiento que, de cada uno de nosotros, tiene Dios. Dios conoce nuestros corazones, conoce nuestras entradas y salidas; con lo que ha de importarnos que piensa Él de nosotros.
Cuando nos elige, cuando nos unge, cuando alcanzamos su luz es porque le agrada nuestro corazón.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios – dijo Jesús en Mateo 5:8 -.
Como nos dice esta figurada conversación, el sufrimiento – por largo – terminará culminado de bendiciones: y, siempre, a la tormenta le sigue la calma. Estas palabras me han hecho pensar en un refrán de mi tía: “Todo lo que ruea para”.
Os dejo con el vídeo: “Dios te dice: Yo estoy abriendo caminos en tus momentos más oscuros, ten fe”.